La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) confirmó ayer por la tarde el acuerdo al que había llegado en las primeras horas de la jornada en torno a que "se llegó de mutuo acuerdo a la rescisión de contrato" del técnico Jorge Sampaoli. Una información que se manejaba desde el momento en que el presidente de la AFA, Claudio Tapia, y Jorge Sampaoli aterrizaron en Ezeiza tras el rotundo fracaso en el Mundial.
El Zurdo ya no es el técnico de la selección. A través de su abogado, Fernando Paredes, el DT aceptó la propuesta elevada por la AFA el sábado por la tarde para finalizar el vínculo y así se terminó el suplicio para ambas partes. Hubo un acuerdo de palabra y la desvinculación se firmó ayer en una suma cercana a los 2 millones de dólares, que sería abonada en cuatro o seis cuotas.
"La situación no daba para más. La relación entre Tapia y Sampaoli estaba muy desgastada. Ya no era más el técnico desde el mismo día en que quedamos eliminados contra Francia, pero había que buscarle una salida ventajosa para ambas partes. Era mucha plata la que había que poner y no se podía asumir ese riesgo económico. Cuando el presidente Tapia dijo hace unos días que Sampaoli era el DT de la selección porque tenía un contrato firmado no mintió. No podía salir a decir que ya no era más porque todavía no se había arreglado la salida", le confió una alta fuente de la AFA a Ovación, la misma que insistía con que el ciclo del Zurdo estaba terminado.
Al final, el operativo desgaste que había activado la AFA surtió efecto para que Sampaoli se rindiera. El punto de acuerdo económico en el que se arregló la desvinculación es mucho menor a los casi 9 millones de dólares que debía desembolsar la AFA si tenía que pagarle todo el contrato, que vencía en Qatar 2022.
Los números de la rescisión
También existía una cláusula de salida al término de la Copa América de Brasil, a mediados de 2019, que reducía la indemnización a poco más de un millón. Pero de ninguna manera el titular de la AFA pensaba estirar un proceso que lo único que le trajo fueron dolores de cabeza y desilusión. Desde del adiós en Rusia, los planes de Chiqui siempre fueron otros. Mejor dicho, los conocidos.
Lograr la capitulación de Sampaoli lo antes posible, y lo consiguió.
Tapia había puesto todas las expectativas en la capacidad del Zurdo para provocar una verdadera revolución en la selección argentina. Lo veía como el hombre más idóneo para cambiarle la cara a la estructura de las juveniles y también para interrumpir esa hemorragia de frustraciones que sangraba en la selección mayor. Pero todo salió al revés de lo programado. Las juveniles siguen desamparadas y la selección que disputó el Mundial está a la intemperie.
Igual, la gota que rebasó el vaso de la paciencia de Tapia fue el pésimo manejo de grupo que tuvo Sampaoli durante la estadía mundialista en el predio en Bronnitsy. También le molestaron mucho los reiterados giros tácticos a los que sometió al equipo en Rusia. Cuando vio que Argentina jugó a cualquier cosa en los cuatro partidos se dio cuenta de que se había equivocado en la elección de Sampa. Luego con la eliminación en octavos de final encontró la excusa perfecta para empujar al entrenador hacia un callejón sin salida, que terminó con la desvinculación que se acordó ayer. El dinero para abonarle al entrenador saliente saldrá de la gratificación que le dará la Fifa a la AFA por la participación mundialista en Rusia.
Una situación insostenible
Esta salida de Sampaoli a los 13 meses de haber asumido en el cargo está lejos de sorprender a alguien. No se dio antes porque nadie quería asumir solo el costo político y económico de echarlo. Por eso siempre se habló de que la continuidad del Zurdo iba a ser el tema neurálgico en la reunión del comité ejecutivo a fin de mes.
Pero todo se precipitó porque la situación ya era insostenible y provocaba un desgaste innecesario. El mecanismo que utilizó la AFA de arrinconar al técnico cada día avanzaba con más ánimo de llevárselo puesto y mediáticamente la figura de Sampaoli provocaba un rechazo pocas veces visto en la vida de un técnico del seleccionado. Tampoco se recuerda un cruce dialéctico que levantara tanta temperatura como el que tuvieron Tapia y Sampaoli cuando el técnico dijo que "no iba a dirigir el torneo juvenil de La Alcudia" y el presidente le contestó hundiéndole el bisturí donde más les duele a las personas: "Los hombres de bien cumplen con la palabra", disparó Chiqui, ya sabiendo que desde ese lugar que había explotado era imposible volver.
También como informó oportunamente este diario, los dos técnicos que más gustan para posicionar de cara a la sucesión son Marcelo Gallardo y Mauricio Pochettino. Pero los dos son misiones inviables. El actual entrenador de Totenham firmó recientemente un contrato con su club hasta 2023. Daniel Angelici, vicepresidente de la AFA, aprovechó su viaje por Inglaterra y se interiorizó de la situación del ex jugador de Newell's, pero se encontró con el escollo insalvable del vínculo contractual. Mientras que la posibilidad de Marcelo Gallardo se cae como un castillo de arena porque el Muñeco se ubica en las antípodas de la conducción de la AFA, a la que ve muy afín a los colores de Boca.
No obstante, a Tapia lo único que lo impacientaba era darle un corte a la continuidad de Sampaoli.
Para elegir al nuevo entrenador se tomará su tiempo, analizará las opciones y buscará consenso cuando ponga el nombre del elegido arriba de la mesa en las reuniones de comité ejecutivo. Aunque eso será dentro de unas semanas, ya que Chiqui anoche viajó hacia Marbella para cerrar un convenio con el complejo de entrenamiento que será la base de operaciones de la selección argentina en Europa.
Opciones de sucesión
Hay una idea dando vuelta en la cabeza de Tapia, aunque todavía está en la instancia de maduración. Uno de los entrenadores apuntados, ante la imposibilidad de Pochettino y Gallardo, es Matías Almeyda. Seduce el espíritu joven y con aires de innovador, aunque los dirigentes aún creen que deben atar algunos cabos antes de sentarse a hablar seriamente con él y ofrecerle el cargo.
También está en las gateras una propuesta de poner a Ricardo Gareca como entrenador y a José Pekerman como mánager, una función que ya cumplió cuando Marcelo Bielsa era el técnico. En este acomodamiento de piezas también encaja la presencia de Esteban Cambiasso, quien durante el Mundial se sumó al cuerpo técnico de Pekerman en la selección de Colombia.
Ahora se abrirá la caja de las especulaciones y los rumores sobre el posible sucesor del Zurdo. Lo único concreto es que la selección se quedó sin DT, aunque eso ya no es ni noticia porque se sabía desde que Argentina quedó eliminada ante Francia.
Una campaña de 15 partidos Los números de Sampaoli como DT de la selección marcan que dirigió 15 partidos (4 en el Mundial), con 7 victorias, 4 empates y 4 derrotas. Utilizó 49 jugadores. El debut fue con un 1-0 ante Brasil, el 9 de junio de 2017.
Eliminado en octavosLa derrota de Sampaoli como DT de Argentina ante Francia por 4-3 en 8º de final se emparenta con la caída en la misma instancia pero por penales (3-2 tras igualar 1-1) ante Brasil, cuando el Zurdo dirigía a Chile en el Mundial 2014.