Mientras elaboran un plan de trabajo integral de impermeabilización, las áreas técnicas de la Secretaría de Cultura del municipio pusieron en marcha obras de refuerzo en las membranas del techo del Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino y la instalación de redes de protección para evitar el anidamiento de palomas en los techos. La plaga de estas aves es para el edificio un problema que, como en el resto de la ciudad, provoca problemas en los desagües y es otra de las razones de las filtraciones que se dieron durante la tormenta del viernes pasado.
Los trabajos llegaron luego de que durante la última tormenta, cuando cayó sobre la ciudad un inmenso caudal de agua en pocos minutos, los techos del edificio de Pellegrini y Oroño volvieran a mostrar problemas en las membranas, una situación que ya se había dado en febrero de 2021.
Tal como sucedió entonces, los fuertes vientos movieron algunas de las piezas del lucernario del salón central de la planta baja y las filtraciones obligaron a retirar obras de la colección histórica del museo que se exhiben en el pasillo lateral que da sobre Pellegrini, donde se dio el mayor de los problemas.
De hecho, por la humedad persistente y para la protección de las piezas, que son parte de la segunda colección más importante del país después del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, aún en estos días días permanecen a resguardo y en las paredes los visitantes encontrarán un cartel donde se lee "obra en reparación".
La situación, además, hizo eco en el Concejo Municipal, donde desde la comisión de Cultura el concejal Carlos Cardozo (Juntos por el Cambio) reclamó a través de dos iniciativas que el municipio explique cuáles fueron las razones que obligaron a retirar obras que estaban en exposición para ponerlas a resguardo del agua, y solicitó a la provincia un cronograma para la realización del proyecto para ampliar los depósitos de la sala de exposiciones, una licitación ya adjudicada que el gobernador Omar Perotti dio de baja al inicio de su gestión por considerarla "no prioritaria".
Control y obras
Melania Toia es parte de la Dirección General de Museos y Bibliotecas de la Secretaría de Cultura y señaló que "el mismo lunes, tras la tormenta del viernes, las áreas técnicas hicieron una visita a partir de la cual se está trabajando".
La funcionaria explicó que tanto la situación de febrero de 2021 como la actual se produjeron "a partir de una situación que tiene que ver con la membrana del techo del edificio y también con la presencia de palomas, que es un gran problema".
Puntualmente, ya en 2021 se arregló parte de las membranas y se coloraron redes de protección para evitar que aniden las aves, ya que muchas veces, de acuerdo a la explicación que dio Toia, "lo hacen obstaculizando los desagües, lo que sumado a la gran cantidad de hojas que caen durante los días de tormentas como estas, tapan esos conductos y hacen que la gran cantidad de agua que cae no pueda escurrir correctamente".
"Esta vez tuvimos la misma situación que en 2021, solo que se dio en otro sector lateral del techo, donde se hará el mismo procedimiento: trabajos de renovación de la membrana y la colocación de redes", indicó la funcionaria y agregó que "esto es lo que se hará en lo inmediato, en tanto, paralelamente se trabaja en un plan de intervención integral".
Así y todo, dejó en claro que por las características del edificio, el lugar en el que se encuentra y las condiciones, "son situaciones que deben ser supervisadas todo el tiempo".
A la espera de ampliación
Lo que además del mantenimiento está en discusión desde hace ya varios años es la ampliación del museo, ya que hay que tener en cuenta que el edificio de Pellegrini y Oroño se levantó en 1937 para albergar 400 obras de arte y hoy alcanza las 5 mil, por lo que la preservación y conservación de las mismas es una cuestión crucial.
"Lo que necesita fundamentalmente el museo son depósitos para poder tener las obras guardadas en condiciones correctas", explicó días atrás Ana Suiffet, ex jefa del Departamento de Conservación y actual integrante de la Fundación Castagnino, y agregó: "Esto significa tener espacio suficiente e idealmente una climatización de modo que las obras puedan estar como corresponde; en eso insistimos cada vez que se puede y hacemos hincapié".