El 6 de noviembre de 2017 a la mañana los vecinos de la torre “D” del monoblock de Sánchez de Thompson 22 bis, en el Fonavi Parque del Mercado, se sobresaltaron por el estruendo del cuerpo de una mujer que cayó frente al edificio desde el 7º piso. Hasta que su madre la reconoció en el Instituto Médico Legal nadie supo su identidad. Era Angela Paola “Anyi” Ríos, de 24 años, madre de tres hijos y con severos problemas de adicciones. En principio la hipótesis fue que la mujer se había arrojado al vació. Pero sus familiares denunciaron que había sido asesinada.
Un mes y medio más tarde Norberto Rubén Arias, de 52 años, fue imputado por el hecho. Algunos vecinos aseguran haberlo visto paseando el perro mientras los peritos levantaban el cuerpo. Y ayer, en un proceso abreviado, fue condenado a 8 años de prisión como autor del crimen.
“Anyi” vivía en el barrio Las Flores y tenía tres hijos que estaban al cuidado de la madre de ella. Era una chica alegre, hincha de Newell’s y estaba embarazada de tres meses. Contaron que solía irse de su casa y regresar días después. El día anterior a su muerte mantuvo una comunicación por teléfono con sus pequeños. Después sus familiares vieron la noticia en la televisión y pensaron lo peor. La reconocieron en el Instituto Médico Legal y siempre resistieron la hipótesis del suicidio.
Arias fue detenido el mismo día que murió “Anyi”. Efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) se lo llevaron del departamento 2 del 7º piso de la torre “D” tras hallar serias contradicciones en su testimonio. Al requisar su departamento los peritos notaron que el hombre había mantenido relaciones sexuales. También había pastillas, alcohol y signos de violencia.
El 29 de diciembre de 2017 lo imputaron tras sufrir un infarto mientras estaba detenido en la comisaría 11ª. Luego tuvo un a descompensación al estar tras las rejas de la Unidad 6. Pero fue sometido a una junta médica que determinó que no sufría patologías, que comprendía la criminalidad de sus actos y que estaba orientado en tiempo y espacio.
Una persona “rara”
Arias llegó a esa audiencia en silla de ruedas y balbuceante. Prefirió no declarar. La fiscal Marisol Fabbro relató que Ríos estuvo en el departamento del imputado aquella mañana del 6 de noviembre y que Arias la arrojó por el balcón. De acuerdo al resultado de la autopsia la muerte se produjo por traumatismos por defenestración. Entre sus ropas “Anyi” tenía 500 pesos y un cuchillo tipo Tramontina con el que se estima pretendió defenderse de la agresión.
Los vecinos que prestaron testimonios pintaron a Arias como “una persona rara”. El administrador del edificio contó que una vez había ido a cobrarle expensas y que Arias lo atendió desnudo. Y una semana antes del crimen de “Anyi” siete de sus vecinos lo denunciaron ya que había tomado un machete y a los gritos lo golpeaba contra la reja de su casa.
Varios vecinos relataron que mientras “Anyi” Ríos lanzaba su ultima exhalación sobre la vereda Arias salió del edificio con su perro. Que dio una vuelta a la manzana y luego se sentó a las puertas del edificio, inmutable, para ver el trabajo de los peritos. Incluso coincidieron en que habían visto a “Anyi” Ríos con Arias en otras ocasiones.
Ayer los abogados de Arias, Ezequiel Torres y Luciano Zisele, presentaron junto a la fiscal Fabbro un acuerdo de parte a la jueza Hebe Marcogliese en el cual el acusado acepta una condena a 8 años de prisión como autor del delito homicidio simple. En una audiencia que duró escasos 20 minutos la magistrada homologó el procedimiento y el vecino del Fonavi seguirá tras las rejas por aquel encuentro que terminó en crimen.