Newell's necesita un nueve, al menos eso es lo que reclama Diego Osella para afrontar lo que resta del campeonato. Más aún después de la partida de Mauro Matos, quien tuvo escaso rodaje con la camiseta leprosa. Algunos de los nombres que le interesaban al DT fueron rápidamente desechados y aún aguarda que aparezca otro apellido. Por eso no hay que descartar esa posibilidad, aunque "debería llegar sin cargo o a bajo costo", avisaron desde las oficinas de Dorrego y Pellegrini.
El uruguayo Gabriel Leyes fue el último en sonar y hasta el entrenador hizo mención, aunque desde la dirigencia fueron contundentes y dijeron "no hay nada y no existe posibilidad de que llegue al club".
De esta manera, lo que sonó durante algunas horas se disipó rápidamente, tal como había sucedido semanas atrás con Maximiliano Fornari, quien finalmente recaló en Ferro Carril Oeste.
También Ezequiel Rescaldani, hoy en Atlético Nacional (Colombia), fue mencionado hace varias semanas y las fuentes consultadas por Ovación lo descartaron de plano. Y si bien fue seguido de cerca y analizado sus rendimientos, "no convenció demasiado". Más allá de que su nombre otra vez comenzó a sonar porque el propio cuerpo técnico lo deslizó, allegados a la entidad fueron tajantes al sostener que "no hay ninguna chance de que se convierta en refuerzo de Newell's".
Más allá de este panorama que existe a pocos días del reinicio del fútbol —si es que se concreta—, lo cierto es que en el Parque existe un halo de optimismo de que un delantero llegaría para complacer al entrenador. Por supuesto que es sólo una sensación y que para que eso ocurra "tiene que venir sin cargo, si no es imposible que el juez lo autorice. Es difícil lograr la aprobación en la situación en la que se encuentra la institución". Traducido a un análisis objetivo no es descabellado ese pensamiento que siempre debió aplicarse en una entidad en crisis financiera por malos manejos y/o decisiones desacertadas.
En el fútbol nada parece ser imposible y más allá de esta situación, en Newell's siguen mirando hacia distintos lugares con el fin de encontrar un futbolista que pueda llegar a bajo costo y que le sirva al entrenador. El tiempo dirá si esto es posible. Por lo pronto, Osella ya avisó que si no llega nadie "habrá que recurrir a los pibes".
La situación está clara y planteada. Por un lado, el DT exige un atacante que sirva de alternativa a Ignacio Scocco. Un pedido que puede justificarse, más aún cuando no surgen demasiados valores desde abajo o, en su defecto, no hay una orden precisa de apostar y darles rodajes a los pibes. Y, sobre todo, respaldarlos. Por el otro está la mirada económica del magistrado y el órgano fiduciario, que analizan los números. Que son débiles y las cuentas no cierran por ningún lado. Es por eso que la consigna judicial es que "sólo podrá llegar un jugador si es sin cargo y a bajo costo".