La edila radical María Eugenia Schmuck, se refirió esta mañana a la necesidad de controles sobre las repetidas fiestas clandestinas que se vienen registrando en barrios como Fisherton y que provocan numerosos reclamos de los vecinos por ruidos molestos, y menores que, según alegan, consumen drogas y salen visiblemente alcoholizados.
"Observamos que en general se hicieron en Roldán y en Funes hasta hace muy poco tiempo, que no son fiestas privadas entre amigos o familiares en realidad son fiestas donde se cobra entrada por lo general bastante cara. Tienen seguridad privada e incluso baños químicos, es decir como si fuera un boliche pero en casas", indicó la edila.
"A partir de sanciones bastante duras en Roldán y en Funes se han comenzado a trasladar a algunos barrios de Rosario y Fisherton ha sido uno de los lugares elegidos por estas personas que evidentemente se dedican a ganar dinero alquilando inmuebles y luego organizando estas fiestas clandestinas. La idea es discutir en la Comisión de Gobierno para incorporar en calidad de faltas multas más gravosas, entre 20 mil y 40 mil pesos para aquellos propietarios y o inquilinos, esto sería a discutir, que realicen estas fiestas donde se cobra entradas sin ningún tipo de habilitación municipal", remarcó Schmuck.
"Si uno quiere hacer una fiesta y comercializarla tiene que seguir los pasos legales que cualquier persona que tiene un boliche o un bar y quiere realizar un fiesta. Tiene que hacerlo para tener habilitación municipal, la infraestructura adecuada, pagar los impuestos que amerita una fiesta de estas características. Y la verdad es que a la Municipalidad se le hace cuesta arriba controlarlas porque no tiene ningún registro de su existencia y ante la queja de los vecinos lo que hizo la Guardia Urbana esta bien. Fue y labró un acta, dejó constancia, pero si no tenemos sanciones más duras para quien las realiza el poder de policía queda bastante restringido. Sólo queda llamar a la policía que en este caso fue bastante lamentable lo que pasó", evaluó sobre el último de los incidentes que comenzó el sábado a las 6.30 y culminó a las 14 en una finca de Eva Perón al 9200.
"No son casos aislados, en los últimos tres meses esta es la tercera que se denuncia en el barrio con muchos incidentes. En un lugar donde hay muchas residencias, en Wilde y Córdoba donde generó un malestar mucho mayor. Pero además lo que denuncian los vecinos no son solamente los ruidos molestos, sino sospechan que se venden drogas y muchos de ellos, menores, salen alcoholizados. No es posible que no tengamos algún tipo de control, por eso creo que el Concejo debe hacer esta reforma para tener una herramienta que prevenga que cualquier persona intente comercializar con solo el alquiler de un inmueble una fiesta sin ningún tipo de medida o de requisito a cumplir por parte del comercializador", insistió como conclusión la concejal de la UCR.