El “es la hora, es la hora…”, lo que los hinchas de Central cantan a menudo en el Gigante encaja como anillo al dedo en este presente del equipo de Miguel Ángel Russo en lo que hace a las necesidades en busca de los objetivos. No se trata de revertir un presente adverso, sino de dar esos pasos que el canalla necesita en la recta final de la Copa de la Liga. Será en la visita a Barracas Central donde Central irá en busca de esos tres puntos que lo dejarán en zona de Copa Libertadores cuando después solo restarán dos fechas, y que también pueden dejarlo entre los cuatro primeros del torneo. Una oportunidad inmejorable, sin dudas.
La buena temporada que está realizando el canalla es indisimulable, pero no hay nada que el equipo tenga asegurado y por eso el desafío de aprobar las materias que le restan.
Lo que está claro es que en ese abanico de objetivos planteados desde que comenzó este proceso, sobre todo después de la muy buena primera mitad de año, la intención fue ir por la clasificación entre los cuatro primeros de la zona A y de esa forma tirar toda la carne al asador en busca de algo realmente importante.
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El año de visitante para Central fue muy endeble y en el final del torneo está obligado a mejorar su performance.
Virginia Benedetto / La Capital
Pero luego de la derrota de Defensa y Justicia anoche ante Estudiantes en La Plata por 2 a 1, si vence al guapo en el Ducço quedará en Copa Libertadores y dependerá entonces de sí mismo para lograr ese objetivo.
Una cosa, a esta altura del campeonato, en la recta final, llevará inexorablemente a la otra. Una victoria canalla no solo que prácticamente lo dejará clasificado ya al menos a la Copa Sudamericana, sino que lo meterá en la Copa Libertadores.
Es más, hasta empatando los auriazules podrían conseguir ese objetivo, aunque ahí dependerá de que el miércoles San Lorenzo no le gane a Boca en el Nuevo Gasómetro, en el encuentro que completará la 12ª fecha.
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Hay otro dato interesante que alimenta la ilusión canalla. En breve se definirá la Copa Argentina, cuyo ganador tiene un boleto a la Copa Libertadores. Y una semifinal será Defensa y Justicia-San Lorenzo, mientras que la otra Boca-Estudiantes, por lo que podría habilitarse otro cupo, sobre todo si el campeón sale de la primera llave, que son los rivales directos.
Pero además hay una forma de que Central (16 puntos y +1 de diferencia) termine la fecha metido entre los cuatro primeros, que serán los que jugarán los cuartos de final de la Copa de la Liga por el título. Para ello debe cumplir con su parte, que es ganarle a Barracas Central, y esperar que Colón (17 puntos) y Banfield (16, +2) empaten en el Floencio Sola, o que si gana el taladro, que el equipo de Miguel Angel Russo lo haga por un gol más.
Todas estas especulaciones se hacen porque una vez que pase Barracas quedarán sólo dos capítulos por protagonizar, pero uno de ellos será nada menos que frente a River, el mejor equipo de la temporada.
También está muy en claro que ese salto de calidad que debe dar el equipo deberá protagonizarlo jugando como visitante. Y teniendo en cuenta lo que fue el andar del canalla a lo largo de este 2023 indudablemente deberá romper el molde. Es el momento, es la hora.
Atrás en el tiempo quedó aquel triunfo en cancha de Huracán de la Liga Profesional pasada, en lo que fue la única victoria fuera del Gigante. Y más allá de las flaquezas futbolísticas que muestre este Barracas, Central ya dejó en claro que afuera le cuesta con el rival que sea. Aunque el hecho de que ahora se juegue de nuevo en el Ducó, puede ser un guiño del destino para esa materia pendiente.
Después de un largo peregrinar, con aciertos y errores, con magras producciones de visitante, pero con una gran compensación actuando como local, Central va por el primero de los tres pasos que le quedan sabiendo que el tren está pasando y si gana puede haber un premio mayor. Después llegará River en el Gigante el sábado próximo y el descendido Arsenal en Sarandí.
Es la hora de patear el tablero y lograr que este viaje valga la pena.