De un estilo elegante marcado por su slice, como Ashleigh Barty o Roger Federer, ex tenistas a quien ella admira, Giovannini ya es la quinta raqueta del país, suma nueve títulos como profesional y está al borde del ingreso a las qualies de los Grand Slams. De los cinco torneos que jugó en lo que va de la temporada, en cuatro de ellos alcanzó, como mínimo, los cuartos de final. Los últimos dos en los que participó fueron los W35 de Pergamino y Chacabuco, donde subió a lo más alto del podio.
La tenista más ganadora de Argentina
Su rendimiento la pone en un lugar de privilegio: es la jugadora argentina más ganadora de la temporada. De hecho, de los 11 títulos ITF conquistados por argentinas en lo que va del año, Luisina se impuso en los W35 de Buenos Aires, Pergamino, Chacabuco, Boca Ratón y el W15 de Antalya. El resto se reparte entre Solana Sierra (WTA125 Antalya, W75 Vero Beach y W75 Bellinzona) , Jazmín Ortenzi (W30 Bastad), Martina Capurro (W15 Trelew -1-) y Victoria Bosio (W15 Trelew -2-).
—Las estadísticas dicen que sos la jugadora más ganadora en lo que va del año. ¿Qué análisis hacés del momento por el que estás atravesando?
—La verdad es que vengo teniendo buenos resultados a pesar de algunas complicaciones que tuve, pero creo que me mantuve bien de la cabeza, pero sobre todo con ganas de seguir. Y contenta con los resultados que se están dando.
—Cuando hablás de complicaciones, ¿te referís a las cuestiones físicas que te habían alejado por más de cinco semanas?
—Sí, venía de un tiempo que no estaba compitiendo por lesiones y otras complicaciones por fuera del equipo. Cuando viajé a Europa, me lesioné (tuvo una sacroilitis) en un torneo en Suiza, del que me tuve que retirar en primera ronda y volverme en la mitad de la gira, con todo lo que conlleva hacerla, más allá de lo económico que también es importante. Fue un golpe duro, pero tuve que seguir y aprender que son cosas del deporte. Volví, seguí entrenando y recuperándome para volver lo más rápido posible a la cancha. No sabía si iba a presentarme en Pergamino y Chacabuco, pero tenía muchas ganas de jugar, sobre todo porque eran torneos en nuestro país. Sabía que venía de momentos difíciles, pero mentalmente me sentía bien y con muchas ganas de volver a las canchas. Estas semanas fueron una prueba después de todo lo que pasó.
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El apoyo de la familia
—¿A qué te aferraste para poder salir adelante?
—Creo que la clave fue nunca bajar los brazos, incluso cuando las cosas se pusieron difíciles. Me mantuve fuerte de cabeza a pesar de todas las complicaciones que surgieron en este último tiempo. El apoyo de mi familia, de mi equipo y de la gente que me rodea y me guía bien, fue fundamental para salir adelante y decidí jugarlos. Fui a jugar y mejor no podía haber sido.
—Y también te ayudó para escalar al puesto 300 del ranking. Ahora estás como la quinta raqueta argentina, ¿eso qué representa para vos?
—Me pone súper contenta ver que los resultados se van dando sobre todo para poder seguir escalando en el ranking.
—Ya estás al borde del ingreso a las qualies de los Grand Slams.
—Creo que es el momento de dar ese salto que es entrar al profesionalismo, al circuito de WTA, pero eso requiere de otras cosas. Pero vamos paso a paso, sin apresurarme. Tengo 18 años y bastante tiempo para seguir jugando y seguir disfrutando del camino. Si bien hay momentos malos, el tenis da muchas cosas lindas. Obviamente que uno los quiere jugar. Los resultados son los que dicen las cosas. Así que tranquila, yo sé que tengo que hacer mi trabajo. Pero es siempre un gran objetivo jugar un Grand Slam.
"Hasta el último punto"
—Sos una mujer muy dura de cabeza, lo que no deja de ser una gran virtud y más en un deporte como el tenis.
