Junto a la despedida de Coudet hay otros casos para evaluar en el corto tiempo ya que, de acuerdo al primer semestre de 2017 que se avecina, será flaco en competiciones. Hoy lo único seguro es que Giovani Lo Celso jugó ayer su último partido en Central, de hecho se despidió. ¿Y el resto? Otros tantos podrían dejar el club, como son los casos de Walter Montoya y Teófilo Gutiérrez, quien no justificó el dinero que se gastó por él. Y, por supuesto, habrá que reemplazar al Chacho.
La primera reflexión que cabe y a partir de la que se intuye un reordenamiento futbolístico y de nombres, es que la caída en la final de ayer dejó a Central sin Copa Libertadores. Sólo tendrá que hacerle frente a un torneo en el que está 26º, lejísimo de las expectativas.
En Córdoba fue la despedida de Lo Celso. Desde enero el hábil volante vestirá los colores de Paris Saint Germain, club al que fue vendido en una ponchada de euros. Pero el juvenil no pudo cumplir el sueño de irse campeón.
Apenas dos años el hincha de Central pudo disfrutar a una de las últimas grandes apariciones del canalla. Y sin entrar en el terreno de la futurología, el vacío que provocará será enorme. Los futbolistas de esa clase no abundan.
¿Y Teo? Es otro de los que hoy se puede poner en duda su continuidad. Por la situación mencionada: un semestre que se avecina con aspiraciones flacas y porque al salir ayer del vestuario esbozó una sonrisa que se viralizó en las redes y no cayó nada bien.
Central ya documentó todo el préstamo del colombiano, por lo que cualquier club (Corinthians podría ser uno) que lo pretenda deberá sentarse con la dirigencia canalla para negociar. Hasta aquí el costo-beneficio del delantero cafetero no dio sus réditos.
Y si de figuras se trata, Montoya aparecerá más temprano que tarde con el tachito en la cabeza. Es más, hay voces que se hablan por lo bajo de que existen conversaciones con al menos dos clubes de Europa (uno de Inglaterra).Aunque de menos relevancia, nombres como los de Burgos, Menosse y alguno que otro más también podrían instalarse en el terreno de las partidas.