Ovación / En Buenos Aires.- Otra vez en cero. En puntos, que es lo peor. En goles, que es una consecuencia. En intención ganadora, que es algo a replantear seriamente. Definitivamente, más allá de todas las excusas que puedan buscarse. Newell's perdió en cancha de un Temperley que no mostró ser demasiado más, pero que tuvo intención, claro que lógica porque sólo así se podía salvar del descenso, lo que finalmente logró.
Y de principio a fin de los noventa y pico de minutos fue todo prácticamente igual, aunque en la primera mitad la Lepra se había quedado con un endeble 0-0. El que se rompió en el amanecer de la etapa complementaria con un 0-2 irremontable.
Hasta los 45 minutos iniciales, con estar atento, a Pocrnjic le alcanzó para defender el cero en el arco que Newell's tuvo como único objetivo. Como si fuera bueno el punto. Algo que sin dudas marca claramente la falta de pretensiones de este equipo rojinegro que sólo necesita que el final del torneo frene un andar sin destino de importancia.
Con varias atajadas normales, ni de revolcones ni tampoco sacadas del ángulo, impidió que Temperley encontrara la diferencia que buscó con poco relieve ofensivo.
Newell's fue una sombra. Estático en cuanto a intención de ataque. Ocupado en no dejarse sorprender, en no permitir que el local lo desbordara. Hasta haciendo tiempo, como se lo notó a Insúa cuando debía hacer laterales.
Sin la pelota jugó el conjunto rojinegro en esa etapa y, obviamente, sin ella nada se puede pretender. Basta con repasar que tuvo un córner recién a los 31', desperdiciado. Y un pretendido zapatazo sorpresa de Nacho Scocco a los 10' desde el círculo central que ni llegó al área.
A todo esto, Maxi Rodríguez ni tocó la pelota. No le llegó, la buscó poco y nada y al área ni la pisó. Nada que ver con el goleador afilado que se vio ante Sansinena, en el oasis del 5 a 2 del jueves.
Pero no sólo es responsabilidad de la Fiera. El juego del equipo en nada podía ayudarlo, con Tevez demasiado impreciso y Fértoli sin demasiada participación, aunque fue el mejorcito.
Entonces la pelota quedaba siempre para Temperley, pero con las intenciones de Esparza, algunas apariciones de Marcos Figueroa y el empuje de todos no le alcanzó para nada. Hizo intervenir a Pocrnjic al minuto, a los 11', 21', 27', 35', 38' y 39'.
Apenas pasaron dos minutos de la etapa final, el grito que llegó desde La Paternal, pero por el gol en el arco de Argentinos Juniors, contagió a Temperley que gritó el suyo, el del 1-0 que lo dejaba en primera, porque esta vez la pelota no fue a las manos del arquero leproso sino al fondo de la red impulsada por Figueroa.
Fue el gol de la salvación. El de primera. El que se repitió a los 6' por intervención de Esparza (la figura del celeste) aprovechando un grosero error de Advíncula. Y ahí terminó todo. Temperley controló y Newell's no cambió nada. Siguió sin poder modificar nada. Ni con el ingreso de Boyé ni con el del debutante Emiliano Franco, ni con nada. Ni siquiera porque Osella intentara con una tercera variante.
Entonces había que esperar el final, con otra derrota de Newell's como hace una semana en Rosario. Otra vez sin goles. Sin ningún premio porque no apostó ninguna pelota a ganador, y lo que es peor, no tuvo intención de serlo.