La caída real de los recursos de coparticipación para el conjunto de provincias en abril alcanzó 18,9 por ciento a raíz de las medidas sanitarias de aislamiento dispuestas por la pandemia del coronavirus, según el Centro de Economía Política Argentina (Cepa).
Un informe elaborado por los economistas Hernán Letcher y Luciano Foggia señala que "si bien en marzo ya se percibía la caída derivada del coronavirus, del 11,4 por ciento, en el último mes la contracción fue sensiblemente mayor".
De acuerdo al trabajo, la que sufrió una menor pérdida en términos reales fue Buenos Aires, con una caída de 17 por ciento; en el otro extremo, la que sufrió una mayor caída fue Santa Fe, que computó una baja de 22,4 por ciento, precisó el trabajo.
De todas formas, destacó el Cepa, el escenario "presenta poca dispersión y todas las provincias pierden de manera sensible".
La caída de recaudación real del IVA, según las transferencias de coparticipación, alcanzó 17,9 por ciento en abril, superior a los 13,5 por ciento de marzo. El impuesto a las ganancias, que en marzo ya registraba una caída por el coronavirus (14,1 por ciento), duplicó su baja hasta 28,2 por ciento en abril.
De 620 actividades, 139, un 22 por ciento del total, fueron afectadas en forma crítica por la pandemia, sumando 2,4 millones de trabajadores (casi el 40 por ciento del total). A la par, 383 actividades evidencian un menor grado de afectación (62 por ciento) en las que trabajan 1,9 millones de trabajadores (29 por ciento). En tanto, hubo 98 actividades no afectadas (16 por ciento) con más de dos millones de trabajadores (33 por ciento).
En este contexto, evaluó Cepa, "la recaudación fiscal sufre un importante impacto negativo, tanto en el nivel nacional como de los niveles subnacionales".
Los ingresos provinciales provienen básicamente de dos fuentes: recursos propios (Ingresos Brutos, Inmobiliario, Patente automotor y Sellos) y recursos de coparticipación.
En lo que respecta a las transferencias por coparticipación, estas representan una buena parte de los ingresos provinciales: en promedio, alcanzan 71,3 por ciento del total, consignó Cepa.
Aunque parezca paradójico, esta caída convive con un aumento de la ayuda del gobierno nacional a las provincias. Según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap), la ejecución del presupuesto nacional al cierre del primer trimestre del año mostró un fuerte crecimiento. Sobre todo en los recursos corrientes que se transfirieron a las provincias para asistirlas en el marco de la pandemia de coronavirus.
Las transferencias al sector privado en el mismo período aumentaron 108,5 por ciento respecto al primer trimestre de 2019. El resultado se vio impactado principalmente por las transferencias que el gobierno tuvo que realizar para paliar el efecto del decreto de aislamiento social, preventivo y obligatorio. El resultado financiero acumulado al finalizar marzo fue negativo en $ 169.608 millones, cuando en el mismo período de 2019 había sido deficitario en $ 57.051 millones.
Este resultado negativo es explicado principalmente por un incremento del 130,6 por ciento de las transferencias corrientes a la provincias, mientras que al sector privado subieron 108,5 por ciento.
Las erogaciones de la administración pública nacional que mostraron mayor crecimiento en el trimestre fueron las transferencias corrientes a provincias y las transferencias corrientes al sector privado (108,5 por ciento), por las mayores erogaciones destinadas a asignaciones familiares, subsidios energéticos y al programa Políticas Alimentarias que ejecuta el Ministerio de Desarrollo Social.
El trabajo destacó que "estas subas fueron compensadas parcialmente por la retracción de las transferencias de capital a las provincias (-32,7 por ciento) y de la inversión real directa (-5,9 por ciento).
En marzo, el informe dio cuenta de aumentos en el gasto corriente debido a que las transferencias a las provincias crecieron 375,3 por ciento .