El partido de hoy no es convencional. Central necesita arrancar ganando y terminar la noche aferrado al triunfo para comenzar el certamen pisando firme. El objetivo es contundente: consolidarse en la Superliga cuanto antes para mantener la plaza. Todo indica que llega mejor en paralelo con el también renovado Atlético. La velada en Tucumán determinará para qué estaba uno y otro en el primer mano a mano de la temporada. Aunque para el canalla lo significativo es presentarse en sociedad con aplomo, mientras espera sumar algunos refuerzos más para poder completar el plantel.
Cada cual atenderá a su juego porque tienen metas disímiles. Son como el Yin y el Yang. Los de Arroyito subirán al escenario tucumano con la firme intención de enarbolar la bandera del protagonismo. Al menos esa fue la promesa de campaña lanzada por el propio entrenador Diego Cocca.
Cómo reaccionará Central a la hora de la verdad es toda una incógnita. Al menos en la previa. Porque no se puede trazar un parangón con respecto a los siete amistosos que disputó en la extendidísima pretemporada (ver aparte). Esta es otra historia. No fallar, o hacerlo poco y nada, será la premisa auriazul de ahora más.
Cocca y compañía tienen mucho hilo en el carretel de las posibilidades. La saga recién mostrará esta noche el primer capítulo. No es para entrar o sucumbir en pánico si el decano lo deja besando la lona. Claro que la manera, en caso de un resultado negativo, sí debería ser luego examinada con detenimiento.
El agua del bajo promedio pega con fuerza en Arroyito. Eso es indisimulable. Por ahora la barrera de contención permite ver el horizonte color esperanza. El optimismo predomina puertas hacia adentro del club, que a la vez deberá mostrar temple de hierro para no doblarse ante la primera adversidad.
Para el DT canalla cada prueba será de ahora en más como defender una tesis ante los ojos críticos y sensible de la masa. La resultante marca que tuvo mucho tiempo para elaborar una buena propuesta. En los cotejos informales que mostró, que fueron ante Unión y Arsenal, el equipo no dio señales seductoras desde lo colectivo, por cierto. Quizá la última semana fue esencial y ajustó cada pieza con enjundia hasta amalgamar la estructura.
Esa misma que no puede tambalear en la apertura de la Superliga porque no sería un buen diagnóstico para lo que vendrá. Cocca tiene la base definida desde el inicio de la pretemporada. Hizo algunos retoques puntuales, pero la génesis es la misma.
El sabor del juego no viene endulzando el paladar. Sea de los hinchas como el de los propios protagonistas. Con charlar o cruzar una fugaz opinión en off sale a la luz que por ahora no hay un hilo de juego definido. Eso sí, correr, corren todos. Pero en el fútbol se piensa antes de dar el primer pase hacia adelante.
Por eso para Diego Cocca será importante cómo saldrá parado esta noche. Sabe que tiene más “máquina” que Atlético, que sigue sumando e intentando incorporar más capital a su base. Pero no debe fiarse porque puede caer en desgracia en un flash.
No obstante, el canalla buscará salir a pista con la firmeza de los grandes. Lo hará además pensando en encarar la temporada con el pie derecho, pese a que la historia indica que Tucumán no le sienta nada bien. Esta noche será la hora. La hora empezar a tallar la consolidación en la elite futbolera. Resta saber si podrá imponerse en el debut o posterga la alegría.