Pablo Alvarez, quien hasta hace poco era una pieza fundamental en Rosario Central, se despidió de lo hinchas y de las autoridades del club con una muy emotiva carta que se publicó hoy en la edición impresa de La Capital.
El defensor admitió que deseaba quedarse a vivir en Rosario, pero el grave problema que enfrenta a nivel familiar lo hizo tomar la decisión. "Esto no es un abandono de grupo ni un cambio de timón ante la posibilidad de jugar en Buenos Aires, sino que es claramente un problema de fuerza mayor", dijo Alvarez en uno de los párrafos más fuertes de su carta.
El siguiente es el texto completo.
A los socios y dirigentes de Rosario Central:
Me dirijo a ustedes para aclarar mi posición frente al club, debido a los hechos que sucedieron en las últimas 72 horas. La semana pasada, mi representante viajó a Rosario y se reunió con la directiva del club. En esa reunión se asumió el compromiso de volver al club frente a dicha directiva, de hecho, yo me tendría que haber presentado a entrenar esta semana.
Como ustedes saben, un problema personal en mi familia que es de público conocimiento, hizo que me ausentara de los entrenamientos durante un tiempo. Al finalizar el torneo, le comuniqué a mis compañeros, directivos y el entrenador, que se me haría difícil volver a incorporarme. Sin embargo, durante las semanas siguientes, mi vínculo con el entrenador y la directiva hizo que intentara agotar instancias para retornar a Rosario, y en un momento llegamos a encontrar una solución.
Lamentablemente, el día miércoles, recibí una noticia que me llevó a tener que cambiar la postura de volver al club. Quiero comunicar de mi propia persona que la directiva del club hizo absolutamente todo lo posible para que tuviera todas las comodidades en la ciudad para mi familia, que en ningún momento faltaron a la verdad cuando anunciaron mi vuelta, pero en las últimas 72 horas, reitero, no tuve alternativa alguna que no fuera cambiar mi postura.
Quiero comunicar también que el entrenador del club mostró siempre predisposición a mi problema personal, incluso ayudándome en un momento que no encontraba solución a un problema puntual.
Por último, hacerles saber que mis compañeros entienden que esto no es un abandono de grupo ni un cambio de timón ante la posibilidad de jugar en Buenos Aires, sino que es claramente un problema de fuerza mayor. La vida a veces es muy dura y nos lleva a tomar decisiones que no son gratas, y dejar Rosario Central es una de ellas. Créanme que aquella frase que todos alguna vez escuchamos acerca que "con el amor no alcanza" se aplica en esta situación.
Esta vez, mi amor por el club no me alcanzó, por razones de fuerza mayor, para seguir con ustedes, que me levantaron anímicamente esa noche de Copa Libertadores cuando me alentaron. Quiero hacer público mi amor, porque realmente es amor, por el club, pero más mi dolor de no poder continuar. Les pido disculpas a ustedes, a la directiva a todos mis compañeros. Le pido disculpas a Chacho.
Pablo Sebastián Álvarez.