En los últimos tres días, India ha reportado más de un millón de nuevos casos de Covid-19. En las últimas 24 horas, India tuvo más del triple de casos de coronavirus que su vecina China en toda la pandemia: 349.691 nuevos casos, además de 2.767 muertos . Desde el 15 de abril, India ha estado reportando más de 200.000 infecciones diarias. Este domingo, por cuarta jornada consecutiva, India estableció un récord mundial de nuevos contagios. Se señala a la nueva variante india, "doble mutante" como responsable de la altísima contagiosidad, mientras médicos ponen en duda las cifras oficiales y creen que los fallecidos diarios son muchos más.
El cuadro es muy grave, y se está terminando el oxígeno. Las piras funerarias masivas pueden observarse en Nueva Delhi y otras grandes urbes indias, pero sin embargo el país tiene muchos menos fallecidos registrados que EEUU y Brasil: 192.311 ayer, según el sitio web de la Universidad Johns Hopkins. Pero estos datos son puestos en duda por expertos independientes,que señalan que mucha población no se somete a los testeos. Se teme que el número real de muertes triplique a las informadas oficialmente. Ante este cuadro, India se ha visto forzada a anular sus envíos al exterior de vacunas, que proveía mediante el consorcio Covax.
El panorama apocalíptico visto estos días contrasta enormemente con enero, cuando India registraba menos de 15.000 casos diarios. Luego llegaron los festivales hindúes masivos sin ninguna restricción, como el de Kumbh Mela en la ciudad de Haridwar, al que acudieron 25 millones de personas. También suenan muy lejanos los elogios al primer ministro nacionalista Narendra Modi, que impuso un largo y severo confinamiento en marzo de 2020 que frenó la propagación del coronavirus, aunque condenó al desempleo a millones de trabajadores ambulantes.
“India bajó la guardia. Las grandes reuniones religiosas, la reapertura de la mayoría de los lugares públicos y los mitines electorales abarrotados son los culpables del repunte. Se apoderó del país una falsa sensación de normalidad y no tomamos las medidas para detener la segunda ola que está arrasando como un tsunami”, explica el doctor A Fathahudeen, neumólogo que trabaja en el control de la pandemia en el estado de Kerala.
“La situación era manejable hasta hace unas semanas. La segunda ola de infecciones ha llegado como una tormenta”, dijo el miércoles el primer ministro Modi en un discurso en el que instó a los ciudadanos a permanecer en casa y no entrar en pánico. Efectivamente, a principios de febrero India parecía tener el virus bajo control. Modi, con ni siquiera el 1% de la población vacunada, declaró que el país era la “farmacia del mundo” y señaló que la vida pre pandémica podría reanudarse.
Hoy, en India se habla de una catástrofe humanitaria. El escenario es el peor posible que los expertos temían: un país con casi 1.400 millones de personas que es incapaz de tener camas libres ni tanques de oxígeno en sus hospitales. Hay ciudades donde los cadáveres ya se están amontonando afuera de las morgues de los hospitales. En algunas calles de Nueva Delhi se están haciendo cremaciones masivas. Incluso en otras ciudades se están quedando sin madera para quemar los cuerpos. China, Estados Unidos y Reino Unido ofrecieron suministros y personal. Ayer la vicepresidenta Kamala Harris tuiteó que EEUU está trabajando con India para proveerle de insumos. El presidente Joe Biden también escribió en Twitter que así como India ayudó a EEUU el año pasado, ahora lo harán los EEUU con la India.
Día tras día, India bate sus propios récords. Ayer se han informado de 349.691 nuevos casos y 2.767 muertos. Desde el comienzo de la pandemia, ningún otro país había llegado a estas cifras diarias. Hoy, India representa el 40% de las nuevas infecciones reportadas en todo el mundo.
Cifras en duda
Y, probablemente, sólo se conocen una parte de las cifras reales. La Asociación de Médicos del Servicio de Salud de Bengala Occidental, alertó de que las cifras del gobierno son una subestimación.
“Una gran población sospechosa de ser positiva se mantiene alejada de las pruebas. Creo que el número real de personas que mueren es dos o tres veces mayor de lo que informa el gobierno. Y el número de infecciones podría ser hasta cinco veces superior al que informan las autoridades”, dijo a CNN Manas Gumta, secretario de la citada organización médica de Bengala Occidental.
El país ha reportado 117 millones de contagios y 192.000 muertos. La situación está descontrolada. Hay personas contagiadas que están muriendo en las puertas de los hospitales. El oxígeno y los medicamentos escasean. Sobre todo, en la capital, Nueva Delhi, cerrada desde el pasado lunes. Muchos viajan cientos de kilómetros con sus familiares enfermos en busca de hospitales menos colapsados.
La variante "doble mutante"
Según la revista científica Nature, en India hay que añadir a todos los factores conocidos, una variante llamada “doble mutante”. El peligro está en que las vacunas crean anticuerpos que atacan a la proteína “espiga” del coronavirus. Pero la “doble mutante” cambiaría la morfología de la “espiga”, lo que haría que los anticuerpos creados por la reacción a la vacuna no puedan neutralizar a esta variante del virus.
La solución interna para frenar la segunda ola pasa por un festival de vacunación, como lo llamó el primer ministro Modi, para inmunizar a cualquier persona mayor de 18 años a partir del 1 de mayo. Ya no hay restricciones por edad. El propósito es vacunar cuando antes a 900 millones de personas. En los casi tres meses que han pasado desde que empezaron la campaña de vacunación, se han puesto más de 100 millones de dosis.