Unos 500 hinchas entendieron que el banderazo previo al clásico debía realizarse sí o sí y se convocaron ayer en el parque Independencia, pese a que el Coloso no se abrió por decisión de la comisión directiva a partir de lo sugerido por el Ministerio de Justicia de la Provincia.
Poco a poco se fueron juntando en las inmediaciones del Palomar, con banderas y fuegos artificiales, mientras los efectivos policiales se mantenían a la distancia, sobre la misma vereda del club.
Luego ocuparon la avenida Intendente Morcillo. "No sé por qué dicen que el banderazo no se hace. Por más que no quieran, acá está el banderazo", manifestó uno de los simpatizantes rojinegros.
El pensamiento de los que estuvieron allí, expresado en los cánticos, fue que la suspensión tuvo como responsables "al gobierno, la polícía" y hasta "la prensa".
Las puertas del club se habían cerrado a las 17. Newell's ya había sentado postura, al decidir que no se haría el banderazo, por sugerencia del Ministerio de Seguridad, a partir de la disputa por el poder de la barra, lo que se puso de manifiesto en el clásico del domingo.
El coordinador de Seguridad en Competencias Deportivas de la Provincia, Diego Maio, estuvo en el lugar y dijo que "la comunidad entendió que esta convocatoria era generar un riesgo innecesario y mayoritariamente decidió no asistir".
Los que optaron por ir se convocaron por las redes sociales. Permanecieron más de dos horas, no siempre en el mismo lugar. Se movilizaron hasta las avenidas Pellegrini y Centenario Newell's Old Boys para continuar cantando. También hubo algunas intimidaciones a la prensa, y pintadas al móvil de una radio.
Intimidaciones hacia trabajadores de prensa
Una pintada en el móvil de LT3 y algunas intimidaciones hacia trabajadores de prensa que efectuaban la cobertura en vivo en el lugar, con algún proyectil incluido, fueron los hechos negativos de esta movida rojinegra provocados por unos pocos y que fueron repudiados por el Sindicato de Prensa.
Insúa intimó por los dos meses de atraso salarial
La comisión directiva de Newell's no sólo tuvo que abocarse a las incorporaciones para el armado del equipo sino a deudas económicas con las que se encontró. Una de las que apareció es la del defensor Emanuel Insúa, quien jugó el semestre pasado con la rojinegra. Ayer se conoció un telegrama en el que reclama al club del Parque lo adeudado en concepto de sueldo por los meses de mayo y junio.
El telegrama, con fecha 27 de julio, fue remitido por Insúa al club del Parque. En el mismo intima a que se le abone lo adeudado (606 mil pesos) dentro de los dos días hábiles, caso contrario iniciará acciones legales, según informó ayer el programa Estadio 3, de LT3.
Insúa había sido tentado por Newell's para continuar, pero el futbolista de Udinese descartó ese ofrecimiento. Finalmente, el defensor arregló a préstamo con Racing. Acerca de la intimación que realizó, al menos hasta anoche no había ninguna resolución.
Cuando Insúa decidió no continuar en Newell's no le dejó exclusivamente al club una cuestión económica a resolver, sino futbolística. Esta última la solucionó con el arribo de Germán Voboril.
A diferencia de Insúa, que no quiso seguir vinculado a Newell's por una decisión propia, hubo otros que se fueron pero porque no serían tenidos en cuenta.
Como se informó ayer, el marcador central Guillermo Ortiz se fue a préstamo a Colón. En tanto, Horacio Orzán acordó bajo la misma condición con Universidad Católica de Chile. Mientras que Lorenzo Faravelli entrena desde el miércoles otra vez con Gimnasia La Plata.
Osella le manifestó a Orzán que no estaba en sus planes y el mediocampista terminó firmando a préstamo con Universidad Católica por un año. En cuanto a Faravelli, retornó a Gimnasia. Estaba entrenando con Newell's, aunque se acordó su regreso a La Plata. El futbolista se había ido en 2015 a la entidad mens sana, que decidió comprar el 50 por ciento del pase para contar con el futbolista.