El hecho que generó el documento de la Asociación de Obstetricia y Ginecología de Rosario (Asogir) se desencadenó el pasado 7 de este mes. El mediodía de ese martes, una parturienta _que cursaba un embarazo a término_ arribó al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria presentando dolor abdominal y hemorragia. Los médicos que la recibieron constataron que no se registraban latidos cardíacos fetales. Ante la gravedad del cuadro, decidieron hacer una cesárea de urgencia. Poco después los neonatólogos que revisaron al bebé confirmaron su muerte. Además, a la paciente tuvieron que practicarle una histerectomía (intervención que consiste en extirpar el útero total o parcialmente). La mujer, que ya había tenido dos partos por cesárea, llegó acompañada de una obstetra que estaba asistiéndola en un parto domiciliario en el que se intentaba que el bebé naciera por vía vaginal, práctica desaconsejada por los profesionales en este tipo de pacientes. A raíz del caso, Fiscalía dictó 3 allanamientos. Dos de ellos en consultorios que la profesional que intentó realizar el parto domiciliario alquilaba en la zona de Oroño al 4000, y otro en Villa Gobernador Gálvez. También se allanó su domicilio, en Gambartes al 2700.