Tiempo de volver a jugar. Momento de reiniciar la competencia y poner en acción la maquinaria futbolística. Newell’s arranca esta tarde ante Arsenal la recta final de las siete fechas que restan para culminar la Superliga con un objetivo inalterable: acumular puntos gruesos para recomponer el promedio y llegar con oxígeno a lo que será luego la Copa Superliga (once fechas más con las que se cerrará la temporada). Pero claro que también hay una yapa que es ilusionarse con terminar en puestos de clasificación a Copa Sudamericana. Con un equipo que a Frank Kudelka comenzó a salirle de memoria, con Maxi Rodríguez que ratificó su continuidad, sin caras nuevas entre los once ni en el banco (ver aparte) y ante un rival que fue la grata revelación del último semestre, hoy los rojinegros buscarán imponer condiciones a partir de la pelota en Sarandí, en busca de comenzar el 2020 con el pie derecho. Llegó la hora del puntapié inicial.
La pretemporada exprés llegó a su fin y tal vez el mejor “refuerzo” leproso fue haber mantenido a la totalidad del plantel (excepto Lucas Villarruel que alternaba y emigró a Liga de Quito de Ecuador). Pero la base de Kudelka se conservó en todos los sectores de la cancha, desde el arco hasta la ofensiva. Además se quedaron Aníbal Moreno y Jerónimo Cacciabue (sigue recuperándose de una dolencia muscular) ante los sondeos que hubo de equipos poderosos por contratar a los joyas rojinegras en este receso. Por eso el DT nunca entró en ebullición y trabajó para potenciar lo que tiene en su “laboratorio” de Bella Vista.
Las pruebas piloto de la etapa preparatoria fueron satisfactorias, a pesar de que los amistosos fueron en el Coloso a puertas estrictamente cerradas. Primero hubo victoria 3 a 1 ante Estudiantes de Río Cuarto, con goles de Mauro Formica (dos) y Maximiliano Rodríguez. Luego fue triunfo frente a Colón por 2 a 0, con gritos de Luis Leal y Lucas Albertengo.
Newell’s no la tendrá fácil hoy en Sarandí y será clave que pueda manejar la pelota para no pasar sofocones. Porque el único volante de marca es Julián Fernández, ya que el Gato Formica y el pibe Moreno van para adelante mucho mejor de lo que retroceden. Por eso los rojinegros deben estar precisos y veloces para terminar las jugadas con el tridente ofensivo: Leal-Albertengo-Maxi.
Es una cancha reducida, en la que una error te deja cara a cara con el arquero y en la que seguramente el calor de la tarde de Sarandí también jugará su partido. Por eso el control del balón para “acelerar” o “frenar”, será vital para tener en las manos las coordenadas del juego.
Lamentablemente será sin hinchas leprosos en Sarandí, ya que a último momento Sergio Berni negó la chance de que viajen los simpatizantes leprosos aduciendo que la ola de criminalidad que tiene Rosario en el inicio del año no era un buen antecedente para darle luz verde a esta iniciativa.
Newell’s sale a la cancha con las caras de siempre, pero la ilusión renovada. Cerró el 2019 con una enorme victoria en la visita a Independiente y tiene la ilusión de que el año nuevo comience con una sonrisa y tres puntos en el bolsillo. Tiene jugadores de “calidad” para conseguirlo, pero tendrá que refrendarlo en la cancha, donde deben justificarse las buenas intenciones que pregona su DT Frank Kudelka.