La falta de crédito para la compra de unidades nuevas, la caída en la recaudación y la competencia con aplicaciones, como Uber, todo conjuga en una ecuación financiera que a muchos taxistas les hace inviable comprar un coche cero kilómetro para ponerlo en las calles de Rosario. Datos oficiales indican que en la actualidad hay 555 vehículos de alquiler que superaron los 10 años de antigüedad como tope permitido, ya que recibieron una prórroga, a los que se sumarían otros 340 vehículos modelo 2014, si el Concejo les da su aval.
Datos del portal oficial del municipio arrojan una "foto" que grafica la realidad del sector. Con prórrogas ya aprobadas por el cuerpo rosarino hay 555 unidades cuyos modelos son 2013 hacia atrás.
Del total de las 4 mil licencias que tiene Rosario, el 79 por ciento se moviliza a través de GNC, el resto lo hace mayoritariamente a nafta. Y la antigüedad promedio se ubica en el orden de los 7 años. Es decir, hay una caída en la renovación de unidades.
Ahora se le agregarían 340 autos modelo 2014. En efecto, existe un pedido de prórroga para renovación de las unidades del servicio público de taxis patentadas en 2014 con vencimiento este año. El tema se puso a consideración de la comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal por parte de la Asociación de Titulares de Taxis Independiente (Atti) a través de su titular Mario Cesca.
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Dos años más
En el expediente, la entidad formuló el pedido de 24 meses de prórroga para la renovación de las unidades tomando como argumento la crisis que atraviesa el sector, el efecto que ocasionó el mercado de aplicaciones, como Uber, distorsiones tarifarias, y la suba de costos que empujó la tarifa hacia arriba en los últimos meses.
En junio pasado el propio Palacio Vasallo aprobó de manera unánime un incremento del 50 por ciento en la tarifa de taxis, en dos subas del 25 por ciento. Una operó en junio y la otra en agosto pasado. Pero no existe rentabilidad suficiente para acceder a un coche nuevo o resulta dificultoso.
En cuanto a este nuevo pedido de prórroga, el tema quedó en estudio a la espera de recabar información con el Ejecutivo municipal acerca de la cantidad de unidades que se encuentran con condición de vencimiento en 2024.
Lo cierto es que si analizan los datos, la mayor cantidad de unidades que circulan por la ciudad corresponden a modelos de 2015 a 2019.
Astronómicos
"Hoy por hoy, el mayor problema para el servicio y para la posibilidad de renovar el coche es el de la economía. Actualmente, es prácticamente imposible reponer las unidades. Es muy difícil mantenerlas funcionando y hacemos un esfuerzo grande para sostener el sistema. En el caso de los autos, los valores son astronómicos”, justificó Cesca a LT8.
El referente de los titulares de licencias sostuvo que los precios de los autos están muy altos “y no hay créditos, ni financiación, no hay manera de reponer las unidades en tiempo y forma. Lógicamente con una extensión de la prórroga podríamos ir arbitrando algunos medios para ir cambiando las unidades”.
“Nosotros solicitamos dos años de prórroga. Tenemos un límite en el uso de los autos comprados de cero kilómetro, que lo fija la ley de tránsito. Esa normativa dice que todo vehículo afectado a servicio público no puede tener una antigüedad mayor a diez años. Por esa razón, ante el inminente vencimiento de las unidades patentadas en 2014, solicitamos que excepcionalmente se nos otorguen dos años más como para ir paliando esta situación de crisis”, agregó.
Uber y la nueva ordenanza
Con relación al funcionamiento de las aplicaciones como Uber y la ordenanza que intentaría regularlas, el dirigente expresó que los taxis en general “han perdido muchos pasajeros. Entre la situación económica y esa app, que ha captado un montón de viajes, la situación se hace caótica. La ordenanza que regula las aplicaciones no resuelve el problema porque Uber no aceptará ninguna regulación, a punto tal que le hemos solicitado a la presidenta del Concejo (María Eugenia Schmuck) que nos permita ingresar a la aplicación y trabajar nosotros también, pero cuando intentamos registrarnos en Uber, la aplicación directamente nos contestó que no aceptaban taxis".
Cesca consideró que "la intención de regularizar las aplicaciones quedará en la nada porque esas empresas no aceptan que les digan cómo funcionar. Como operan a nivel mundial con el mismo sistema, se les hace imposible adecuarse a cada ciudad del mundo".