Newell's quema sus propios libros
Con este nuevo golpazo ante el rival de siempre, Newell’s a la vez sigue quemando los axiomas de sus propios libros. La apuesta del Ogro Fabbiani, que plantea que con jugadores grandes, experimentados, sin cepa leprosa pero comprometidos con la idea de la conducción, se podía igual hacer frente a este tipo de desafíos, comienza a chocar de frente sus máximas internas y el costo parece ser demasiado alto.
Evidentemente, esta línea en la que se inclina el DT, tampoco está dando resultados, ya que este equipo dio un paso en falso cuando se jugó un boleto a la siguiente fase en el torneo Apertura, y en este último clásico ni siquiera lo disputó con intenciones de dar pelea, se metió muy atrás y pateó una sola vez al arco rival.
En este momento, sólo asoman los cuartos de final de Copa Argentina como elemento de flotación para un ciclo que ya navega entre más dudas que certezas.
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Banderas que Newell's fue perdiendo
Para tratar de comprender este fenómeno vale repasar los distintos planteles que presentó la selección argentina en las últimas 50 competencias oficiales como la Copa América y en los Mundiales; y también la gran cantidad de chicos que nacieron en los campos de juego de Bella Vista, que nutrieron al plantel de Newell’s y, además, a muchos de los equipos del fútbol argentino.
Lejos quedaron aquellas épocas de oro como el último lustro de la década del 80’, donde Newell’s enfrentó 9 veces a Central y sus 11 jugadores titulares habían nacido en el club.
En este lapso, por ejemplo, los leprosos habían eliminado a los canallas del torneo clasificación 1988/89, al ganarle 5 a 3, con dos goles de Adrián Taffarel (uno de penal), dos de Gabriel Batistuta y uno de Víctor Ramos, en cancha de Ferro.
Ese martes 13 de junio de 1989, el equipo dirigido por el Piojo Yudica formó con Carlos Panciroli; Miguel Fullana, Jorge Theiler, Jorge Pautasso y Roberto Sensini; Gerardo Martino, Juan Manuel Llop, Eduardo Berizzo y Roque Alfaro; Gabriel Batistuta y Adrián Taffarel. En esa oportunidad, los dos que entraron también fueron de la casa: Víctor Ramos y Mauricio Pochettino.
Con mayoría de cepa rojinegra
Ya en la década del 90’, algún futbolista no nacido en las inferiores se iba mezclando en la alineación titular ante Central. Como por ejemplo, el Panza Mario Hernán Videla y Oscar Tedini, en los clásicos disputados en la temporada 1989/90; o Ariel Boldrini cuando el equipo del Loco Bielsa ganó 4 a 3, en Arroyito en el Apertura 1990 y 4 a 0 en el parque Independencia, en el torneo Clausura 1991, donde el cotejo se suspendió a los 88’ por incidentes con la parcialidad auriazul.
Luego vino un triunfo ante Central que perdurará para siempre en la memoria del pueblo leproso. Con un equipo alternativo, el 8 de marzo de 1992, Newell’s se impuso 1 a 0 a Central en condición de local, con gol de Cristian Domizi, quien tenía 22 años y era el único de los 11 futbolistas titulares que no había surgido de la cantera rojinegra.
En los años siguientes, antes de entrar en el siglo XXI, futbolistas que no jugaron en las inferiores, varios extranjeros, se metieron entre los titulares ante Central. Así aparecieron nombres como los paraguayos Daniel Navarro, Alfredo Mendoza, Carlos Morales Santos y Carlos Torres; el boliviano Julio César Baldivieso; los brasileños Duda y Ricardo Rocha y el búlgaro Velko Iotov.
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El primero con más de afuera
El primer clásico de su historia, que Newell’s jugó con más incorporaciones que chicos de la casa fue el del Apertura 1997, cuando los rojinegros perdieron 4 a 0 en el Gigante, y el partido quedó inconcluso a los 65’ por inferioridad numérica de la visita.
Aquel 23 de noviembre de 1997 ante los canallas, Newell’s presentó entre los 11 titulares ante Central a seis jugadores que no sabían lo que era jugar un clásico en inferiores: Sergio Goycochea, el uruguayo José Herrera, Ricardo Rocha, Claudio París, Mariano Dalla Libera y Víctor Muller. Y los cinco de la casa en la alineación titular fueron Juan Pablo Vojvoda, Gabriel Heinze, Julio Saldaña, Pablo Guiñazú y Julio Zamora.
Newell's volvió a las fuentes
Antes de ingresar en el nuevo milenio, Newell’s, dirigido en esa ocasión por el profesor Jorge Castelli volvió a jugar un clásico con todos los titulares nacidos en la cantera rojinegra, y el resultado fue favorable y todo estuvo a la vista.
El 7 de marzo de 1999, en la primera fecha del Clausura de ese año, la Lepra goleó 4 a 1 a Central con este equipo: Sebastián Cejas; Fernando Crosa, Diego Crosa y Fabricio Fuentes; Julio Saldaña, Diego Mateo, Lucas Bernardi y Daniel Fagiani; Damián Manso (70’ Jorge Priotti); Matías Gigli (45’ Pablo Guiñazú) y Germán Real (61’ Nicolás Pavlovich).
No solo los 11 iniciales, sino los tres que ingresaron desde el banco se formaron en el predio de Bella Vista.
Aunque en el siglo XXI, todo se fue dinamitando en cuanto a la cantidad de chicos de las inferiores de Newell’s en los clásicos hasta llegar a este presente donde batió un récord negativo sin presencia de castalepras ante Central.
Los de afuera, con más lugar
Algo que ya se venía amagando que iba a pasar por los equipos que presentaba Newell’s, donde las incorporaciones tienen más lugares que los pibes y los que llegan cuando se están asentando (caso Tomás Jacob y Mateo Silvetti en los últimos tiempos) se van del club.
Antes del cotejo clásico del sábado, el récord de Newell’s con menos jugadores como titulares ante Central, había sido el 10 de agosto de 2024, cuando los canallas ganaron 1 a 0, en el estadio Marcelo Bielsa, en el Parque, con gol de Malcorra.
Aquel día fue Panchito González quien salvó los trapos de la cantera rojinegra, ya que los otros diez futbolistas titulares no eran de las inferiores del club: Ramiro Macagno, Augusto Schott, Víctor Velázquez, Saúl Salcedo, Ángelo Martino, Juan Ignacio Méndez, Rodrigo Fernández Cedrés, Ever Banega (otro con sentimiento leproso, pero como hincha y sin pasado formativo en Bella Vista), Lucas Besozzi y Juan Ignacio Ramírez.
Este último sábado, en el choque en el Gigante de Arroyito, por la 6º fecha del torneo Clausura, Newell’s formó con Juan Espínola; Alejo Montero, Luciano Lollo, Fabián Noguera, Víctor Cuesta y Ángelo Martino; Martín Fernández y Ever Banega; Luciano Herrera, Cocoliso González y Gonzalo Maroni; todos jugadores que no fueron formados en las divisiones inferiores de la entidad rojinegra. Todo un síntoma. Toda una señal.
Las decisiones erradas, los cambios permanentes de entrenadores y de responsables de las divisiones inferiores, los refuerzos que no sostienen ni ayudan, la falta de proyectos a largo plazo y de apoyo para los jóvenes que surgen de la cantera, los cambios de estilos, de formas y de dirección en los lineamientos futbolísticos, generaron este marco angustiante y conspirador que se devora y atenta contra cualquier intento, que vuelve todo más complicado, y que llena de nubarrones el horizonte.
Datos: Carlos Durhand