"Queremos destacar especialmente la decisión de los padres en medio de una pérdida inesperada y dolorosa, y el acompañamiento del resto de la familia". Con estas palabras, la directora del Cudaio, Cecilia Andrada, se refirió al operativo realizado en el Hospital Víctor J. Vilela que permitió tres trasplantes de órganos en distintos lugares del país, gracias a la determinación altruista de los papás de una nena de 7 años.
La directora del organismo mencionó que la posibilidad de donantes pediátricos se da con poca frecuencia debido a que estadísticamente es baja la muerte en menores en condiciones de ser donantes, ya que se tienen que cumplir una serie de requisitos, y además, la familia debe estar de acuerdo con la donación, algo sumamente difícil en un momento tan crítico como es la pérdida de un hijo o hija.
Además, para que se pueda realizar la ablación, "se necesita una unidad de terapia intensiva debidamente equipada y a cargo de especialistas con el nivel profesional que ha demostrado el Vilela", destacó Andrada.
"El marco legal vigente establece que la ablación puede realizarse a toda persona mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de su oposición (al procedimiento). En el caso de los menores es decisión de los progenitores", dijo.
"Nuestra experiencia, que coincide con la del resto del país es que en los donantes pediátricos, es más probable que se produzca en familias que previamente han sido informadas y concientizadas", agregó la directora del Cudaio. Por lo tanto, aunque es sumamente difícil se recomienda hablar del tema donación de órganos en las familias y despejar dudas si aparecen.
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El emblemático caso de Antonella Trivisonno
María Antonella Trivisonno murió en un accidente de tránsito en 1999, en la epacio de calle Salta y Ovidio Lagos de Rosario, a causa de la irresponsabilidad de un conductor que cruzó un semáforo en rojo. La pequeña iba en el asiento trasero del auto que conducía su mamá, Silvia, que al llegar a la esquina fue embestido por un Peugeot 205. El auto de Trivisonno dio varios tumbos. Antonella quedó gravemente herida y su estado fue irreversible. Estaba por cumplir 7 años.
La trasladaron al Hospital Vilela donde constataron su muerte pocas horas después. Desesperados, desolados, Silvia y Alejandro, los papás de la niña, tomaron la valiente decisión de donar los órganos de su niña.
Desde entonces, los Trivisonno se han convertido en militantes de la donación de órganos, haciendo numerosas acciones todos los años para que la comunidad sepa más sobre lo que implica tomar esta decisión ante la muerte.
La Unidad de Procuración y Trasplante del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez lleva el nombre de Antonella. También se inauguró la Plaza de la Donación homenaje a su vida y su legado, en el parque Scalabrini Ortiz. Y una calle lleva el nombre de la niña que es emblema de la importancia de la donación de órganos, para todos los rosarinos.
Cada 29 de agosto se conmemora el Día del Donante de Órganos en la Argentina en recuerdo de Antonella.