Newell’s le puso punto final a su estadía en Montevideo con una victoria. Estimulante, en medio de un proceso donde Mauricio Larriera trabaja para conformar un plantel al que todavía le faltan varias piezas. A la espera de que se incorporen el Colo Ramírez, Ever Banega y otros que desea el DT, resolvió el amistoso contra Peñarol por 1 a 0 con destellos de lo que pretende el conductor rojinegro.
Newell’s fue superior de principio a fin del primer tiempo. Manejó el desarrollo del partido a partir del gol tempranero de Guillermo May, quien aprovechó una pelota que le bajó Gustavo Velázquez en el tiro de esquina de Marcos Portillo para mandarla al fondo del arco. Ordenado y aplicado, el conjunto rojinegro no le dio margen de maniobra en su terreno a Peñarol, con grandes limitaciones en el manejo del balón. Franco Díaz, ubicado por delante de los centrales, resultó impasable. Robaba, tocaba y hasta avanzaba con seguridad con la pelota al pie.
La presión alta que pretende Mauricio Larriera fue otro acierto. Desde la entrega de Guillermo May, siendo la primera barrera de contención, hasta el esfuerzo del resto para encimar complicó la salida del manya. Así fue que recuperó varias, iniciando ataques con la defensa charrúa a contrapierna.
La falta de juego y de variantes privó a Newell’s de llegar con mayor frecuencia y riesgo. Así y todo estuvo cerca de aumentar la diferencia. Martino se perdió un mano a mano con De Amores y el arquero interceptó luego dos tiros peligrosos de media distancia de Portillo y Sotelo.
Empezó otro partido para Newell’s, al menos a partir de la decisión de Peñarol para el inicio del segundo tiempo, reemplazando a todos los futbolistas, exceptuado el arquero. Desde el juego, la lepra siguió moviéndose convencido de lo que tenía que hacer, con aplomo, siendo vertical, aunque con muy pocas aproximaciones comparando lo sucedido en los 45’ del inicio.
Una pérdida de Aguirre casi le cuesta caro. Sosa se le fue a Velázquez y Hoyos, elegido por sobre Macagno para este compromiso, evitó el gol.
Newell’s la manejaba, pero faltaban elaboración y dinámica. Y Peñarol encontró por el lado de Martino un lugar por donde atacar. Por ese sector desbordó Acosta y Sosa cruzó el tiro que se fue cerca. Más tarde Díaz se lo perdió debajo del arco.
Larriera fue moviendo el banco, pero el juego de Newell’s no mejoró. Lo que no cambió fue el resultado. La lepra ganó y se vuelve a Rosario con un triunfo que sirve de estímulo, para seguir buscando el mejor equipo y funcionamiento.
¡LA LEPRA SUPERÓ AL MANYA Y LEVANTÓ LA COPA ALBERTO ACOSTA! | Peñarol 0-1 Newell's | RESUMEN