Central le ganó a Boca. Se va feliz al receso. Sumó tres puntos distinguidos. Tomó distancia de la zona donde el promedio genera preocupación. Se acercó a la cima. Así construyó un triunfo significativo. Que debió ser más amplio. Pese al final en el que sufrió para conservarlo.
Central redujo a Boca a la mínima expresión. Por mérito propio. Porque con orden táctico presionó, redujo los espacios, recuperaba rápido el balón y volvía a atacar con determinación. Mientras el equipo de Gustavo Alfaro era una mueca. Un puñado de jugadores sin hoja de ruta ni destino. Pero sometidos por un implacable planteo ajustado y ejecutado con certeza.
El gol de Sebastián Ribas a los 17 minutos era la lógica conclusión de un dominio territorial en el que el Canalla era amo y señor. Las tapadas del arquero Andrada se fueron sucediendo como argumento de un resultado exiguo que no reflejaba la realidad de lo que sucedía. Si cuando concluyó el primer tiempo la ecuación era contundente: a esa altura el partido tenía que estar definido.
Por eso el complemento transcurrió con esa incertidumbre. Las que genera el fútbol. Porque una jugada aislada podía derivar en una igualdad injusta. En ese contexto en el que la lógica no juega ni reconoce merecimientos. Pero no. Los de Cocca lo sostuvieron. Sin perder la organización. Más allá del padecimiento en el cierre. En el que Boca fue con más ímpetu que idea.
Central ratificó estructura táctica. Sostuvo Novaretti. Fito Rinaudo y el Colorado Gil fueron los pilares decisivos. Como así la sincronización de Molina y Rius. Más el despliegue y disciplina del colectivo auriazul.
Los primeros minutos mostraron a un Central ordenado y dominante, presionando y reduciendo los espacios, lo que le permitía controlar enseguida la pelota.
Boca no lograba hacerse del balón y comenzaba a sufrir. A los 13' Andrada le tapó un remate violento a corta distancia a Zabala.
El gol estaba al caer. Era cuestión de minutos. Molina metió un centro al corazón del área, falló Zabala y la pelota le quedó a Ribas, quien la empujó al gol ante la mirada de toda la defensa xeneize.
La ventaja canalla obligó a Boca a adelantarse en pos de la igualdad, y comenzó a aproximarse al arco de Ledesma, donde la falta de precisión le impidió aprovechar las pocas chances que generó.
Central parecía adormecido después del gol, pero a los 30' Zabala exigió otra tapada de Andrada. Y enseguida Molina metió otro centro que peinó Ribas y el arquero de Boca se arqueó en el aire para sacarla por arriba del travesaño.
El complemento comenzó con idéntica fisonomía. Con Central siendo más inteligente, buscando articular y jugar, mientras Boca seguía en su laberinto de impotencia.
Pero a los 67' un remate de Bebelo Reynoso exigió a Ledesma, y constituyó un llamado de atención. Y al ratito un cabezazo de Soldano se fue cerca.
Boca empujó a Central. Avanzaba pero no atacaba. No lograba poner un jugador libre ante Ledesma. Mientras los canallas esperaban alguna chance para meter una contra que liquidara el pleito.
Y lo tuvo Boca al empate a los 85'. Salvio y Soldano remataron sucesivamente y le pelota fue rechazada primero y controlada después por Ledesma.
Riaño lo pudo definir en el instante final. Pero tampoco pudo. A esa altura lo único que importaba era la culminación. Y llegó. Para así configurar una gran victoria de Central.
Rosario Central: Jeremías Ledesma; Nahuel Molina, Diego Novaretti, Miguel Barbieri y Emanuel Brítez; Ciro Rius, Fabián Rinaudo, Diego Zabala (61' Emmanuel Ojeda) y Leonardo Gil; Lucas Gamba (84' Marinelli) y Sebastián Ribas (78' Claudio Riaño). DT: Diego Cocca.
Boca Juniors: Esteban Andrada; Julio Buffarini (62' Emanuel Reynoso), Carlos Izquierdoz, Junior Alonso y Emanuel Más (82' Obando); Nicolás Capaldo, Iván Marcone y Daniele De Rossi (71' Soldano); Alexis Mac Allister; Eduardo Salvio y Ramón Abila. DT: Gustavo Alfaro.
Gol: 17' Ribas (RC)
Expulsado: 90' + 4 Capaldo (B)
Estadio: Gigante de Arroyito
Arbitro: Diego Abal
TV: Fox Sports Premium