Mensaje por elevación al clásico rival. Romy dijo que si le dan a elegir prefiere "perder todos los clásicos" con River y "ganar todos los años la Copa Libertadores". Una declaración picante a modo de anticipo de lo que será el 2008.
Mensaje por elevación al clásico rival. Romy dijo que si le dan a elegir prefiere "perder todos los clásicos" con River y "ganar todos los años la Copa Libertadores". Una declaración picante a modo de anticipo de lo que será el 2008.
"Boca tiene que defender el título ganado en la Copa, somos favoritos y quiero volver a ganarla", auguró Riquelme que así puso de manifiesto la trascendencia suprema que el club xeneize le otorga al máximo certamen continental.
A su vez, Román optó por no polemizar al ser consultado sobre el alejamiento de Miguel Russo como técnico: "Me tocó vivir una situación rara, cuando me fui a mitad de año estaba todo bien. Ganamos la Copa Libertadores y estábamos todos contentos".
El armador de la selección de Alfio Basile indicó no conocer "que pasó con el técnico en esos cinco meses" que pasaron hasta el viaje de diciembre a Japón para disputar el Mundial de Clubes. "No es fácil ganar la Copa en solo seis meses y Miguel lo logró", enfatizó Román a modo de defensa del DT saliente.
Otro tema que abordó Romy fue su posible influencia sobre los dirigentes del club a la hora de tomar decisiones y al mencionado conflicto con Guillermo Barros Schelotto. "Si los directivos me preguntan algo a mí, a (Martín) Palermo o a (Hugo) Ibarra, algunos periodistas lo toman a mal y empiezan a decir cosas como lo de Guillermo (Barros Schelotto)", dijo.
Riquelme aseguró que quienes hablaron de una probable pelea con el Mellizo pusieron "en duda la palabra de (Pedro) Pompilio", ya que el presidente desmintió esas versiones.
"Después del partido con Milan me tuve que aguantar que digan cosas de mí y de Guillermo, pero yo jamás voy a decir quién tiene que ser el técnico o poner y sacar jugadores", aclaró el enganche xeneize.
Mientras tanto, los dirigentes siguen en la búsqueda de las incorporaciones solicitadas por Carlos Ischia, al tiempo que el plantel sigue de vacaciones. El técnico pidió un jugador por línea y los mencionados por el momento serían el paraguayo Julio César Cáceres (ex River), Pablo Guiñazú (ex Newell’s) y Lucas Castromán (ex Vélez).
Boca acercó una oferta a los Tigres de México por Cáceres, mientras que la llegada de Castromán depende de una deuda de 100 mil dólares que el jugador mantiene con el América y un precontrato que el ex Vélez firmó con el Birmingham inglés. Mientras que Guiñazú, volante del Inter de Porto Alegre, dijo sentirse "orgulloso" de estar en los planes de Boca y reconoció que "hubo contactos". l