La Agencia Provincial de Seguridad Vial estableció un amplio perímetro de
contención del tránsito pesado en los accesos a las terminales portuarias situadas sobre el río
Paraná, entre las localidades de Timbúes y Villa Constitución. El objetivo: reducir al mínimo el
impacto que produce en los accesos a los puertos del Gran Rosario la llegada de la cosecha gruesa,
que convierte a las rutas en un verdadero pandemonio.
Para la provincia, la llegada de la cosecha gruesa a los puertos, que en un 80
por ciento lo hace por camiones, representa, más allá de sus beneficios en general, "un problema en
las vías de comunicación que en forma recurrente se plantea en distintas épocas, y año tras
año".
La idea es establecer una serie de puestos fijos de control policial
estratégicamente ubicados de manera tal que además de hacer un control eficiente de cargas, se
pueda regular y ordenar la circulación, que muchas veces resulta caótica, y provoca constantes
colapsos.
Se trata de buscar la manera de dar una respuesta en el polo agroexportador más
grande del país, y no es un dato menor tener en cuenta que el 67 por ciento de los granos que se
exportan en el país, el 93 por ciento de las harinas proteicas, y el 85 por ciento de los aceites
se embarca desde este complejo portuario con los consabidos movimientos logísticos para su
traslado, almacenaje y posterior embarque.
Lo cierto es que este tipo de estadísticas se traduce en un número que supera
holgadamente el millón de camiones con granos que llegan anualmente a los puertos del complejo
ubicado entre Villa Constitución y Timbúes, siendo el cordón norte el más afectado.
Argumentos. Por lo tanto, y a modo de caracterización de uno de los efectos más
complicados de este gran movimiento, la resolución del Estado provincial remarca: "El arribo de
camiones transportando cereales y oleaginosas con destino a las terminales portuarias genera
frecuentes congestionamientos y bloqueos en las vías, provocando demoras y deteriorando la calidad
de vida de las zonas involucradas, al someter a irracionales esperas a los conductores de vehículos
de gran porte, generando riesgos en el tránsito, tanto para los camiones estacionados como para los
demás vehículos que circulan por la zona".
Por otro lado, se hace hincapié en una situación muchas veces denunciada por
autoridades y vecinos: "Esta situación de restricción o interrupción del tránsito en la vía pública
constituye una amenaza seria para la circulación y el libre acceso de vehículos de emergencia,
servicios de transporte y en especial de ambulancias y de auxilio".
La acción concreta. Para realizar los controles, la norma establece que la
policía provincial deberá destinar el personal y los recursos materiales necesarios para las tareas
operativas demandadas, y siendo la Agencia de Seguridad Vial la autoridad de aplicación de la ley
nacional de tránsito, este organismo se encuentra facultado para "disponer la suspensión temporal
de la circulación, cuando situaciones climáticas o de emergencia lo hagan aconsejable".
Según Hebe Marcogliese, titular de la agencia, el personal policial "estará
abocado a funciones de prevención y control de tránsito y podrá disponer medidas de restricción,
limitación, como también la eventual interrupción en la circulación del tránsito pesado en las
rutas y caminos nacionales y provinciales".
Desvíos y esperas. Por otra parte, la funcionaria recordó queel personal
policial estará facultado para regular la circulación del tránsito pesado por determinadas rutas o
caminos, y ordenar el desvío de camiones hacia una playa de espera o dársena segura.
La policía podrá también ordenar la detención del transporte de cargas por el
período de tiempo necesario para evitar el colapso de las vías de circulación en las zonas de
terminales portuarias.
También existe la posibilidad de que en el marco de una mayor eficiencia se
pueda optar parcialmente por un corredor alternativo seguro, si la situación así lo requiere.
Viejo planteo
La idea de un perímetro de contención fuera de la zona estrictamente portuaria
es un viejo planteo de las localidades de lo que se denomina el tercer anillo, las que en su
momento propusieron la construcción de playas de espera fuera de la zona más transitada.