Newell’s vuelve a jugar este mediodía en el terreno que lo potencia: el Coloso. La lepra regresa a su territorio con la misión de recuperarse del duro traspié de la fecha pasada, cuando Vélez lo superó 3 a 1 en Liniers y lo dejó sin invicto en la actual Superliga. Entonces con la vuelta al parque Independencia la alineación de Frank Kudelka debe capitalizar el respaldo motivacional de sus hinchas para recomponer el funcionamiento colectivo en pos de lograr doblegar la resistencia de un rival astuto como es el Huracán que dirige Juan Pablo Vojvoda. Los rojinegros buscarán consolidar el bastión que significa jugar en un Coloso en el que el equipo se suelta, se anima a atacar desde el minuto uno y suele pasar más tiempo en el campo ajeno que el propio. Un gran oportunidad para recuperar la senda triunfal, seguir aportándole porotos gruesos a la tabla de los promedios y, fundamentalmente, para llegar con la frente alta al gran clásico que se viene, después del parate por fecha Fifa, en dos semanas en Arroyito.
El Newell’s de Kudelka comenzó la Superliga afilado y en base al funcionamiento compacto de sus líneas y con ambición ofensiva logró vencer con absoluta justicia a Central Córdoba de Santiago del Estero y Unión, en ambas ocasiones por 2 a 0, reafirmando la supremacía que los rojinegros tienen en el Coloso en los últimos tiempos (en el torneo anterior la efectividad de local fue del 61 por ciento).
Por eso hoy ante Huracán, Newell’s debe esbozar los argumentos futbolísticos que le permitan acercarse al resultado que lo pondría en el mejor escenario en la previa del clásico: la victoria.
Y precisamente a la hora de destacar el argumento principal que pretende el DT para que Newell’s supere a los rivales, figura “ser un mejor poseedor de la pelota”, según admitió el propio Kudelka. Entones lo trascendente hoy no sólo será tener el balón, sino darle el destino adecuado al mismo y la velocidad o la pausa que demande cada jugada.
En este ítem pone el foco el conductor leproso para su equipo siga creciendo. Y por ello será clave que los talentosos Mauro Formica y Maxi Rodríguez sean abastecidos en calidad y cantidad para que puedan romper los moldes de la defensa del globo. Y que también sea prolijo el pase de salida de los centrales Lema y Gentiletti, como que se ofrezcan como sorpresa los laterales Angelo Gabrielli y Mariano Bíttolo. Newell’s buscará ante Huracán asentar las bases del “equipo en construcción” que reconoció Kudelka aún es el conjunto que dirige.
En los últimos tiempos los rojinegros muestran dos caras diferentes, según el escenario en el que juegan. Es una situación que excede ampliamente la reciente gestión de Kudelka, aunque ahora esta realidad sea de su incumbencia. Porque de local Newell’s es un equipo voraz y agresivo, mientras que de visitante merma su intensidad tanto para defender como para atacar.
Por ello hoy ante Huracán debe revalidar la parte que le toca, que es volver a hacerse fuerte en el Coloso para recomponer la imagen y engrosar el promedio. Y más allá de ello, conseguir un envión que le sirva para encarar lo que viene, que es nada menos que el clásico de la sexta fecha, ante Central en Arroyito, en el que el gran desafío rojinegro será cortar la malaria que lo persigue de visitante. Aunque para el derby aún faltan 90 minutos de competencia y dos semanas de calendario.
Lo concreto es que hoy el rival es Huracán y todas las energías deben posarse en este cotejo. Para Newell’s cada partido equivale a sumar o dejar en el camino centésimas más o centésimas menos en la lucha por salir de la zona roja de los tres del fondo del promedio.
Claro que hay muchísimo camino por delante y es clave amigarse a jugar sin el temor permanente de mirar la calculadora. A la par de mejorar en lo futbolístico, Newell’s también necesita dejar la ansiedad y los nervios en el vestuario para que la pelota sea el verdadero foco de atención. Hoy el desafío inmediato es pinchar al globo y oxigenar el promedio.