La etapa crítica que vive nuestro país por estos días provoca vaivenes en todos los órdenes de la vida y el turf, lamentablemente, no escapa a esa realidad. La pandemia es más fuerte. La hípica del interior había dado el puntapié inicial hace un mes teniendo como epicentro a Río Cuarto.
Todas las miradas estuvieron centradas en la ciudad cordobesa, en donde se realizó la primera jornada tras la abrupta suspensión ocurrida a mediados de marzo a causa del coronavirus. Pero fue una ilusión óptica, ya que le cortaron la atropellada cuando intentaron concretar la segunda.
La peste les hizo retroceder un par de casilleros como en el juego de la oca. Luego fue Tucumán el que le tocó enarbolar la bandera del turf federal, concretando una cartelera que resultó muy positiva por todo concepto. Cumplieron con los protocolos, sin público, con apuestas online y recaudaron tres veces más de lo que suelen generar en una jornada con tribunas completas y juego en las ventanillas. Acicalados por esa reunión tienen programada otra para el próximo jueves 6 del corriente, aunque todo quedará supeditado a lo que decida el COE.
En Rosario las cosas estaban encaminadas para llevar a cabo la “reprise”, algo que las familias del turf del Independencia aguardaban como agua caída del cielo en medio de una sequía.
El cónclave mantenido entre los directores de la Sociedad del Estado Municipal Hipódromo Rosario (Semhr) y los gremios nucleados dentro de la actividad ameritaban que reinara el optimismo. Solo faltaba el visto bueno del gobernador de la provincia, pero a la luz de los hechos y ante el notorio aumento de los casos de Covid-19 en nuestra ciudad, el regreso de las competencias quedará relegado por un tiempo más.
A simple vista parece que no alcanzan los reclamos realizados por los distintos gremios turfísticos el fin de semana pasado en Palermo y San Isidro, hipódromos convertidos en el eje de la actividad. Se congregaron exigiendo el regreso de las carreras ante la situación difícil que padecen las más de 80 mil familias que atraviesan directa o indirectamente la ausencia de ellas.
La intersección de Olleros y Avenida del Libertador, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y el cruce de avenida Márquez y Diego Carman en San Isidro, se convirtieron en los lugares elegidos por los diferentes actores de la hípica argentina para realizar sendas marchas con la firme intención de que escuchen sus reclamos.
Profesionales, peones, vareadores, veterinarios y propietarios, incluidos representantes pertenecientes al hipódromo de La Plata se congregaron en cada uno de los lugares elegidos llevando como estandarte la urgente reactivación de la centenaria industria que se encuentra en jaque ante esta pandemia que no cesa.
El pedido apuntó a que se pueda volver a trabajar y para que eso ocurra tiene que haber competencias. Que el coronavirus existe, nadie lo duda, de hecho el turf no se aparta ni un milímetro del cuidado impuesto por las autoridades sanitarias y de ahí que los contactos con la epidemia hasta ahora hayan sido escasos.
En todos los países del mundo (salvo una parte de Chile, México y algunos Estados norteamericanos) las carreras de caballos han regresado sin mayores inconvenientes, sin público y respetando los protocolos, el mismo sistema que se busca utilizar ahora, con el agregado de poder contar con el juego online, una situación que ya está autorizada por la Ley del Turf de la provincia de Buenos Aires, pero que no está disponible aún en Palermo y esa situación podría complicar el regreso.
Palermo a la espera
Una buena señal de que en breve se pueda lograr el reinicio de la actividad en la mítica arena de avenida del Libertador y Dorrego comenzó a vislumbrarse ayer cuando las máquinas efectuaron trabajos de mantenimiento en la pista principal, algo que no sucedía desde hacía varios meses, como así también la extensión de los vareos de las 6 hasta las 11, evidenciando una clara intensificación de los ensayos matinales.
El legendario hipódromo Argentino tendría una pequeña ventaja a su favor para reabrir sus puertas con respecto a sus pares de San Isidro y La Plata, ya que si bien la curva no decrece, los casos de la enfermedad se mantienen en una meseta.
Otros síntomas alentadores fueron las del retorno desde el haras de la caballada del “Rubio B” junto al de su entrenador “Carly” Etchechoury, más la vuelta a sus boxes de una buena cantidad de ejemplares del stud “Aladino”, el “Darkhorse” y el “Marías del Sur”, quienes ante la cuarentena también se habían ido al campo.
Cuando semanas atrás se llevó a cabo una reunión entre funcionarios de Caba, Lotba y los representantes de los distintos gremios turfísticos y de la que se habían sacado conclusiones positivas, con el correr de las horas la presunción de la vuelta parece haber quedado estancada ante el aumento de los casos de Covid-19, más precisamente en la provincia de Buenos Aires.
Las autoridades que rigen los destinos del hipódromo metropolitano tenían confeccionado su calendario de competencias y el protocolo sanitario para empezar a mediados de agosto, ahora deberán aguardar como se desencadenarán los hechos tras las reuniones mantenidas entre el gobernador de la provincia de Buenos Aires y su par de la Ciudad Autónoma, aunque el resultado obtenido en la última mantenida junto al Presidente de la Nación Alberto Fernández tiraría por la borda ese diagrama, habida cuenta de la resolución de prorrogar la cuarentena hasta el 16 de agosto, al considerar que “el país está atravesando un momento creciente de la circulación del virus”.
Ellos tienen en sus manos la decisión de liberar el camino para que retornen las carreras, o mantener el cepo turfístico, ya que tienen actualidades distintas en los ámbitos que conducen.
Marcha atrás en San Isidro
Por su parte, San Isidro y por decantación La Plata, Azul y Dolores, han retrocedido varios casilleros, como consecuencia del agravamiento de los casos de coronavirus en dicha jurisdicción.
Tal es así que los directivos del Jockey Club comunicaron que no anotarían para las primeras reuniones de agosto como tenían planificado, dando marcha atrás con la carta de llamados que habían confeccionado con anterioridad al agravamiento de la epidemia.
En tanto, los dirigentes sureños publicaron en su cuenta de Twitter lo informado por la Dirección de Hipódromos y Casinos del Instituto Provincial de Loterías y Casinos, el cual indica que el protocolo sanitario para volver a competir se encuentra siendo evaluado. Todos los perjudicados claman por la reapertura de sus fuentes laborales porque el agua los sumerge y no encuentran la manera de salir a flote. Es un derecho ineludible que pregonan a viva voz. Y el turf es uno los que se encuadra en ese clamor, máxime si se tiene en cuenta que es un deporte donde no existe el contacto y además consideran que deberían incluir a la actividad dentro de los deportes individuales al aire libre, porque para tal fin se confeccionaron los protocolos sanitarios necesarios como para que no aparezcan inconvenientes posteriores.
En definitiva, esta larga historia tiene mucha semejanza con aquellas estrofas que alguna vez compuso Carlos Alberto García, un tal Charly: “Adonde voy no llego, adonde estoy resbalo, no es porque sea bueno, tampoco soy tan malo, pero yo sé que la sal no sala y el azúcar no endulza”.