River fue superior y se quedó con el primer superclásico del año al imponerse anoche con justicia por 1 a 0 sobre un opaco Boca, en un partido amistoso disputado en el estadio José María Minella y correspondiente al Torneo de Verano.
El delantero colombiano Rafael Santos Borré, a los 40 minutos del primer tiempo, marcó el gol de la victoria del conjunto millonario. El elenco boquense terminó con un jugador menos por la expulsión de Julio Buffarini, a los 40 minutos del complemento, por doble amonestación.
El primer tiempo fue parejo y sin emociones, pero cerca del final de la etapa River logró abrir el marcador y a partir de esa ventaja creció y dominó a un Boca sin reacción desde lo futbolístico y lo anímico.
De esta manera, los millonarios llegan con buen ánimo de cara al reinicio de la Superliga, mientras que Boca, líder de ese certamen, cerró el verano con preocupación. Los primeros minutos fueron parejos, de ida y vuelta, pero los futbolistas jugaban apurados, con intensidad pero sin precisión, por lo que los ataques se diluían sin peligro. Cuando se jugaban 22 minutos, Ignacio Scocco reclamó airadamente penal por un supuesto manotazo de Paolo Goltz, que se arrojó al piso a cortar el paso del atacante rival, aunque el árbitro Facundo Tello consideró que la jugada fue lícita.
Con el correr de los minutos, Boca empezó a manejar más tiempo el balón, ya que lo recuperaba rápido tapando a los receptores millonarios cada vez que el conjunto de Núñez quería salir desde el fondo. En ese lapso, Boca tuvo varias pelotas paradas a favor, tiros de esquina y tiros libres, pero no supo aprovecharlas dentro de un trámite cerrado y sin situaciones de gol. Cerca del final de la primera parte, y cuando parecía que el partido se iba al descanso sin goles, llegó la apertura del marcador a favor de River. Borré peleó una pelota que parecía perdida con sus marcadores cerca del área rival, anticipó el flojo cierre de Goltz, tocó a Scocco, este devolvió la pared y el colombiano colocó el balón junto a un palo, de zurda, ante una tibia respuesta de Agustín Rossi.
River dominó con claridad el trámite en los primeros minutos del segundo tiempo e incluso pudo ampliar la diferencia, pero no tuvo puntería.
Guillermo Barros Schelotto movió el banco con Abila y Maroni buscando cambiar el juego de su equipo, que no le encontraba la vuelta al partido. Pero los recambios poco y nada pudieron hacer para torcer la historia.
Cerca del final, y cuando el pleito ya estaba "picado" por las reiteradas y cada vez más fuertes infracciones, Buffarini, que estaba amonestado, le puso el brazo en la cara a Martínez, vio la segunda amarilla y se fue expulsado.
Boca mostró las mismas carencias que en los amistosos anteriores y para colmo en esta ocasión no tuvo la capacidad de generar situaciones de riesgo, mientras que River se anotó una alegría y espera poner en cancha a sus refuerzos para ilusionarse con el reinicio de la Superliga.