En apenas 48 horas creció exponencialmente en Rosario el número de contagiados de Covid 19. Es más: la ciudad no solo superó los picos de positivos de la primera y segunda olas, sino que los duplicó superando los 7 mil casos en la provincia y llegando casi a 3 mil en la ciudad, aunque con cuadros mucho menos severos. ¿Qué explica este escenario: supervivencia de un virus más contagioso, pero más benigno; pacientes vacunados y más resistentes; una tercera ola o segunda pandemia? En este contexto, ¿continuarán multiplicándose aún más los infectados? Preguntas sobran y ninguna de las respuestas que los especialistas esbozan son absolutas, sino que todos -como la mayoría de las veces- refieren “a una multiplicidad de factores”. Cada uno de los consultados por La Capital respondió con matices y hubo más de uno que consideró que las cifras de contagios pueden seguir aumentando e incluso volver a duplicarse en las próximas 72 horas.
Si hay algo en lo que coinciden es en que las mutaciones del virus desde marzo de 2020 a la fecha fueron modificando los escenarios a los cuales el sistema de salud tuvo y aún tiene que dar respuesta.
Natalia Santucci, biotecnóloga, docente de de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR y parte del proyecto Ciencia Rosarina contra el Coronavirus explicó que “a medida que el virus muta gana nuevas funciones, entre ellas la capacidad de contagiar en una menor cantidad de tiempo y con menor contacto a un mayor número de personas, aunque lo haga con menor carga viral”.
Para la especialista, esa una de las claves que explica el crecimiento brutal del número de casos que se dio en las últimas 48 o 72 horas, a lo que le sumó un elemento clave como es la “relajación de los cuidados por parte de la población”.
“Habría sido importante que el Ministerio de Salud de la Nación mantuviera , como sí hizo Santa Fe, la continuidad en el uso del barbijo como medida de protección. Retirarlo debió haber sido la sido la última medida porque eso ayuda a reducir los riesgos de contagio en espacios aún no tan masivos y al aire libre”, explicó Santucci, quien consideró que la idea a nivel central de querer instalar “un clima de pospandemia” propició en parte el descuido de las protecciones y generó el escenario actual.
Un planteo similar hizo Damián Lerman, infectólogo y vicedecano de Medicina de la UNR, aunque refirió “a la condición humana” para explicar la relajación de los cuidados ante un escenario más benigno y sobre todo luego de meses y meses de presiones.
La desatención de los cuidados en combinación con una variante del virus que consideró “hipercontagiosa”, explica para él en parte la situación actual.
La supervivencia del virus
“Lógicamente hay una multiplicidad de factores, pero vemos que el virus gana terreno en su capacidad de contagiar, que es lo que habitualmente se da en el desarrollo de los virus que, si bien pierden agresividad, buscan sobrevivir; es la supervivencia de las especies”, explicó.
Así, ante un panorama que, a priori, muestras cuadros más leves, lo que se ve reflejado en el nivel de internados por Covid en las unidades críticas (apenas del 5%), Lerman mantuvo la cautela.
“No sabemos qué puede terminar pasando en las unidades de terapia intensiva porque cuantos más casos tengamos, aunque los cuadros sean más benévolos, si se suman las complicaciones es difícil adelantar un escenario”, advirtió.
Más aún, a diferencia de Santucci, que afirmó que los modelos matemáticos muestran que el número de infectados comenzará a descender en los próximos días, el vicedecano advirtió que la curva continuará creciendo más todavía.
Como dato extra, agregó que posiblemente los números actuales no sean los reales. “No porque alguien esté mintiendo, sino porque estamos frente a una variante que mayoritariamente se atraviesa con pocos síntomas o forma asintomática y puede estar pasando que muchas personas no se sientan enfermas, o incluso piensen en un simple resfrío o alergia, cuando en realidad están cursando la enfermedad y por eso en ningún momento del proceso se hisoparon”, detalló.
¿Tercera ola o segunda pandemia?
Así como se habló de primera y segunda ola, en los últimos días autoridades sanitarias y especialistas se refirieron al aumento de las infecciones que atraviesa el país como la tercera ola. En esos términos hablaron Santucci y Lerman, incluso el último se refirió a “un capítulo más de un mismo libro”.
Sin embargo, Matías Lahitte, médico infectólogo del Sanatorio Británico y parte de la Mesa Covid de la Secretaría de Salud de la Municipalidad, se animó a algo más y apuntó a los cambios sustanciales que se están viendo en el virus, que casi permitirían considerar este momento “una segunda pandemia”.
“La variante de preocupación que vemos tiene prevalencia y es de características muy diferentes, requiere un manejo diferente del escenario, como si se tratara de una segunda pandemia más que de una tercera ola”, dijo el especialista en referencia no solo a las características virológicas de esta variante, sino además por los cambios en la población expuesta que, a diferencia de 2020 y 2021, está vacunada en un altísimo porcentaje.
Entre las características virológicas de la variante Omicron, Lahitte como sus pares, se refirió a la contagiosidad y le puso números. “Mientras que la Delta tiene un R0 -es decir una capacidad de contagio por cada persona infectada- de entre 2,5 y 3, acá estamos hablando de alrededor de 10; es decir cercana a la contagiosidad del sarampión, que alcanza los 12 por cada infectado”.
Para Lahitte, con este escenario y frente una cepa que además tiene un período de incubación más corto y que logra la capacidad de disminuir la eficacia de las vacunas, “la clave ahora está en ver las características clínicas de los pacientes que sí requieren internación en unidades críticas y de los que fallecen.
“Tenemos que evaluar, y en eso estamos, qué edad tienen, qué comorbilidades tienen, si están vacunados y cuántas dosis recibieron”, detalló el médico y que afirmó que allí podrían encontrar nuevas respuestas.
Lo que sí señaló sin dejar lugar a dudas es que el número de contagios en la ciudad, lejos de disminuir, probablemente siga incrementándose en las próximas semanas hasta tener una caída abrupta, sin hacer ninguna meseta. Y, para ejemplificarlo, recordó lo que sucedió en Sudáfrica, uno de los primeros países en tener que enfrentar los efectos de la variante Ómicron.
“Desde el inicio de los casos, el pico máximo de contagios se dio en la quinta semana y acá recién estamos comenzando”, dijo el médico, y explicó el descenso abrupto de las infecciones que se dio en el país africano justamente fue por la contagiosidad de la variante.
“La baja es tal brutal como la curva porque llega un momento que ya no encuentra dónde contagiar”, señaló sin descartar que en las próximas 72 horas el número en la ciudad vuelva a duplicarse.