Parecía que se terminaba el ciclo de Héctor Bidoglio. Todo indicaba eso, pero al final sigue, claro que por poco. A última hora de anoche, Ovación mantuvo un contacto con el vicepresidente Cristian D'Amico, quien confirmó que el técnico dirigirá las dos fechas que restan de la Superliga y luego dejará su cargo. Es verdad que Bidoglio presentó la renuncia una vez consumada la vergonzosa eliminación ante Villa Mitre (BB) por los 32avos de final de la Copa Argentina, pero no se irá porque el plantel rojinegro lo bancó y le pidió expresamente a la dirigencia que lo convenciera de continuar.
Igual, la continuidad de Bidoglio es por estos dos partidos ya que la eliminación de anoche adelantó los plazos. El técnico leproso puso la renuncia a disposición de la dirigencia rojinegra, pero ya en Rosario el vice D'Amico, el secretario Juan José Concina, el presidente Eduardo Bermúdez, el mánager Sebastián Peratta y el propio entrenador definieron la continuidad hasta el final del torneo.
"Mantuvimos una reunión ya en Rosario entre Bermúdez, Peratta y Concina, y decidimos no aceptarle la renuncia a Bidoglio. Los jugadores nos expresaron su intención de seguir trabajando con él hasta el final de la Superliga y nos pareció razonable", explicó D'Amico. La proximidad del encuentro contra Huracán, el viernes en el Coloso, jugó su parte
Y agregó: "Tampoco era aconsejable poner a otro entrenador al frente de un plantel que no conoce y jugar un partido tan importante para nosotros como es el del viernes contra Huracán", agregó el vice leproso. No obstante, Bidoglio ya sabe que su figura pasó a ser resistida por el hincha, aunque igual decidió dar marcha atrás y estará sentado en el banco leproso.
En Newell's todos saben que el Coloso será un volcán en erupción. Lo expresaron ayer los rostros de los futbolistas de Newell's, caminando en fila, rumbo al micro luego del partido. Todos se mostraron serios y callados.
El entrenador había manifestado el viernes que la única señal que tenía sobre su futuro era la predisposición de los jugadores. Y que lo que podía pasar con él dependía exclusivamente de los resultados en los tres últimos partidos de la temporada. En el 15 de Abril, los jugadores no le respondieron según lo que el DT esperaba. Pero sí lo hicieron después pidiéndoles a los dirigentes que siga hasta el final del torneo.
En ese mismo instante que los jugadores se retiraban, el vicepresidente Cristian D'Amico mantenía una reunión con Bidoglio y su cuerpo técnico adentro del vestuario. Ya se había informado desde prensa del club que el técnico no pensaba hablar con los periodistas. También había trascendido que no continuaba en el cargo.
Media hora más tarde, el paso presuroso de Bidoglio y los colaboradores, seguidos por D'Amico, hacia el colectivo fue quizás la última imagen de un ciclo que comenzó de manera interina en noviembre pasado. La cuarta derrota seguida, la última frente a un rival notoriamente inferior, provocó el cimbronazo que se preveía. En el micro de regreso, el vice siguió intentando convencer al técnico que continuase en funciones y lo logró ya en Rosario luego de una larga reunión.
Ni siquiera se requiere un análisis pormenorizado de lo sucedido frente a Villa Mitre para entender por qué Bidoglio no tiene margen para mantenerse al frente del equipo más allá de estar contra Huracán y Banfield.
La derrota en la Copa Argentina causó fastidio y malestar, pero la preocupación no pasa por lo sucedido en una competencia nacional que históricamente le resulta esquiva a la lepra. Lo que inquieta es que el equipo está en caída libre, no ofrece respuestas y lo que debió ser un envión anímico para encarar las últimas presentaciones de la Superliga significó un mazazo, con un promedio que atemoriza para el próximo torneo.
Y pese a que Bidoglio sigue, será sólo hasta el final del torneo. Le quedaban tres partidos por delante para demostrar que tenía alguna posibilidad de conservar el puesto y al fallar el primero su futuro tiene un final. Es que ya el margen era estrecho antes de la derrota con los bahienses. El desagrado del hincha crecía y la campaña estaba en declive. Apenas una victoria en 8 partidos en el año y 3 caídas consecutivas requerían urgente una reacción. Pero Newell's la dejó pasar en el primero de esos exámenes, el más sencillo, considerando la envergadura del rival.
Es que aparte de que Villa Mitre juega dos categorías más abajo que Newell's, ni siquiera había logrado clasificar al pentagonal final por el ascenso a la B Nacional. Por ese motivo es que la caída pegó tan fuerte y desencadenó en que Bidoglio le pusiera la renuncia a disposición de la dirigencia. Pero a la dimisión del entrenador la bajaron sus propios jugadores. Igual, el aún DT rojinegro es consciente de que no le será fácil sentarse el viernes en el banco del Coloso, con la bronca que hoy tiene el hincha.
Bidoglio es responsable de este presente. De aquellas dos victorias durante su interinato a un invicto de siete partidos una vez confirmado en el cargo, si bien hubo varios empates, la campaña se torció para mal. Tres caídas seguidas en la Superliga y la rotunda de ayer. A la comisión directiva también le cabe su parte. Porque lo designó y fue la que armó este plantel, incorporando jugadores de los cuales ninguno rindió. Pero en estos casos, donde los resultados no se dan, el que paga es el DT.
Newell's se fue temprano de la copa. Si bien Bidoglio entendió que no da para más y por eso presentó la renuncia, igual se quedará gracias a la banca de sus jugadores. Lo hará sólo por los dos partidos que restan. Y después...