El exfiscal regional Patricio Serjal seguirá en prisión domiciliaria. El camarista Guillermo Llaudet confirmó este mediodía la modalidad de detención a la que el ex fiscal, imputado como organizador de una asociación ilícita, accedió en febrero pasado a partir de dolencias físicas y psicológicas derivadas del encierro. Tras una audiencia que se realizó con el imputado conectado vía zoom, el juez de segunda instancia no hizo lugar al pedido de la Fiscalía de revertir la medida. En cambio avaló que Serjal continúe cumpliendo prisión preventiva en su casa y con tobillera electrónica al entender que existen razones médicas que lo justifican.
Los fiscales de Delitos Complejos Matías Edery y Luis Schiappa Pietra había apelado la prisión domiciliaria ante la Cámara Penal. En una audiencia que comenzó a la mañana de este jueves Edery planteó que las cuestiones psiquiátricas referidas por la defensa de Serjal “claramente pueden ser tratadas dentro del lugar de alojamiento”. La defensora Araceli Calamante respondió que tras la detención en su domicilio el ex fiscal pudo recuperar peso y eso “le ha permitido aminorar los ataques de pánico”, además de recuperar el contacto con su entorno familiar.
Tras escuchar a las partes Llaudet dispuso que Serjal continúe con esta modalidad de detención, que además cumple con asignación de una tobillera electrónica. Consideró que siguen vigentes las razones de salud invocadas por Serjal y tras una breve argumentación resolvió “confirmar la resolución en cuanto fuera materia de recurso”, tal como consta en el acta judicial.
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La prisión domiciliaria de Serjal había sido dictada en febrero pasado por el juez Juan Carlos Leiva. El ex jefe regional del Ministerio Público de la Acusación está imputado como organizador de una asociación ilícita que protegía el juego ilegal en la provincia y estaba detenido en un establecimiento penitenciario desde agosto pasado.
En enero el abogado defensor Hugo Lima había requerido la presencia de los fiscales del caso con motivo de discutir el estado de salud de Serjal, que adelgazó 18 kilos estando en prisión tras su detención del 11 de agosto pasado en la alcaidía regional, conocida como Order.
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Serjal está imputado como organizador de una asociación ilícita que protegía el juego ilegal en la provincia y que contaba no sólo con el paraguas judicial sino también, según los fiscales de Delitos Complejos, con la protección de estamentos de la policía santafesina y de la política provincial, por lo que los acusadores solicitaron el desafuero del senador sanlorencino Armando Traferri.
Fue reimputado en una audiencia del 23 de diciembre donde se determinó la continuidad de su detención preventiva por el plazo legal de dos años. La modalidad domiciliaria le fue concedida en base a un informe de una junta médica forense que constató el deterioro en su salud. Según ese informe presentaba angustia profunda y una marcada pérdida de peso.