Un promedio de seis meses es el tiempo que demora el diagnóstico de cáncer desde que la persona comienza con los síntomas, según una encuesta realizada a 400 pacientes del rea Metropolitana de Buenos Aires (Amba) —en su mayoría antes de la pandemia—, en tanto que sólo 12 de cada 100 personas se enteran de su enfermedad antes de que comience a manifestarse.
Se trata de un estudio cuantitativo y cualitativo realizado por Ipsos Healthcare Cono Sur para Argentina. Las entrevistas fueron realizadas en un 80% en forma presencial antes del comienzo de la pandemia en Argentina a hombres y mujeres mayores de 18 años con diagnóstico de cáncer de pulmón, colorrectal, hematológico, de próstata, mama o ginecológico.
De acuerdo a la investigación, si bien el tiempo promedio desde la aparición de los síntomas hasta el diagnóstico fue de 6,2 meses la cifra varía según la cobertura de salud: “En los que tienen prepaga el lapso fue de 4,3 meses, mientras que llegó a 6,4 meses entre quienes son afiliados al Pami, tienen obras sociales estatales o se asisten en el sector público”, apuntaron las conclusiones.
Y añadieron que “también hubo diferencias según el tipo de cáncer: en el caso de cáncer de mama, por ejemplo, el tiempo promedio fue de 5 meses y medio; en el cáncer colorrectal, de casi 6 meses; en el caso de cáncer de pulmón, 2,6 meses; y en el cáncer de cuello uterino 4,6 meses”. A la vez, del total de pacientes entrevistados, el 68% fue diagnosticado durante un estadio inicial del cáncer y el 29% en uno avanzado.
“En el caso de cáncer de mama y colon, por ejemplo, la detección se produjo antes de que el tumor se disemine o cuando lo había hecho solo de forma local en 7 y 6 de cada 10 casos, respectivamente, mientras que en los casos de cáncer hematológico (leucemias y linfomas) prácticamente la mitad de los diagnósticos ocurrieron en fases más avanzadas”, indicó el informe.
“Lo que identificamos fueron barreras de diferentes niveles. En el plano personal, por ejemplo, la enfermedad demanda gastos específicos que no están cubiertos como el traslado a las quimioterpias además de la dificultad para trabajar durante los tratamientos”, señaló Julia Ismael, de la Asociación Argentina de Oncología a Télam.