Diego Novaretti, Emanuel Brítez, Diego Zabala, Ciro Rius, Lucas Gamba y Sebastián Ribas. Seis refuerzos que arrancaron el último partido del año, nada menos que frente a Boca. Pero un dato saliente: ninguno de ellos se metió por la ventana por algún motivo de fuerza mayor o para cubrir algún hueco. Por ahí Ribas se vio beneficiado por la baja de Riaño, pero el uruguayo ya venía con dos encuentros de titular. No suele pasar muy a menudo que todos los refuerzos se adapten y rindan. No es el caso tampoco de Central, pero a la vista de los resultados y de la participación de los futbolistas que llegaron en el último mercado de pases, el balance arroja para Diego Cocca un saldo positivo.
No fueron pocos los refuerzos que Central sumó en el último receso. De allí la dificultad para que todos pudieran gozar de un lugar en el equipo titular. No obstante, el correr del torneo mostró que la gran mayoría siempre tuvo la venia de parte del entrenador. Por supuesto con rendimientos dispares, porque hubo quienes gozaron del espaldarazo de entrada y después terminaron perdiendo el puesto, otros que nunca dejaron la titularidad y hasta quienes debieron esperar hasta que les apareciera la oportunidad.
A excepción de Colazo (el otro que llegó a mediados de año), todos jugaron la mayoría de los partidos, no siempre como titulares, pero sí fueron alternativa de recambio para el técnico.
Este análisis que se hace con la primera parte del torneo ya como parte de la historia tiene que ver con que se avecina un nuevo mercado de pases y, por supuesto, la intención tanto del cuerpo técnico como de la dirigencia será apuntar bien para achicar al mínimo el margen de error.
Hace meses Cocca entendió que el plantel merecía un recambio importante y por eso fue en busca de varios nombres. Fue así que llegaron siete futbolistas como refuerzo. Es cierto que cada uno tuvo sus características. Por ejemplo a Brítez, sin dudas uno de los más regulares del equipo, no lo contaba como marcador de punta por izquierda y su actuación resultó una grata sorpresa en Arroyito, incluso para el entrenador. En su círculo íntimo el DT comentó más de una vez que su intención era utilizarlo como central o, en su defecto, como marcador por la punta derecha, pero nunca por la izquierda. Mucho menos después del mal resultado que dio aquel experimento en Paraguay, en el amistoso contra Olimpia, en el que el ex Unión e Independiente tuvo una flojísima actuación. Lo cierto es que con el correr de los partidos el defensor se fue asentando y se transformó en uno de los pilares de la defensa.
Resulta demasiado sencillo analizar los rendimientos de Rius y Gamba si el ojo se pone exclusivamente en el aporte goleador. De hecho el ex Defensa y Justicia es el máximo artillero del equipo, con cuatro conquistas. Y no sólo eso, sino que es uno de los pocos (junto a Ledesma, Molina y Gil) que no perdió la titularidad.
Lo de Gamba fue similar pero tuvo que esperar un poco más para jugar. Es que no sólo llegó en la previa de la segunda fecha, sino que por ese entonces Maximiliano Lovera era titular indiscutido. De igual forma, el atacante ni bien pudo abrirse camino aprovechó su oportunidad. Sólo se quedó afuera del clásico, aunque ingresó en el segundo tiempo.
Aun sin haber rendido en la medida que se esperaba, Zabala tuvo también el aval de Cocca para jugar. Y en este caso en particular mucho se debió a decisiones de Cocca. Porque al uruguayo se lo pensó siempre como volante por derecha, pero el técnico lo utilizó en los primeros siete partidos por el otro carril. Hasta que decidió excluirlo de los once. Pero estuvo lejos de tratarse de un castigo. Fue simplemente para buscar otra alternativa en un puesto en el que siempre le costó hallar un buen intérprete. Pese a ello, la confianza de parte del técnico hacia el volante nunca decayó. De hecho en los tres últimos partidos de local (Godoy Cruz, Aldosivi y Boca) lo incluyó desde el primer minuto.
Hoy Novaretti es titular indiscutido (sobre todo si Caruzzo se va, como todo parece indicar) y de no mediar nada raro estará entre las prioridades de Cocca de cara a la segunda etapa del torneo. Más difícil parece tenerla Ribas, quien sí corrió la carrera detrás de Riaño. Jugó el clásico porque Gamba tuvo una molestia y después pudo jugar cuando el ex Boca y Unión (entre otros) se lesionó. De todas formas su aporte fue importante desde el gol: marcó de penal contra Aldosivi y en el triunfo contra Boca.
No hay dudas de que lo de Colazo fue el aporte más liviano. Le costó ponerse a punto desde lo físico y cuando le tocó (casi siempre ingresando desde el banco) no logró marcar diferencias. Encima en las últimas fechas sufrió una lesión importante en el aductor.
De los siete apuntados en el semestre anterior, Cocca utilizó a todos y la mayoría formó parte del equipo base del entrenador. Seis fueron titulares en el último partido.
Marco Ruben ya es una realidad y seguramente el DT apuntará al menos a uno o dos nombres más. Más allá de la cantidad que lleguen, Cocca intentará poner la mira en nombres que, como ocurrió con los últimos que llegaron, puedan hacer un buen aporte.