El futbolista Alexis Zárate deberá cumplir la pena de seis años y medio de prisión por abuso sexual con acceso carnal luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejara firme la sentencia dictada por un tribunal de Lomas de Zamora.
Alexis Zárate permanecerá en prisión hasta cumplir la condena.
Giulana Peralta rompe en llanto tras conocer el fallo.
El futbolista Alexis Zárate deberá cumplir la pena de seis años y medio de prisión por abuso sexual con acceso carnal luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejara firme la sentencia dictada por un tribunal de Lomas de Zamora.
Zárate violó a Giulana Peralta el 16 de marzo de 2014 en un departamento de Wilde cuando la sorprendió dormida junto a otro futbolista con quien la víctima estaba en pareja desde hacía dos años, y tras la sentencia en 2017, el jugador fue arrestado en julio de 2020, condición en la que permanecerá hasta cumplir la condena que dejaron firme los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
Esta instancia llegó al máximo tribunal luego de que los letrados del deportista presentaron un recurso extraordinario de “inaplicabilidad de ley”, que fundamentaba arbitrariedad en la sentencia. Pero los jueces entendieron que la defensa no había cumplido con los requerimientos estipulados para llegar a la Corte Suprema y desestimó el planteo.
La víctima del aberrante hecho tenía por entonces 19 años y había ido a un bar de Quilmes con unas amigas, lugar en el que había acordado encontrarse con el futbolista de Independiente Martín Benítez, con quien se había conocido por Facebook y se veían desde hacía dos años. No obstante, el jugador negó en el juicio que haya sido pareja de la joven y dijo que se encontraban eventualmente para tener relaciones sexuales, contradiciendo a Giulana Peralta, que creía ser correspondida en el noviazgo ya que incluso él había ido a su casa a conocer a sus padres.
Esa noche Benítez concurrió con otros dos jugadores de Independiente: Nicolás Peréz y Alexis Zárate. Ya en el bar, Benítez y Peralta bailaron, bebieron y decidieron ir al departamento de "un amigo que quedaba en Wilde, que le quedaba cerca para ir a entrenar al otro día. A mí no me pareció esa idea, le dije de ir a un hotel, me contestó que no tenía más plata que se había gastado todo en champagne y accedí a ir con él”, le dijo la víctima al tribunal. Y especificó: “Tuvimos relaciones, hicimos el amor, yo tomaba pastillas anticonceptivas por lo que nunca nos cuidábamos con preservativo. Sus amigos llegaron más tarde, con otras chicas. Martín tenía que estar atento porque no tenían llave. Yo en todo momento seguí en la habitación, escucho que entra gente, vuelve Martín a la habitación, escuché voces de chicos y chicas no sabía quiénes eran. Ahí decimos que nos vamos a dormir, él se tenía que levantar a las ocho para ir a entrenar, yo también estaba muy cansada, había trabajado, salido, tomado y había tenido relaciones, así que le dije que sí, que dormíamos un rato. El volvió y se acostó del lado de la pared y a mí me dejo del lado de la puerta, él se ubicó mirando hacia la pared y yo mirando hacia su espalda”, detalló.
“A los pocos minutos se abrió la puerta. Era el amigo de Martín, Alexis Zárate, que entró a buscar un cargador sin golpear, sin preguntar, ya estábamos por dormir pero podríamos estar haciendo algo. Yo en ese momento pensé que desubicado, le dije a Martín pero no dijo nada, cerró la puerta y se fue”, continuó el relato de la víctima.
Giulana Peralta abrazó a Martín y se durmió. “Me despierto de repente porque sentí que me estaban penetrando, miro y enfrente lo tenía a Martín, tenía la espalda de Martín en mi cara, y no era él, no era él. Ahí es cuando me doy vuelta, giro la cabeza para ver quién era que me tenía del brazo, era el amigo que me estaba penetrando y ahí me agarró fuerte del brazo y me hacía fuerza contra el colchón y yo no me podía mover y grité”, narró. “Martín nunca se despertó, Alexis Zárate me dijo que me calle y me preguntó si me cuidaba, yo no me lo podía sacar de encima y él seguía y seguía, hasta que sentí que me eyaculó adentro mío y se fue corriendo y levantándose los calzoncillos”, describió quebrada por la angustia.
Lo siguió zamarreando a Martín Benítez y se despertó. “Le dije ‘tu amigo me violó, tu amigo me violó recién’, me siguió preguntando cosas y yo gritaba, le quería contar y me sentía sola porque me seguía preguntando cosas y yo ya no quería explicar más nada, me quería ir a mi casa. De la bronca que tenía en ese momento, fui a la habitación a donde había entrado Zárate y estaba tapado con una sábana hasta la cabeza, le empecé a decir que es un hijo de puta, que me violó y me dice ‘estás loca, yo no te hice nada’. Me dijo que no había hecho nada, que yo estaba inventando, ahí es cuando sale Nicolás que estaba en un colchón al lado en el piso y me saca de ahí”.