Mañana comienzan los duelos de revancha para los equipos rosarinos en la flamante Copa de la Liga Profesional y ambos comparten la misma obligación: levantar la puntería en la cosecha de puntos para clasificar a la zona campeonato, ya que de lo contrario deberán consolarse con competir en el lote de los clubes de abajo, algo que por historia y aspiraciones de Newell’s y Central estará muy por debajo de las expectativas que se merecen ambas hinchadas.
Los canallas visitan a Godoy Cruz (zona 3) y los leprosos reciben a Talleres (zona 4), en ambos casos casi sin margen de error, ya que sólo una victoria los mantendrá con chances reales de filtrarse entre los dos mejores de sus respectivos grupos. En consecuencia se viene un lunes que puede ser bisagra en la suerte de rojinegros y auriazules en el certamen que cortó la sequía de fútbol doméstico tras el largo parate por la pandemia.
Es cierto que se trata de un torneo de transición y que no computa para el descenso, pero Central y Newell’s siempre deben aspirar a lo máximo en lo que juegan y clasificarse entre los doce equipos que irán por el título del certamen no suena ilógico ni es una demanda exagerada para los clubes de la ciudad. Para ello deberán ajustar la hoja de ruta y tener una cosecha de puntos casi perfecta en pos de acceder al cuadro principal. Lo contrario no sería el fin del mundo ni muchos menos, pero sí una decepción grande para los clubes de la ciudad más futbolera del país. Ambos tuvieron una floja primera rueda y es tiempo de revancha para no terminar en la ronda consuelo del fútbol argentino.
Central comenzó venciendo trabajosamente 2 a 1 a Godoy Cruz en el Gigante, con goles de Emmanuel Ojeda y Lucas Gamba. Después hizo un dignísimo trabajo ofensivo ante River, pero por las groserías defensivas cayó 2 a 1, con el descuento de Emiliano Vecchio y fue expulsado Joaquín Laso. Y la peor producción fue en la goleada que le propinó Banfield en Arroyito, un duro 4 a 2, con tantos canallas de Vecchio y Fabián Rinaudo. Ante el Taladro además el defensor Fernando Torrent sufrió la fractura del quinto metatarsiano del pie derecho y no podrá volver hasta el año que viene.
Desde las matemáticas el canalla fue de mayor a menor, aunque desde el juego el equipo del Kily aún carece de una identidad futbolística definida. La flexibilidad táctica permanente demuestra que el DT trabaja en busca de mayor consistencia para que los rivales no le conviertan goles fáciles.
El lunes empiezan las revanchas para Central y Mendoza es la primera cita. El canalla (tres puntos) no tiene margen de error ante el Tomba (todavía no sumó) si quiere forzar la definición de un grupo que tiene como líderes alejados a Banfield y River (nueve unidades). Una victoria ante Godoy Cruz le permitiría a los auriazules jugarse la vida el próximo sábado 28 de noviembre ante los millonarios de Marcelo Gallardo en busca de clasificar entre los dos primeros del grupo.
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Vecchio es el punto más alto en el funcionamiento canalla.
Está claro que Central es un equipo en formación, con un nuevo cuerpo técnico que encabeza el Kily y con una gran apuesta a pibes de la cantera, pero igualmente la camiseta exige y los de Arroyito deberán dar batalla hasta las últimas consecuencias para pujar por un lugar en la zona campeonato. Bajar los brazos antes de tiempo no iría de la mano con rica historia auriazul. Por ello el lunes puede ser el principio de la recuperación y la llama que encienda la ilusión de que Central está para más.
La ruta leprosa
Mientras que Newell’s viene de menos a más. Cayó 3-1 con Talleres en Córdoba, con el empate momentáneo de Nacho Scocco y sufrió la expulsión de Fabricio Fontanini. Luego perdió en el Coloso 0-2 ante Boca y desde allí por lo resta del torneo no tendrá al arquero Alan Aguerre por una luxación en el codo. Y la última presentación fue la goleada de visitante 4 a 2 frente a Lanús, con goles de Fontanini, Palacios, Gentiletti y Maxi Rodríguez, que reverdeció la ilusión del equipo de Kudelka.
Mañana Newell’s (tres puntos) tiene un partido de “mata-mata” ante Talleres (líder con siete unidades). El próximo rival será Boca (seis puntos) en la Bombonera, el domingo 29 de noviembre, un xeneize que está abocado de lleno a la Copa Libertadores, y la Lepra cerrará el grupo recibiendo a Lanús (4 unidades), que también está muy atento a la Copa Sudamericana donde debe chocar con Bolívar.
Así, el cotejo frente a la T es trascendental para los rojinegros, ya que una victoria apretará aún más a un grupo en el que todos tienen chances de pasar de ronda. La realidad leprosa es que antes del largo receso el equipo venía en alza, con un cuerpo técnico liderado por un Kudelka que había dotado a sus jugadores de un funcionamiento confiable y que además la llegada de Nacho Scocco potenció al equipo en calidad ofensiva. Por ello Newell’s tiene razones que lo avalan para reposicionarse en el grupo y mejorar tanto el desempeño como en la cosecha de puntos, en su afán de meterse en la zona campeonato.
No se puede soslayar a que a los equipos rosarinos les tocó medirse ante dos muy poderosos como Boca y River, pero también es cierto que los otros integrantes de sus respectivos grupos no son cucos ni adversarios invencibles. Por ello, los clubes de la ciudad deberían tener una segunda rueda más prolija y feliz en cuanto al juego colectivo, que repunten los niveles individuales y que engrosen la efectividad en la colecta de victorias.
De las seis zonas los dos mejores de cada grupo jugarán la fase campeonato por el título y por un lugar en la Copa Libertadores 2021, mientras que los terceros y cuartos de cada zona jugarán la fase complementación, cuyo campeón enfrentará a la perdedor de la final de la zona campeonato para obtener una plaza en la Copa Sudamericana 2022.
Central y Newell’s tienen tres partidos por delante para ver de qué lado están del fútbol argentino, si lo hacen entre los mejores o les toca competir con los más flojos de cada grupo. Y está claro que si coinciden, tanto en el lote de arriba, como en el de abajo, habrá clásico rosarino en el corto plazo. Ojalá estén en el paraíso, y no en el patio de atrás.