Aquella tarde salió a la cancha con: Bernardino Nuin; Adolfo Celli e Isidoro Bourguignon; Alfredo Luis Chabrolín, Filedolfo Salcedo y Alejandro Grenón; Humberto Libonatti, Julio Libonatti, Atilio Badalini, Blas Saruppo y Ernesto Celli.
Por tiros de esquina
El 10 de diciembre de 1949 obtuvo su primer campeonato oficial en los torneos organizados por la Asociación del Fútbol Argentino. Fue la Copa Escobar de 1949. Un torneo no regular, poco difundido por los medios periodísticos actuales, pero de gran difusión en el pasado. Este campeonato era de carácter oficial con los mismos derechos estadísticos que cualquier torneo en la actualidad.
La Copa Escobar la jugaban los primeros siete equipos de la tabla de posiciones del torneo anual y era por eliminación directa. El campeón iba directamente a semifinales. La primera jornada la disputaban los equipos que ocupaban del 2º al 7º puesto. Los partidos se realizaban en un mismo estadio ante más de 25.000 personas según el diario La Capital de la época. Usualmente duraban 30 minutos y en caso de empate pasaba a la siguiente ronda el equipo que hubiera tenido mayor cantidad de córners durante el partido.
En 1949, Newell’s ocupó el quinto puesto del torneo regular y adquirió el derecho a jugar la Copa Escobar. En los tres cotejos que disputó presentó el mismo equipo: Eusebio Chamorro; Atilio José Miotti y Héctor E. Pérez; Orlando José Peloso, Juan Bautista Romo y Roberto José Puisegur; Raúl Osvaldo Contini, Juan Armando Benavídez, Heraldo Antonio Taveri, Elio Rubén Montaño y Marcelo Víctor Ortigüela.
El 9 de diciembre de 1949 le ganó 2-1 a San Lorenzo en cuartos de final con dos goles de Montaño en cancha de Huracán. Un día más tarde, en Independiente, venció 1-0 a Vélez en semis con tanto de Taveri y esa misma tarde jugó la final ante Racing, que había sido el campeón en el torneo anual de 1949. El último cotejo duró 40 minutos y en un partido electrizante, que igualaron 2-2 (Ortigüela y Benavídez), los rojinegros se alzaron con el título porque durante el desarrollo tuvieron cuatro tiros de esquina contra dos de los albicelestes.
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Marito Zanabria se cuelga del alambrado para celebrar el título del 74’.
Su mayor orgullo
El Metropolitano de 1974 fue el cuarto título que logró Newell’s oficialmente en Argentina. Un grito inolvidable en cancha del eterno rival que lo ubicó en la consideración de los actores importantes del fútbol argentino. Un equipo y un sello distintivo que comenzaba a exponer el ADN de su juego. El valor y el coraje para forjar ese primer título en ese escenario, tan particular. Un guiño del destino. Ese conjunto, tras 21 partidos en los cuales cosechó 12 triunfos, 5 empates y 4 derrotas clasificó a la ronda final. En ese petit torneo, que se disputó en cancha neutral, Newell’s le ganó 3-2 a Huracán con goles de Ribeca, Santamaría y Obberti, en cancha de Central. Luego venció 1-0 a Boca en el estadio de Huracán con gol de Obberti.
Mientras que en aquel histórico 2 de junio de 1974, tras ir perdiendo 2-0, a puro coraje consiguió igualar 2-2 ante Central en Arroyito con goles de Capurro y Zanabria y se adjudicó el título. En ese día imborrable que quedó grabado a fuego en las páginas de gloria del club, el elenco de Juan Carlos Montes formó con: Alberto Carrasco; Andrés Rebottaro, José Luis Pavoni, Armando Capurro y Osvaldo Pastor Barreiro; Carlos Picerni, José Berta y Mario Zanabria; Santiago Santamaría, Alfredo Obberti (84’ Arsenio Ribeca) y Juan Ramón Rocha (69’ Manuel Magán).
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Almirón y Alfaro llevan en andas a Yudica en el brillante campeón del 87/88.
Todos de la casa
Tras el valioso legado que dejó Jorge Solari apareció uno de los equipos más vistosos del club. El conjunto de José Yudica en el torneo 1987/88 salió campeón con mucho fútbol, con holgura, y con todos hombres formados en la cantera del Parque, un logro que sirve para tomar dimensión de lo obtenido. Muchos lo consideran el mejor Newell’s de todos.
Aquel conjunto disputó 38 partidos, de los cuales ganó 21, empató 13 y perdió 4. Se aseguró el título dos fechas antes, el 21 de mayo de 1988, al ganarle 6-1 a Independiente con dos goles del Yaya Rossi (uno de penal), dos de Alfaro, Sergio Almirón y Balbo. Ese equipo salió a la cancha ante los diablos rojos con: Norberto Scoponi; Fabián Basualdo, Jorge Theiler, Jorge Pautasso y Roberto Sensini; Juan Manuel Llop, Gerardo Martino, Roque Alfaro y Juan José Rossi; Abel Balbo y Sergio Almirón.
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La irrupción de Bielsa le cambió la historia a Newell's.
La era Bielsa
A principios de 1990 apareció la emblemática figura de Marcelo Bielsa. Un entrenador que venía de dirigir en las inferiores rojinegras y saltó al gran ruedo con muchos jugadores que tuvo en etapas anteriores. Por sus logros, por la firmeza de sus conceptos y la coherencia de su mensaje, por la capacidad de comprometer y comprometerse, representó un manual de dirección y conducta. El Loco le cambió la historia al club, incluso por encima del fútbol. Y esa sanguínea transmisión fue reconocida después con el nombre del estadio leproso. Así, con esas llaves de agradecimiento, su sobrevuelo permanente por el Parque se eternizó.
