¿Habrá pedido que le compren un celular o fue una telefoneada a alguien que no le atendió? Por el gesto adusto, pareció que la segunda opción es la correcta. Mucho se habló ayer en España sobre ese gesto de Lionel Messi tras marcar el gol (24') que inició el camino a una nueva goleada de Barcelona en la liga española, esta vez por 5-0 a Celta. Hizo otro, el quinto (64'), pero ahí no llamó a nadie. Igual, la Pulga no es de hacer demasiados llamados de atención, aunque últimamente parece una nueva costumbre de la estrella argentina, si no basta con repasar el enojo que demostró al no gritar los goles en el partido del pasado 19 de febrero frente a Leganés (2-1 con un penal sobre la hora), luego de perder feo 4-0 ante Paris Saint Germain por la Champions League el 15 de febrero. Sin embargo, en el siguiente cotejo volvió a convertir y festejó con todo el 2-1 que le convirtió sobre el final al Atlético de Madrid del Cholo Simeone y celebró normal el primer tanto en el 6-1 ante Sporting de Gijón.
Messi está en todas, porque también participó de las otras jugadas que terminaron en goles ante Celta, justo un equipo que dirige el también argentino Eduardo Berizzo, con quien también Leo tiene la particularidad de un vínculo leproso.
El rosarino ya había estrellado un remate en el palo cuando a los 24' diseñó uno de esos goles que serán recordados por su espectacularidad: recibió de espaldas a casi 40 metros del arco, giró y luego de once ligeros toques de pelota superó a tres rivales y desde el límite del área remató con un tiro seco y preciso con el que venció la resistencia del arquero.
En el segundo grito barcelonista (40') combinó con Rakitic y se la cedió al brasileño Neymar, que se la picó al dueño del arco de Celta. En el tercero (57') le metió un pase filtrado a Rafinha, quien descargó en el croata Rakitic para que se anotara con su remate a la red, y en el cuarto (61') envió el tiro de esquina que conectó Umtiti.
El quinto fue suyo, con otra conducción de pelota más horizontal y un remate preciso entre las piernas de su compatriota Facundo Roncaglia, sorprendiendo al arquero, que esperaba el clásico latigazo al palo más lejano.
Otro dato a tener en cuenta de la goleada del Barsa en su estadio es por las cifras: un 5-0 que tiene estrecha relación con lo que puede llegar a ser capaz este equipo. Es que este rival fue quien le propinó un 4-3 en contra en el cotejo jugado en Vigo el 2 de octubre. Una situación que si se compara con el 0-4 en París que pareció ya dejar sin chances al equipo blaugrana para seguir en la Champions, de darse otro 5-0 en el Camp Nou en la revancha de este miércoles les permitiría a los dirigidos por Luis Enrique avanzar a los cuartos de final.
Además, esto puede relacionarse con la situación del entrenador, quien avisó el miércoles pasado que a fin de torneo dejará de dirigir al equipo y esto no incidió en el rendimiento del equipo.
Claro, también está lo futbolístico relacionado al torneo, en el que Barcelona hoy se mantiene como líder provisorio con 60 puntos, uno más que Real Madrid (también ganó y lo hizo por 4-1 sobre Eibar), aunque los merengues tienen un partido pendiente justamente frente a Celta. Mientras que tercero está Sevilla con 55 (juega mañana en cancha de Alavés) y hoy puede quedar cuarto el Atlético de Madrid de Simeone (46) si derrota a Valencia porque de esa manera superaría la línea de Real Sociedad (48).
Y quedó un último dato pendiente en relación a Messi: con los dos goles de ayer y como su compañero Luis Suárez (19) no la metió y tampoco el portugués Cristiano Ronaldo (18) para el Madrid, la Pulga sigue bien arriba como máximo artillero con 23 conquistas.