Fue rápido y furioso. A Newell's le costó apenas 26 segundos recuperar la cima del campeonato que había perdido momentáneamente en la noche del sábado a manos de Racing. Porque la Lepra tuvo en el amanecer del juego la eficacia, la precisión y la astucia ofensiva que luego no encontró más en los 89 minutos que faltaban jugar. Avivada de Nacho Scocco, que le quitó la pelota a Emiliano Papa, y definición certera de la Fiera Rodríguez para estampar un 1 a 0 que terminó siendo definitivo. Que reposicionó a los rojinegros en el techo del torneo Inicial. Ñuls aguantó la ventaja prematura y sus hinchas se fueron revoleando las remeras y gritando a los cuatro vientos que un sueño grande se está gestando en el Parque.
Es cierto que ayer Newell's fue otro, porque no tuvo ni juego ni rotación en el mediocampo y pasó la mayor parte del tiempo defendiendo cerca de Guzmán. Así, Vélez fue hasta acá el rival que más comprometió al equipo del Tata y le generó varias chances de peligro, aunque el empate nunca llegó. ¿Dónde estuvo la gran virtud de Newell's? En saber reinventarse. Porque dejó la galera y el bastón que venía luciendo y supo arremangarse en el barro, luchar, morder y defender con uñas y dientes.
Los rojinegros ayer sufrieron varios sofocones, no lograron monopolizar la pelota y como nunca estuvieron tan cerca de su propio arco. Pero afloró el amor propio para defender con enjundia el gol de vestuario que trajo la Fiera y el domingo terminó de la mejor manera en un Coloso que estuvo a reventar. Es único puntero, único invicto y con ocho sobre diez partidos jugados sin recibir goles. Razones para que superada la mitad del torneo no se pueda evitar denominar a los rojinegros con el rótulo de candidatos al título.
El arranque no pudo ser mejor para los del Tata. Porque Scocco tuvo convicción para ganarle la pelota a Papa y su centro al segundo palo encontró el toque sutil de Maxi para abrir la cuenta antes del minuto. Si los partidos se pueden ganar con un detalle, ayer Newell's lo hizo. Porque se impuso por vivo en la primera jugada y después a Vélez no le alcanzó con manejar la pelota y arrimar peligro al área del sólido Guzmán.
Con la ventaja Newell's siguió buscando y lo hizo hasta los 15 minutos, donde Vangioni remató cruzado apenas afuera. A partir de allí Vélez hizo pie en el mediocampo, Bernardi (custodiado de cerca por Cabral) y Pérez no tuvieron la precisión habitual, y los de Gareca comenzaron a arrimar peligro. Ferreyra se filtró en el área y su remate dio en el caño derecho del Patón. Luego fue Cabral el que exigió los reflejos del uno leproso.
El complemento siguió igual. Incluso Vélez fue por más. Tobio cabeceó apenas afuera a la salida de un córner y Guzmán con un manotazo desactivó un tiro libre de Insúa que pedía red. Promediando el segundo tiempo al fin Newell's pudo salir del asedio. Maxi se devoró un gol increíble con pelota dominada abajo del arco y Montoya manoteó un remate de Scocco. A esa altura ya había entrado Mateo para equilibrar el medio. Llegó el final con el rugido furioso de los hinchas celebrando una victoria trascendental para conservar el liderazgo y alimentar aún más la ilusión. Newell's esta vez supo ganar embarrado.