Bielsa ganó el Apertura 90 (11 triunfos, 6 empates y dos derrotas), que en ese momento no entregaba estrella. Con ese torneo, Newell’s logró el derecho de disputar la final de la temporada 1990/91 ante Boca que fue el ganador del Clausura 91.
En la ida, que se jugó en cancha de Central, ganó la lepra por 1-0 con gol de Eduardo Berizzo, mientras que en la vuelta en la Bombonera se impusieron los xeneizes por el mismo marcador por lo cual fueron a los penales y allí prevaleció Newell’s. Aquel 9 de julio de 1991, en el inolvidable barro de la Boca los rojinegros formaron con: Norberto Scoponi; Fabián Garfagnoli, Juan Manuel Llop, Mauricio Pochettino y Miguel Fullana; Gerardo Martino (37’ Juan Carlos Roldán), Eduardo Berizzo y Julio Saldaña; Julio Zamora, Ariel Cozzoni (89’ Ariel Boldrini) y Cristian Domizi.
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Martino y Bielsa en la noche de bautismo del Coloso con el nombre del loco.
En tanto, junto al título que ganó con Bielsa en el Clausura 1992, la lepra ese año llegó a la final de la Copa Libertadores que perdió con San Pablo. En aquel certamen, Newell’s ganó 11 partidos, empató 7 y perdió solamente uno, y se aseguró el título mirando la televisión. Ya que el viernes 3 de julio de 1992 un empate 0-0 entre Deportivo Español y Racing en Avellaneda dejó sin chances al equipo gallego de alcanzar al de Bielsa. Dos días más tarde, los rojinegros, ya campeones, igualaron 1-1 ante Platense en Vicente López (gol de Ricardo Lunari) con esta formación: Norberto Scoponi; Gustavo Raggio (54’ Aldo Soria), Fernando Gamboa, Juan Manuel Llop y Mauricio Pochettino; Julio Saldaña, Eduardo Berizzo, Alfredo Berti y Julio Zamora; Cristian Domizi (46’ Ricardo Lunari) y Alfredo Mendoza.
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Vella, Borghello y el burrito Ortega festejan en 2004.
El del Tolo
El penúltimo título en el país fue en el Apertura 2004, con la conducción de Américo Rubén Gallego, otra figura de cuna rojinegra que se dio el gusto de festejar como técnico. Ese equipo fue utilitario, no brillaba pero se apoyaba en la seguridad de las manos de Villar, en la magia del Burrito Ortega y en la temporada extraordinaria que tuvieron Fernando Belluschi y Guillermo Marino. En ese Newell’s comenzaba a asomar Ignacio Scocco.
En aquel certamen, fue campeón con 36 puntos tras lograr 10 triunfos, 6 empates y 3 derrotas. En la última fecha, que se jugó el 12 de diciembre de 2004, perdió 2-0 ante Independiente en Avellaneda, pero un empate en Liniers entre Vélez y Arsenal por 1-1 le permitió a los rojinegros dar la vuelta olímpica. Aquella tarde en la doble visera los del Tolo salieron con: Justo Villar; Luciano Vella, Julián Maidana, Sebastián Domínguez y Germán Re; Fernando Belluschi (59’ Héctor Damián Steinert), Javier Ariel Rosada (46’ Ariel Zapata), Guillermo Marino y Arnaldo Ariel Ortega; Iván Borghello (46’ Rubén Capria) e Ignacio Scocco.
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El Tata vino a salvarlo del descenso y salió campeón en 2013.
Alto vuelo con el Tata
El club del Parque volvió a tocar el cielo con el regreso de su hijo más querido, Gerardo Martino. En un momento de máxima necesidad, con la exigencia del promedio, el Tata tomó la batuta de un equipo que voló muy alto y que jugó tan bien que forzó una nueva discusión sobre el mejor de los Newell’s campeones.
Con retornos de referentes como Maxi Rodríguez y el Gringo Heinze, ese equipo apostó por un fútbol que enamoró a todos. Juego horizontal al máximo nivel, siguiendo la idea de apostar siempre por el pase, muy cercano a la perfección. Y que siempre encontraba el mejor final con la máxima versión de Scocco.
Fue tan bueno lo realizado por ese conjunto que Barcelona puso los ojos en el parque Independencia y se llevó al Tata. Esa fue la última vuelta olímpica, hace una década. El miércoles 19 de junio de 2013, Lanús no pudo darle vuelta el partido a Estudiantes y el equipo de Martino se quedó con el torneo Final 2013. El equipo que prácticamente aseguró el título al ganar en Rafaela por 3-0 formó con Nahuel Guzmán; Marcos Cáceres, Santiago Vergini, Gabriel Heinze y Milton Casco; Pablo Pérez Lucas Bernardi y Víctor Figueroa (90’ Fabián Muñoz); Martín Tonso (74’ Horacio Orzán), Ignacio Scocco (87’ Maximiliano Urruti) y Maximiliano Rodríguez. En ese partido en Rafaela, el público local se levantó para aplaudir la tremenda performance de ese Newell’s que llenaba los ojos y emocionaba.
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La Fiera y el Gringo fueron dos emblemas del gran equipo de Martino.
Además de los 9 campeonatos a nivel nacional, los rojinegros tienen en su palmarés 17 campeonatos oficiales a nivel local antes de ingresar a los torneos de AFA en 1939: Copa Pinasco 1905 y 1906; Copa Vila 1907, 1909, 1910, 1011, 1913, 1918, 1921, 1922 y 1929, Copa Estímulo 1925, Torneo Gobernador Molinas 1931, 1933, 1934 y 1935; y Torneo Estímulo 1933.
Datos: Carlos Durhand