"Uno sabe lo que es un clásico en esta ciudad”. La frase de Miguel Angel Russo lo pinta de cuerpo entero y habla de sus sensaciones en la previa de un partido que tiene la fortuna de conocer como pocos. Pero amén de lo bien que siempre le fue, el entrenador de Central no se despachó, como era de esperar, con alguna declaración grandilocuente. Sí hizo hincapié en la necesidad de “hablar con todos” para explicarles de qué se trata la cosa, pero sin dramatizar demasiado. En la previa del choque del sábado, Russo por supuesto no confirmó el equipo y si bien habló de la situación de Facundo Mallo e Ignacio Malcorra no dio precisiones sobre si ambos podrán estar presentes.
Justamente esa situación de los dos lesionados fue la que sirvió para abrir la charla con el DT canalla, quien advirtió que “son procesos de recuperación, pero están bien los dos. Veremos con más tranquilidad hoy o mañana de hablar ellos, pero acá todo el mundo se altera cuando para nosotros es algo normal. Es una forma de llevar los procesos, pero son jugadores de experiencia y el diálogo es distinto que con un chico”.
Central arriba al clásico con resultados que no le fueron favorables. De hecho, el equipo cosechó un solo punto de los últimos nueve, por eso la consulta sobre si ese presente influye a la hora de pensar tanto la táctica como la estrategia.
“Todo tiene que ver. Uno sabe lo que es un clásico en esta ciudad y cada uno lo toma a su manera, yo lo tomo a la mía y con todos hablo como siempre lo he hecho en este club. Más allá de los rendimientos y los números, que en definitiva manejamos, hay cosas buenas del equipo y otras que tenemos que sobrellevar, que nos están costando, pero estoy conforme con muchísimas cosas. A los chicos hay que ayudarlos, contenerlos y mostrarles la otra cara de la moneda, pero es la función que me toca cumplir. Estamos bien, pero sabemos que tenemos que estar mejor y yo estoy contento porque en el club hay muchas cosas que están bien y que por ahí no se ven a simple vista”, dijo.
Y agregó: “Eso sí, me gusta ganar todos los partidos, no me alcanza con ganar de local nada más. Por ahí un resultado te tapa un montón de cosas, pero a nosotros no, por eso tengo la cabeza tranquila y estoy feliz de estar donde estoy. Me toca otro clásico y lo voy a tomar como siempre lo hice”.
Como se sabe, Russo es un entrenador que conoce como nadie el clásico rosarino, pero no se deja llevar por esas viejas sensaciones. “Yo soy muy cauto y siempre pienso lo mismo. No sabía cómo era el primer clásico que jugué y ahora pienso lo mismo. Es un clásico y sé cómo se siente y se vive en esta ciudad”, tiró, antes de hablar sobre cómo lo está viviendo el plantel. “El grupo está bien, sabíamos que en un momento algo nos podía pasar, pero con la ayuda de los médicos y los kinesiólogos buscamos mejorar ese tipo de situaciones. Por allí hay jugadores que del año pasado a este duplicaron la cantidad de minutos jugados y pueden aparecer estas cosas. Nos cayeron cuatro o cinco lesiones juntas y bueno, dios sabrá por qué y tendremos que seguir arreglando en busca de lo mejor”.
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“La gente de Central no se discute nunca, al contrario, se elogia, pero entiendo la impaciencia. Nosotros vivimos la realidad y desde el primer día venimos hablando con todos sobre lo que significa ser jugador de Central, la localía y demás. En todo eso hay cosas con las que estoy contento y otras en las que tenemos que mejorar. Acá hay que enseñarles día a día a los chicos, pero también a los que vienen de afuera y bienvenida sea la función que me toca”, abundó el DT canalla.
Se sabe que un partido de estas características puede tener implicancia, positiva o negativa, en lo que viene y en ese sentido Russo dijo: “El clásico es un clásico, después viene el resto. En lo personal no me gusta aventurar nada porque tengo mucho respeto por todo el mundo porque en esta ciudad se vive y se juega de esta forma”.
“Venimos viendo un montón de cosas”, destacó Russo ante la consulta sobre si más allá de que el equipo está acostumbrado a jugar de una manera determinada de local en su cabeza hay lugar para pensar algo distinto, teniendo en cuenta que en varios clásicos sorprendió con alguna decisión.
“Todo esto que analizamos es porque siempre buscamos elevar los niveles y trabajamos de manera permanente pero no sólo para este partido, sino para todos. Tenemos tiempo y estamos bien, después decidiremos cómo buscarlo. Por supuesto nos enfocaremos en esos jugadores que tienen lesiones”.
¿Hay algo que le diría al hincha? Russo fue contundente: “Nunca le dije nada al hincha de Central, ni antes ni después de un clásico”. Sí insistió en el concepto de la necesidad del diálogo permanente. “Con todos trabajamos de la misma manera. Los que vivimos ya situaciones de este estilo se las contamos al resto, pero sobre todo con los más chicos”.
“Hay que estar preparado para todo porque es un clásico y predecir algo en un clásico es muy difícil”, esgrimió ante la pregunta sobre si imagina un tipo de partido en particular.
Y también hizo referencia a la ola de lesiones musculares que sufrió el equipo desde el inicio de la Copa de la Liga. “Son cosas que pasan. Hay chicos que tenemos que ir llevando de menor a mayor porque les cambia la forma de entrenamientos. Nosotros no hacemos un análisis por esto que sucede ahora, sino que lo hacemos siempre. Después hay cosas que juegan, como la cabeza del jugador, la capacidad de recuperación de cada uno, si son jóvenes o de mayor experiencia. Cada jugador es distinto, pero tampoco hay un parámetro para manejarse, sino que es un aprendizaje permanente”, explicó.