Con los alegatos de cierre, ayer concluyó el debate del primer juicio oral y público por mala praxis médica, instancia en la que un traumatólogo fue acusado por un acto negligente que desembocó en la muerte de un joven, a quien demoró amputarle una pierna luego de fractura expuesta de tibia y peroné que sufrió en un accidente. Según la teoría de la Fiscalía ese accionar derivó en una infección generalizada que causó complicaciones y el fallecimiento. Así, ratificó el pedido de pena de 3 años de prisión condicional y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina. La querella reclamó cinco años de cárcel efectiva y diez de suspensión de la matrícula. A su vez, la defensa sostuvo la plena inocencia del acusado y que su actuación fue diligente de acuerdo a los protocolos médicos para tratar esa grave lesión.
El Tribunal dará a conocer el veredicto el martes. Los jueces Rafael Coria, Florentino Malaponte y José Luis Suárez ya tienen todos los elementos de un proceso judicial que comenzó hace más de siete años, cuando los familiares de Maximiliano Iñiguez, de 20 años, denunciaron que su muerte se debió un negligente accionar del traumatólogo Sebastián S.S, de 49 años, al asistir al paciente en el sanatorio Los Alerces (ex Julio Corso) de San Juan al 3900.
Después de siete años, el profesional fue llevado a juicio. Durante el debate, el fiscal Walter Jurado trató de demostrar su hipótesis del hecho. Acusó al médico de demorar la amputación de la pierna izquierda de Iñiguez, que el 9 de febrero de 2014 sufrió una fractura de tibia y peroné en un accidente de tránsito en Villa Gobernador Gálvez cuando fue circulaba en moto y fue embestido por un auto.
El joven primero fue atendido en el Hospital Provincial, donde lo estabilizaron, y luego lo trasladaron a Los Alerces. Allí, junto a otros médicos, intervino el traumatólogo Sebastián S.S., quien le realizó una operación para colocarle tutores. Tras sufrir múltiples complicaciones que lo mantuvieron inconsciente en terapia intensiva, murió el 16 de abril por un paro cardíaco provocado por la sepsis (infección) generalizada.
Punto central
El punto central del caso está ligado al momento de amputarle la pierna a Maximiliano. Para la Fiscalía fue un acto tardío. Si bien son debates técnicos y con terminología científica que cada parte busca capitalizar a partir de los informes y pericias, ese fue el eje de la discusión.
Durante las cuatro jornadas declararon peritos oficiales, de la defensa y la querella, además de familiares de Iñiguez, y compañeros del imputado. Por el estrado pasaron médicos forenses del Instituto Médico Legal (IML) y docentes de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR. También, el acusado recibió el apoyo de la Asociación Argentina de Traumatología y de la Asociación Rosarina de Traumatología, según indicaron los abogados defensores, ya que el caso mantiene “en vilo" a esas entidades.
“Los peritos oficiales coincidieron en criticar el acto médico del traumatólogo, ya que fue ejecutado tardíamente (en relación a la amputación), lo que debió ser advertido por el médico, porque el cuadro infeccioso en la herida ya estaba instalado conforme distintas explicaciones científicas”, indicó el abogado querellante Eduardo Hadad.
Para sostener esa hipótesis, citó la declaración de médica forense del IML María Susana Soplan, quien advirtió que el accionar del médico le “restó chance de sobrevida” a Iñiguez. Se trata de la involución del paciente, que al 12 de febrero, tres días después de accidente, según las pruebas volcadas en el juicio, debió proceder a la amputación de la pierna.
Chances de sobrevida
Los abogados defensores del médico, Facundo Ruilopez, Lautaro Dentone y Germán Pugnaloni, sostuvieron una vez más la inocencia de su asistido. Rebatieron en primer lugar que “la investigación y la acusación” tienen puntos “incongruentes” jurídicamente.
“Una de las cuestiones que se intentó distorsionar es que la primera fasciotomia que le practicaron a Iñiguez (el 13 de febrero) fue cerrada, pero siempre estuvo abierta, porque se cerró la piel con puntos de dos centímetros de sutura para que drenara. El fiscal no pudo acreditar su idea del caso por errores de la investigación”, recalcó Pugnaloni.
Para el letrado hubo además a otros actores intervinientes, como el anestesista, ayudantes y otros médicos del Hospital Provincial que intervinieron. "El fiscal tiene el deber de objetividad del caso, no así la querella que puede plantear cuestiones más subjetivas por su rol. Acá hablamos de una lesión grave, de trauma que fue provocada por el auto que lo chocó”, dijo.
“Sostenemos plena y acabadamente la inocencia de Sebastián S., quien fue el único imputado en una causa que investiga una muerte donde el paciente primero fue paseado por un centro asistencial donde no había elementos para atenderlo, después fue un hospital y luego al sanatorio. El proceso duró dos meses e intervino una cantidad de médicos”.
Según esa explicación, el caso “no se investigó durante siete años, no se agotaron otras líneas claras, se desistió de testigos. En su momento la querella dijo que irían contra seis o siete médicos. Pero sorpresivamente en la audiencia de constitución tomaron la decisión de ir contra una sola persona: el traumatólogo. La Fiscalía compró eso, pero no había iniciado en ese momento ningún informe médico relevante”.
Otro de los puntos que refuta es la referencia al momento de amputarle la pierna a Maximiliano. “Sufrió una lesión muy grave, con riesgo de muerte. Los huesos rompen los tejidos, y quedan sujetos a contaminación de gérmenes y bacterias. Al cuerpo ingresó aeromona hidrófila, una bacteria de las más virulentas. Recordemos que el accidente se produjo en el pavimento, donde hay agua, tierra. La evidencia científica lo demostró. Esa bacteria puso haber ingresado en la calle, el hospital o el sanatorio. En cinco o seis días genera complicaciones serias en el organismo a una velocidad inusitada. Entendemos a la familia, pero el 13 de febrero no había parámetros para la amputación. La intervención del traumatólogo fue para salvarle la pierna izquierda a Iñiguez, darle sobrevida a un chico joven, que era zurdo y jugaba al fútbol”, indico Pugnaloni.
El veredicto del Tribunal en el primer juicio oral y público por mala praxis médica en Rosario bajo el nuevo sistema penal oral se conocerá el martes, a la 13, en la sala 10 del Centro de Justicia Penal (CJP).