El periodista Adrián Ventura fue asaltado cuando circulaba en su bicicleta por el barrio porteño de Retiro por dos delincuentes, quienes lo arrojaron al asfalto y le produjeron un fuerte golpe en uno de sus brazos.
El periodista Adrián Ventura fue asaltado cuando circulaba en su bicicleta por el barrio porteño de Retiro por dos delincuentes, quienes lo arrojaron al asfalto y le produjeron un fuerte golpe en uno de sus brazos.
El hecho se produjo en sobre la avenida Ramón Castillo al 700, en la zona del Paseo del Bajo de Retiro, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), donde Ventura se desplazaba en bicicleta cuando fue abordado por dos delincuentes que se desplazaban en una motocicleta.
“Venía en una bici rutera a alta velocidad. Me pasan dos chicos en una moto de alta cilindrada. Se baja el que venía atrás, cruza la calle y se me tira encima”, relató el periodista durante el programa en el que participa habitualmente en las mañanas del canal de noticias TN.
Ventura, que también trabaja en Radio Mitre, detalló: “No fue que me amenazó. Se me vino encima y me empujó a la altura del pecho y me tiró al piso con fuerza. Yo salí despedido y la bici quedó en medio de la calle. Cuando yo caí, agarraron la bici. Uno se fue en la moto y otro en la bici y desaparecieron en segundos. No había nadie a esa hora en el lugar. Ni vehículos que pasaran, ni efectivos de la Policía”.
Como consecuencia del golpe, Ventura indicó que estuvo imposibilitado de mover uno de sus brazos durante una hora y pensó que se había fracturado. “Por suerte fue sólo el golpe. Yo caí de costado, así que lo que más me golpeé fue el hombro, que lo tengo todo negro, y la cadera. Iba con el casco, pero por la velocidad que llevaba y del golpe, si chocaba la cabeza con el cordón me hubiese afectado igual”, describió.
El periodista concluyó: “Lo que más me sorprendió es el desprecio por la vida que tienen en su accionar. Sé que fue al voleo. Pero no les importó nada. Si yo me moría por el golpe o me quebraba la cadera o me pasaba un auto por encima, a ellos no les importaba nada. Para ellos la vida del otro no vale nada”.