Los errores de Newell's en el pálido 1-1 con Sarmiento no pueden convertirse en un vicio. Otros no lo perdonarán
Por Rodolfo Parody
Los errores de Newell's en el pálido 1-1 con Sarmiento no pueden convertirse en un vicio. Otros no lo perdonarán
Es muy poco lo que se rescata de la presentación de Newell's en Junín. Por empezar el empate, que le permitió seguir sumando en esta breve racha invicta de tres partidos, en la que acumula dos victorias. ¿Qué más? El gol de Ignacio Scocco y algunas intervenciones de Luciano Pocrnjic. Allí se termina todo. La producción de la Lepra fue mala, repitiendo vicios de fechas anteriores. Contra adversarios que no son los de mayor riesgo, vale decirlo, le alcanzó hasta el momento para tener resultados positivos. Pero jugando así, con tales limitaciones, poca gravitación ofensiva y carencia de ideas existen mayores chances de que no le vaya bien. Porque encima no termina de armar una estructura compacta, fuerte atrás, que le cueste a los rivales vulnerarla.
Si las individualidades hacen a un equipo es evidente que hay rendimientos bajos que conspiran contra el funcionamiento colectivo. La defensa es uno de los puntos flacos. Ni los laterales Luis Advíncula y Germán Voboril fueron hasta acá una garantía, ni los zagueros centrales Sebastián Domínguez, en mayor medida, y Néstor Moiraghi ofrecieron seguridad. Newell's padeció con Sarmiento y antes con Tigre y Quilmes, conjuntos que no precisamente atacan con voracidad.
La dupla de volantes centrales también tiene su responsabilidad en los inconvenientes defensivos, ya sea Mateo, expulsado en la primera fecha, Prediger o Quignon, uno de los futbolistas que más infracciones lleva cometidas en el torneo.
Los reclamos de cambio de nombres en la formación son sin sentido si se trata sólo del malestar con algún futbolista y atrás no hay recambio. Está Leandro Vega, candidato a entrar de marcador izquierdo, y que puede pesar más que Voboril cuando el equipo avanza. O Fabricio Formiliano o Nehuén Paz de zagueros centrales, sin que ninguno haya hecho algo desde que llegaron al Parque que lleve a pedirlos a gritos. O Juan Sills, que el DT lo piensa de volante central, eso sí con cualidades exclusivamente para recuperarla. Después no hay mucho más.
Son retoques que el entrenador tiene la opción de realizar pensando en la labor defensiva. También cuenta con la alternativa de seguir ensayando con los que están para disminuir los errores. O contrarrestarlos teniendo más fútbol, ejerciendo un mayor control de la pelota y creando más ocasiones. Aunque precisamente en todo esto radican otros de los problemas.
Previsible y sin sorpresa
Newell's divide mucho la pelota. Se repite en envíos aéreos, la mayoría imprecisos, para Matos. Encima el atacante no se encuentra bien físicamente, pierde con los zagueros rivales y no influye.
Juego asociado, toque y desmarque o sucesión de pases no son situaciones del juego que en Newell's abunden. Por el contrario. Entonces, Scocco hace un desgaste elogiable pero que no sirve para explotar sus cualidades, que son la aceleración con pelota al pie o el remate con poco espacio. El delantero, autor de dos los tres goles del rojinegro en el torneo, está participativo y tiene cambio de ritmo, algo que es una picardía no aprovecharlo de otro modo.
El juego de Newell's conspira con Scocco. Y con Maxi Rodríguez. Es imposible que trascienda si la pelota le pasa por arriba. La necesita al piso y tener interlocutores para tocar. Correr de aquí para allá no tiene sentido, más cuando el presente de Maxi le impide largos recorridos.
Son esos que por ejemplo sí tiene Joel Amoroso, tapando al volante de su sector y desbordando por allí. Es voluntarioso, aunque no termina de rendir porque no existe un circuito de juego. Aparte, la expectativa es que conforme un tándem con Advíncula por el costado derecho, que por ahora no apareció.
El lateral es un sitio a utilizar para abrir el juego y allí es donde aparece la opción de Isnaldo. Osella lo tiene en cuenta y lo metió en los dos últimos partidos para reemplazar a Matos. Tampoco es descabellado pensar en darle más tiempo. Si se quiere intensidad, como señala el entrenador, Isnaldo puede sumar en ese sentido. Y más que algunos.
Requiere creatividad
El déficit de juego de Newell's requiere encontrar futbolistas que sepan manejarla y la distribuyan con criterio. Quignon la trae pero no es punzante. ¿Por qué no pensar en Mauro Formica, capaz de sorprender con un pase de gol o el desequilibrio a partir de la gambeta? Quizás tenga que hacerlo desde el inicio. O al menos más que el cuarto de hora que jugó en Junín.
Víctor Figueroa, suplente en todos los partidos y que no ingresó ni un minuto, es otro que puede cumplir ese rol. Lo que sucede es que hay que llevarlo de a poco porque no está en ritmo futbolístico.
Si bien no es un volante creativo, Sebastián Prediger dio señales de que sabe trasladarla. Es un mediocampista central que atraviesa la frontera media sin temor y puede acompañar a los de adelante. Ante la anemia de juego del conjunto del Parque, su inclusión sería un aporte.
Lo que no hay dudas es que Newell's debe evolucionar. Si la intención es que cada rival se preocupe de antemano por cómo resquebrajar a la Lepra, hay que conformar una estructura más sólida. Pero como con eso sólo no alcanza, tiene que encontrar más de una opción a mano para llegar al arco rival. De lo contrario, otros adversarios, de más quilates, no lo perdonarán.
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