Por estos días no se sabe quiénes serán las próximas autoridades del club y tampoco hay entrenador con quien se pueda trabajar en el mercado de pases. Se supone que cada una de las listas estará barajando nombres en caso de que les toque ser gobierno, pero hay algo de lo que ninguna de ellas puede sentirse ajena: la necesidad de hacer un buen libro de pases. Porque acertar en ese terreno, el de los refuerzos, es garantizarse gran parte de la gestión. ¿Qué tantos frutos dio el último mercado de pases de Central? Poquitos. Por continuidad y rendimiento, el que más rindió fue Ignacio Malcorra.
Fueron siete los futbolistas que llegaron y todos tuvieron la chance de jugar, salvo José Leudo, quien no actuó ni siquiera un minuto.
El que pasó, fue un libro de pases en el que tuvieron injerencia los dos entrenadores que dirigieron al equipo, pero con una salvedad: Leandro Somoza no llegó ni siquiera a echar mano a alguno de ellos. Sólo dos llegaron mientras Somoza era el técnico: Leudo y Francis Mac Allister. Y nunca quedó del todo claro si fueron expresos pedidos del entrenador. Tanto el exTalleres como el colombiano llegaron en los días previos a que Somoza pegara el portazo y dejara Central, pero lo que quedó en claro es que Somoza se fue justamente porque, según él, se cansó de que su pedido por la llegada de refuerzos cayera en saco roto.
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Malcorra convirtió un solo gol con la camiseta de Central, de tiro libre frente a San Lorenzo.
Marcelo Bustamante / La Capital
Tampoco es un dato menor de que Tevez haya tenido el tiempo suficiente para trabajar, junto a la dirigencia, en el tema refuerzos, donde se especuló que su entorno podía colaborar para traer futbolistas con un recorrido en primera. Pero nada de eso sucedió. De la mano del Apache llegaron Malcorra, Ismael Cortez, Jhonatan Candia, Juan Gabriel Rodríguez y Gustavo Ramírez (el paraguayo ya no está).
Malcorra fue el de mejor rendimiento. Fue uno de los que más partidos disputó (16), quien más veces lo hizo como titular, pero también el que mostró un nivel superior y sostenido en el tiempo. De todos los refuerzos para Ovación fue el de mejor promedio (5,40).
Cuando Tevez dirigió su primer partido, contra Gimnasia, puso el nombre de Malcorra sobre la mesa. El jugador no sólo ya estaba hablado, sino que le faltaban ultimar unos pequeños detalles. Fue el primero en llegar tras el arribo del Apache. Anotó un solo gol: en el empate 1-1 frente a San Lorenzo, en el Nuevo Gasómetro.
La misma cantidad de partidos sumó Cortez, pero con 12 encuentros como titular. Lo del lateral fue claramente una apuesta por parte de Tevez debido a que venía de una divisional menor (Gimnasia y Esgrima de Mendoza, en la Primera Nacional). Quizá haya sido eso y la diferencia de ritmo entre una categoría y otra lo que le jugó en contra respecto a las dos lesiones musculares que sufrió. De todas formas, el rendimiento del mendocino estuvo a la altura de las circunstancias, al menos en lo que hace a la puntuación que recibió de parte de Ovación (4,90).
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Ismael Cortez llegó de una divisional inferior y fue una de las grandes apuestas que hizo Carlos Tevez.
Marcelo Bustamante / La Capital
Otro de los jugadores a los que Tevez le dio continuidad fue a Juan Gabriel Rodríguez. La lesión que sufrió en cancha de Racing fue el final de la historia del exDefensa y Justicia en el primer equipo canalla. Se recuperó sobre el final del torneo, pero Tevez optó por renovarles la confianza a Báez y Almada.
El que más partidos disputó fue Mac Allister (17), un jugador con el que Tevez “se encontró” como refuerzo porque su llegada se dio bajo el mandato de Somoza. Fue uno de los futbolistas que siempre estuvo como rueda de auxilio, tanto para salir de titular como alternativa de recambio desde el banco.
La mayor erogación se dio en el caso de Candia, por quien se comenzó a negociar inmediatamente después de conocido el “no” del Zorro Cóccaro. Como 9 no rindió y cuando lo hizo en otra posición, tampoco. En contra le jugó esa dura lesión que sufrió en cancha de Independiente, por la cual debió infiltrarse para estar presente en el clásico. Contingencias al margen, su presencia pesó mucho menos de lo esperado.
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Francis Mac Allister llegó a Arroyito cuando aún estaba Somoza, pero a los pocos días el DT pegó el portazo.
Marcelo Bustamante / La Capital
Apenas cinco partidos tuvo el paraguayo Ramírez en cancha y uno solo como titular: contra Quilmes, por Copa Argentina. Un delantero, al igual que Candia, que no convirtió goles.
¿Y Leudo? Nunca estuvo en los planes del Apache. El jugador que llegó tras una negociación que llevaron adelante el presidente Rodolfo Di Pollina y el exsecretario deportivo Raúl Gordillo estuvo una sola vez en el banco: ante Sarmiento.
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Lo de Candia en Central fue apenas discreto, jugó poco y no convirtió goles. Lo fueron a buscar tras el "no" de Cóccaro.
Marcelo Bustamante / La Capital
Este último flaco mercado de pases fue uno más de tantos en los que la mayoría de los refuerzos no estuvieron a la altura. Quien sea elegido presidente deberá acertar primero con el DT y después, por supuesto, con los nombres de los futbolistas que sean apuntados para sumarse.