En este Newell’s, que está versionando Gabriel Heinze, siempre se reclama el máximo esfuerzo en cualquier circunstancia, mucho más cuando el equipo afronta adversidades dentro del campo de juego. Esos requerimientos se potencian cuando el equipo se queda con uno menos, por la expulsión de algún compañero. Esa condición se valora como un atributo diferencial y no se negocia, sobre todo puertas adentro.
En ese rubro, uno de los jugadores que siempre da la cara en este tipo de situaciones y que con generosidad y enorme despliegue muestra el camino hacia una reacción es el colombiano Jherson Mosquera.
Estas respuestas se apoyan en un trabajo físico del cuerpo técnico que potencia los rendimientos colectivos e individuales. Este Newell’s no se siente menos que nadie en ese aspecto, y sabe apretar los dientes, ir al piso y dejar el alma cuando las necesidades de ocasión lo piden. Detrás de eso hay un respaldo que genera herramientas de respuesta, y se nota.
En ese sentido, es válido destacar la muy buena base física que tiene este plantel, que está afrontando la doble competencia que imponen la liga y el Copa Sudamericana, sin una gran cantidad de lesionados, y los que ingresan se muestran a la altura del resto.
La irregularidad que exhibe el conjunto leproso en la liga es producto de cuestiones futbolísticas, nada tiene que ver lo físico. Es más, desde esta escala de rangos casi siempre impone condiciones, saca ventajas y llega entero a convertir goles determinantes en los tramos finales de los partidos. Ese es un plus que hoy sustenta su lucha.
Mosquera arribó a Newell’s en el último mercado de pases proveniente de Deportivo Pereira y encarnó una puja por el lateral derecho con el uruguayo Armando Méndez. En esa pulseada, cuando mostró algunos bajones en su nivel, recibió gestos de críticas de los hinchas. Sin embargo, el colombiano nunca bajó los brazos y en esa rotación permanente que plantea el Gringo en ese puesto, siempre trató de dar el máximo, aún cuando no le salían las cosas como pretendía.
En este marco que acompaña su tránsito en la entidad del Parque, Mosquera fue gran protagonista en los cotejos en los que Newell’s sufrió expulsiones en este ciclo.
En este torneo, frente a Banfield y Godoy Cruz, fue uno de los bastiones de la rebeldía ante situaciones de expulsiones de compañeros (las dos veces fueron tarjetas rojas previas para Willer Ditta) y definió esos cotejos con golazos en tiempo adicional.
Evidentemente, las responsabilidades no lo excedieron y ofreció su velocidad, su tranco largo y su corazón hasta el último minuto. Y allí, le saca ventajas a los rivales. Esa postura de entrega y sacrificio, resume y define su espíritu.
Mostró lo suyo
El de Mosquera es otro ejemplo de carácter deportivo, que ante escenarios de cuestionamientos prefiere apuntar al perfil bajo para volver a retomar bríos.
El marcador de punta colombiano, con rasgos muy distintos a Méndez, muestra sus virtudes para seguir escalando lugares en el escalafón de preferencias de Heinze.
Generalmente, le gusta tirarse hacia adentro cuando empieza a escalar por su sector. Eso lo lleva a terminar muchas jugadas dentro del área. Por eso no sorprendió en el gol que le convirtió al Tomba, su aparición fantasmal tras una cesión del incansable Iván Gómez.
Por su parte, “Hulk” Méndez es de ir más directo y pegado a la raya de la banda derecha.
Desde esa plataforma de entrega, el colombiano dejó atrás las dudas sobre su aporte y reconstruyó su puesto de batalla para conseguir la titularidad en ese lateral.
Tres expulsiones
Newell’s sufrió tres expulsiones en lo que va del ciclo Heinze. Todas fueron sobre defensores colombianos: dos a Ditta y el otro fue el propio Mosquera, quien vio la roja tras la finalización del duelo con Tigre, por eso no se puede analizar desde su incidencia en el desarrollo del cotejo.
La primera roja se dio en la 4ª fecha de la liga. Fue un 2-0 sobre Banfield, de noche y en el Coloso. Y en esa ocasión los goles fueron señalados por Velázquez (83’) y Mosquera (92’). El expulsado fue Ditta, a los 54’, por doble amarilla. El equipo jugó 38’ con uno menos y Mosquera hizo el segundo gol. Ante ese panorama, Heinze metió a Mansilla por Menéndez para rearmar con 4 atrás, y Mosquera sentenció el pleito sobre el cierre tras una gran corrida.
En tanto, en la 15ª fecha, al finalizar un 2-2 contra Tigre, de visitante, con goles de Aguirre (2’) y Ferreira (87’), Mosquera fue expulsado ya terminado el partido, por protestar.
Y, en la 18ª jornada de la liga, en el reciente 2-0 contra Godoy Cruz, de noche y en el Parque, la lepra se impuso con tantos de Recalde de penal (25’) y Mosquera sobre el cierre (93’). Ahí también fue expulsado Ditta, a los 50’, por una fuerte falta a Cristian Nuñez. Así Newell’s jugó con uno menos hasta los 80’, cuando fue expulsado el Enzo Larrosa, del bodeguero. Esta vez ingresó Ortiz (a los 53’) para rearmar con cuatro en el fondo. Y, al final, ingresó Mansilla (a los 77’) para meter cinco atrás. Mosquera definió el pleito tras un pase de Iván Gómez, con una resolución propia de un delantero.