“Soy feliz por todo lo que estoy haciendo y más en este ambiente de la medicina. Después del fútbol, que fue lo máximo que me pasó en lo personal, la salud fue mi otra debilidad. Desde chico además de jugar a la pelota soñaba con la medicina. Sabía que en algún momento iba a poder darle una mano o asistir a otra persona. Y gracias a Dios todo se cumplió. El día a día en este momento de cuarentena lo tomo como si fuera a jugar una final de campeonato. Apenas subimos a la ambulancia junto a los médicos, ahí comienza otra historia de vida donde todos pedimos y deseamos que nos salga bien. El fútbol y la salud son mis dos pasiones”, contó Faustino Héctor Mellado, aquel gran enganche de Argentino que logró el ascenso a la B Nacional, pasó por Newell’s, Rosario Central y varios equipos del ascenso y quien actualmente trabaja como enfermero del Sies en la Municipalidad de Granadero Baigorria.
La historias de vida en tiempo de cuarentena se van conociendo con el paso de los días. En esta ocasión, Mellado no es la excepción. El ex jugador salaíto, leproso y canalla cambió los botines hace 5 años, tras vestir la última camiseta de Aguirre, por una indumentaria sanitaria. Y en diálogo con Ovación contó sus sensaciones en estos momentos de pandemia.
“Es un orgullo servir a la sociedad y más en una situación tan delicada. Trabajo más de 12 horas arriba de la ambulancia, atendiendo diferentes situaciones en todo el cordón industrial, Granadero Baigorría, Capitán Bermudez, Fray Luis Beltrán y Ricardone. Además hago guardias en un auto para un equipo de salud de la empresa Ecco”, describió Mellado.
En el repaso de su rutina, Mellado detalló el día a día en el Sies. “Ingreso a las 7 y salgo al otro día a la misma hora. Hacemos 24 horas y después nos tomamos un día completo para descansar. Además de cumplir con el equipo de salud también estoy haciendo guardia domiciliarias y consultas en la noche, de 0 a 8”. A full, sin dudas. “En esta cuarentena que vivimos fueron días muy complicados pero siempre el trabajo en equipo pudo sacar adelante las emergencias del ciudadano que nos tocó asistir”, relató Tino, como todos lo conocen.
Mellado jugó en once instituciones, se retiró vistiendo la camiseta de Coronel Aguirre en el 2015 y se dedicó a trabajar en su segunda pasión: la salud. “Recuerdo que cuando estaba jugando en Aguirre, de la mano de Marcelo Vaquero, llegué un lunes y antes de entrenar le dije: «Profe, no voy a jugar más al fútbol. A partir de hoy soy un ex jugador». Vaquero no entendía nada y desde ahí comencé a trabajar en una ambulancia de Baigorria. Comencé como chofer y después hice los cursos de phtlc y RCP avanzado. Pasé a trabajar en urgencias y emergencias de enfermero, asistiendo a los médicos, haciendo inyectables, electrocardiogramas y todo lo que me digan”, contó el Tino Mellado.
Antes de dedicarse a un trabajo más anónimo pero de mayor importancia social, la carrera de Mellado comenzó en Argentino y su debut en la primera local fue a los 15 años, como Javier Cámpora en 1º de Mayo o Ezequiel Lavezzi en Aguirre. El enganche, nacido el 10/3/79, antes de Argentino pasó por Sarratea y Sparta. El pico glorioso fue en la temporada 1998/89, con aquel equipo de Tatín Donsanti en el que brilló, ganó Apertura y Clausura de la B y llegó a la BN.
Aquel convenio con Newell’s lo llevó al parque independencia y compartió plantel con jugadores de la talla de Pablo Guiñazú, Sebastián Cejas, Julio Zamora o el Piojo Manso. De ahí contó una jugosa anécdota con el Cholo: “Estábamos elongando y me vio un tatuaje en la pierna con las siglas RC y me preguntó: «¿sos canalla?» y le dije que sí. Ahí me pidió bien que buscara sacármelo porque me iban a volver loco. Y una tarde en el vestuario fue Cejas el que lo descubrió y todos me molieron a toallazos”, contó riéndose. Mellado jugó en reserva y volvió a Argentino, tras entrenar un mes en Atlético Madrid, donde jugaba el actual DT, Diego Simeone.
El paso luego por Central fue fugaz. “Llegué de la mano de Juan José López pero no pude jugar en primera. Cuando Central perdió el clásico y Jota Jota se fue, vino Daniel Teglia y me convocó para la pretemporada en Tandil. En el regreso me salió la chance de jugar en primera en Colombia y no dudé. Fui a Deportes Tolima”. Después su derrotero terminaría en Aguirre y arriba de la ambulancia.