A Edgardo Bauza le espera un lindo baile. Llegó a
Central en un momento donde la tensa calma predominará hasta que llegue el turno de afrontar la Superliga. El entrenador también deberá acomodar las piezas de una vez en el sistema táctico, que por ahora no fue puesto a prueba de verdad por el calibre de los rivales que enfrentó. Sin embargo, otro gran desafío que tiene el Patón a corto alcance radica en el funcionamiento de la ofensiva. Hasta ahora amaga con salir a la cancha con Fernando Zampedri y Marco Ruben. Una fórmula interesante para algunos. No obstante, la dupla demostró que juntos no son dinamita como esperaba la comunidad canalla. El DT tiene un desafío interesante en este rubro.
Para el común denominador sueña tentador tener una ofensiva integrada por Zampedri y Ruben. Dos tipos audaces a la hora de los metros finales. Sin embargo, no todo lo que brilla a simple vista es oro. El entrerriano hizo una buena campaña la pasada temporada. A la vez hay que destacar que fue de mayor a menor.
Y lo de Ruben fue otra vez muy escaso. En realidad, el último año y medio de Marco distó del ideal. Su rendimiento no fue acorde a las expectativas ni el contrato que tiene. Además, las veces que jugó junto a Fernando quedó en claro que hablaban idiomas distintos.
Le costó fusionarlos a Paolo Montero y a Leo Fernández. Ambos entrenadores hicieron todo lo posible mientras estuvieron en el cargo para que ambos se sintieran cómodos. Pero no hubo caso. En más de una ocasión parecían jugar con camisetas diferentes. Eso ya no era parte de la táctica, por cierto.
Los dos, pese a todo, fueron sondeados hasta hace días atrás con el objetivo de que emigraran de Arroyito. Incluso Ruben tenía muchas ganas de pegar el portazo una vez que Central quedó eliminado de la Copa Sudamericana en Brasil a manos de San Pablo. La llegada de Bauza, sumado a las vacaciones, fueron el combo perfecto para que el capitán auriazul revea su postura. Y es por eso que ahora entrena a la par del grupo en pos de recuperar el nivel que supo tener torneos atrás. Por lo menos seguirá hasta diciembre. No sería extraño que luego busque otro destino.
Será entonces labor del Patón sacarles jugo a estos dos tanques, que más de un equipo quisiera tener entre sus filas. Por ahora no están finos, pese al eclipse que mostraron en Costa Rica cuando marcaron frente a Cartaginés la jornada donde el equipo se quedó con la Copa Cementos Fortaleza.
El pasado sábado, en el amistoso ante Argentino en el country de Arroyo Seco, la ofensiva quedó en off side en cuanto a la sincronización. Por ahora se percibe que la delantera está verde. Cada cual de los protagonistas tienen sus mañas también por más que suene antipático.
Quizá Bauza pueda ajustar con su experimentada muñeca a dos de los jugadores que mejor se llevan con la red ajena. Por ahora no lo viene demostrando, aunque aún tiene margen porque la Superliga está pactada para que arranque el viernes 10 de agosto. Y ahí si ya no habrá margen de error. Los dos puntas tendrán que estar unidos y a la altura de lo que exige Central de una vez.