Parece una historia repetida, pero de aquí y hasta el final del torneo, Central se verá partido a partido arriba del mismo escenario, sin poder darse el lujo de dejar puntos en el camino teniendo en cuenta el único y gran objetivo del semestre: el pasaporte a la Copa Sudamericana 2022. Porque esto de dar un paso adelante un fin de semana y estancarse o retroceder en el próximo, jamás le resultará un buen negocio. Pasando en limpio, hoy, contra San Lorenzo, tendrá frente a sus narices la posibilidad de darle un fundamento aún mayor a esos tres puntos por demás de valiosos que logró hace unos días en cancha de Banfield. Desde las 18 y con arbitraje de Fernando Echenique, el equipo del Kily González intentará dar otro paso en firme, tratando de acercarse a esa zona de privilegio que parece a tiro pero aún no al alcance de la mano.
El envión de lo ocurrido en cancha de Banfield está ahí, a punto caramelo para ser aprovechado, pero depende pura y exclusivamente de ese Central que todavía se debate entre las alegrías que le provocan momentos de buen fútbol y las angustias de errores que en ciertas ocasiones lo ponen contra las cuerdas.
Sin ir más lejos, esos tres puntos que viene de lograr en el sur bonaerense tuvieron un impacto sustancial por el resultado en sí mismo, que en definitiva fue lo importante, pero que en cierta forma sirvieron para esconder algunos males que lo pudieron dejar incluso con las manos vacías.
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En Central, Ruben hoy marca la diferencia.
Marcelo Bustamante / La Capital
Y este Central no está para arriesgarse a que el negocio por excelencia sea esconder permanentemente la mugre bajo la alfombra. No parece ser el artilugio apropiado en la búsqueda del objetivo. Porque no habrá forma de alcanzar cualquier meta sin la consistencia futbolística necesaria.
Este Central que parece haber dejado atrás esos días de turbulencia interna, con discrepancias entre plantel y dirigencia, hoy tiene todo para focalizar su pensamiento en lo verdaderamente importante. Es más, algunos mojones futbolísticos importantes incluso ya forman parte del pasado. Ya no hay tanto estrés ni desgaste físico por la doble competencia y hasta se dejó atrás el clásico, un partido que suele alterar los ánimos.
Tomar lo últimos cinco partidos de Central en el torneo es una invitación a pensar que el camino que transita es el correcto. De esos cinco casilleros tres los pintó de verde, con triunfos importantes, que sin dudas lo acercaron al terreno en el que se dirimen los puestos coperos. Claro que se puede hacer la mención, y no está mal que eso suceda, de que tres de esos equipos (Arsenal, Central Córdoba y Banfield) a los que les ganó hoy están atravesando un mal presente. Con Boca, un equipo de otro relieve, perdió. Pero está sobre la mesa el indicativo de que de los últimos 15 puntos en juego obtuvo 10, con clásico incluido.
Igual, las estadísticas pueden resquebrajarse de un partido a otro y la única forma de que Central no les dé chances a los tropiezos es actuando en consecuencia. Por eso lo de hoy ante San Lorenzo debiera ser una continuidad de esos buenos resultados.
En los papeles, no tiene este equipo el potencial ideal. La baja de Emiliano Vecchio es un detalle a tener cuenta y por eso el Kily se vio en la obligación de meter mano, incluyendo nuevamente entre los once a Michael Covea. El venezolano había sido justamente el reemplazante del 10 en los partidos ante Arsenal y Central Córdoba, cuando el capitán no pudo estar producto de un desgarro en el aductor.
Es lo de menos, por más implicancia que pueda tener, el potencial futbolístico con el que se cuente cuando las condicionantes reposan más allá de tal o cual nombre. Es Central el que tiene que estar a la altura y en ese recorrido de búsqueda del horizonte el camino es uno solo. Valerse de la localía pero fundamentalmente montarse sobre el envión del último triunfo es lo que buscará el equipo del Kily. Si lo logra, le habrá dado una vuelta más de tuerca a ese anhelo que hoy persigue.
Tras la copa sumó el 75% de los puntos
Después de quedar eliminado de la Copa Sudamericana, Central subió considerablemente su eficacia en el torneo local, donde logró 10 puntos sobre 15 posibles. Perdió un solo partido, ante Boca, que iba ganando. En los restantes, empató con Newell’s y venció a Arsenal, Central Córdoba y Banfield. Puede ser casualidad pero la diferencia de la doble competencia a este presente es notoria.