—Intento luchar hasta el último punto, hacer lo mejor que puedo. Esto es un deporte en el que se gana y se pierde, pero lo más importante es salir de cancha sabiendo que diste lo mejor de vos. En mi caso, trato de hacer eso.
—¿Y cómo te enfocás mentalmente?
—Siempre trato de pensar de donde vengo, en el esfuerzo que hizo mi familia para que yo pueda jugar. Entonces, eso supera todo y cuando pienso eso me da más ganas aún porque ellos hicieron un gran esfuerzo. Eso me da fuerza.
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"No fue fácil"
—Fuiste Nº 1 del país hasta la categoría sub-16 y después decidiste no jugar en juveniles ¿Por qué?
—No jugué torneos Juniors por una cuestión económica. Me costaba mucho seguir el ritmo de Junior. A los 11 años, me fui a Francia y empecé a jugar torneos por plata. No fue fácil. Venía de no jugar casi nada, a jugar con las profesionales, que eran más grandes y tenían más experiencia. Pero, el tener un buen nivel me ayudó a tener confianza en mí y a saber que me podía enfrentar con ese tipo de jugadoras. Me fui metiendo y con 14 años saqué mi primer punto WTA.
—¿Eso te animó a dar un salto que no es fácil dar?
—Sí, tal cual, pero no fue fácil. Ahora pienso que fue una gran decisión para mi carrera y hoy agradezco estar donde estoy.
—Tu carrera está plagada de decisiones, de hecho dejaste tu pueblo para venir a Rosario. ¿Fue con la idea de crecer en tu juego o querías ser profesional?
—Arranqué a jugar al tenis a los 7 años en mi pueblo, en el Club Toro. Y como toda chica de esa edad yo iba a la escuela y no quería dejar mis amigas, la familia, pero veía que en los torneos que se hacían cerca de Moldes, mi pueblo, mejoraba cada vez más e iba subiendo de categoría, de nivel y también en el ranking. Llegó un momento en el que en mi pueblo no tenía con quién entrenar, no tenía rivales y eso me llevó a tomar una decisión difícil, dura, que era elegir el tenis o quedarme en el pueblo con mis amigas y la escuela. Me volqué por el deporte, y mi familia me apoyó en todo momento y se vinieron a Rosario. Si me hubiera quedado, no sé si seguiría jugando.
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Entrenar en Buenos Aires
—Y ahora que dejaste Rosario, ¿tu estadía en Buenos Aires responde a que ya estás en la ruta, ya dejaste de ser una promesa?
—El año pasado me fui a Buenos Aires para entrenar. Es una de las ciudades donde hay más jugadores, más clubes y da mayores posibilidades para seguir entrenando. Decidí instalarme allá y enfocarme ciento por ciento en el tenis.
—Como jugadora, ¿qué pensás de los torneos que ahora se hacen en Argentina y que hasta hace poco tiempo atrás no se hacían?
—Los torneos en casa son muy importantes. Para las jugadoras como yo que recién estamos empezando y metiéndonos en el circuito, son muy importantes. Si bien no tienen el mismo nivel que los europeos, tenerlos cerca nos brinda la posibilidad de sumar partidos, puntos y de aprovechar oportunidades que no siempre están, porque muchas veces tenemos que viajar y eso se complica aún más.
—El año pasado, debutaste en la Billie Jean King Cup. Este año volviste a ser convocada y el equipo consiguió la clasificación a los playoffs que se jugarán del 14 al 16 de noviembre en Córdoba. ¿Fue especial para vos integrar el equipo argentino?
—Fue una experiencia muy linda. Siempre es un orgullo poder vestir la camiseta de la selección. Esa es una de las mejores cosas que le puede pasar a un deportista, que se lo premie así y pueda representar al país. Yo representé a Argentina en Sudamericanos y Mundiales, cuando era más chica, pero creo que esto lo supera. Por eso, estoy muy agradecida a Mercedes Paz quien confió en mí y me dio la posibilidad de estar en el equipo.