Tras un destacado recorrido académico y profesional, la Licenciada en Nutrición de 29 años, Gimena Salas, logró alzarse con un reconocimiento nacional otorgado por la Sociedad Argentina de Fisiología, durante su congreso anual llevado a cabo en Capital Federal a finales de octubre. Oriunda de la ciudad de Máximo Paz y residente en Rosario desde hace más de diez años, obtuvo el premio “Investigador Joven”, por los estudios realizados en el marco de su tesis doctoral.
La investigación aborda una patología del embarazo, la cual afecta a un grupo de mujeres que experimentan un aumento en los niveles de estradiol, lo que puede llevar a problemas graves en el hígado, ictericia y prurito. Además, esta condición puede tener efectos adversos en la salud del feto, aumentando el riesgo de aborto espontáneo. El trabajo de Gimena se centra en identificar los mecanismos fisiopatológicos involucrados en esta afección y cómo la alimentación y los antioxidantes pueden desempeñar un papel crucial en su prevención y tratamiento.
“Los resultados que obtuvimos son un foco muy importante para tratar de prevenir los abortos espontáneos. Tenemos el indicio de que hay un componente oxidativo que podría revertirse a partir del consumo de antioxidantes que se consigue de manera natural en ciertos alimentos o a través de suplementos nutricionales. Nutrientes antioxidantes como Selenio, Zinc y Vitamina C pueden encontrarse en frutas y verduras”, explicó a La Capital Salas, quien hoy se desempeña como becaria doctoral en Instituto de Fisiología Experimental (IFISE) del Conicet.
Excelencia educativa
Sus inicios académicos se remontan al año 2012, cuando se mudó de su pueblo de origen, Máximo Paz, a Rosario para estudiar la Licenciatura en Nutrición en la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (UCEL), carrera de la cual egresó en el 2017 con un cuadro de honor y promedio académico de excelencia. Su dedicación le valió la posibilidad de obtener una beca Conicet con el objetivo de aventurarse al doctorado en Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de Rosario en el Instituto de Fisiología Experimental.
“Al ser de un pueblo, la cuestión económica se complicaba porque estudiaba en una universidad privada y el hecho de tener que afrontar un alquiler en otra ciudad más el pago de la cuota era difícil entre mis padres. Traté siempre de esforzarme en mis estudios y mi buen promedio permitió que me becaran en la UCEL para continuar el cursado. Cuando termino Nutrición alquilo un espacio en la zona norte porque quería dedicarme a la atención en consultorio, empecé ahí y trabajando en prácticas profesionales dentro de la Municipalidad de Alvear”, comentó Salas sobre su arranque profesional.
Fue el encuentro con una ex docente de su carrera lo que la llevó a conocer el Doctorado en Ciencias Biológicas que ofrece la Universidad Nacional de Rosario. En 2018 se postuló a una beca Conicet y logró acceder a la misma para realizar su formación como doctora y poder subir otro escalón en el ámbito académico. “Me di cuenta de que era la investigación lo que quería hacer y por eso decidí seguir estudiando”, confesó la nutricionista, quien actualmente cursa el cuarto año en la UNR.
“Gracias a mi tesis doctoral y a la ayuda de mi director, Fernando Crocenzi y mi codirectora Cecilia Basiglio, fue que acabo de recibir este premio. Empecé a estudiar y no teníamos ni idea de que se investigaba de esta forma en ámbitos así. Hoy te puedo decir que hay un montón de grupos de trabajo y yo siendo docente de la materia Química Biológica y Nutrición en la carrera de Ingeniería de Alimentos de la UCEL todo el tiempo trato de compartirle a mis alumnos que es una de las incumbencias más importantes que pueden seguir”, indicó Salas.
Avanzar casilleros
Previo a participar del Congreso de la Sociedad Argentina de Fisiología, Gimena envió su trabajo para que pueda ser evaluado por un comité especializado y tener la oportunidad de presentarlo. Su investigación fue elegida por la entidad junto a otros tres proyectos de estudiantes de universidades nacionales de La Plata, San Luis y de la UBA en Buenos Aires. Las variables a tener en cuenta a la hora de otorgar la distinción no solo estuvieron relacionadas con los resultados de cada estudio, sino también con la exposición realizada por los jóvenes y sus capacidades de oratoria.
Además de considerar innovadoras las conclusiones a las que arribó Salas en las áreas de nutrición y fisiopatología, el jurado premió su desempeño al momento de decidir que sea ella la postulante distinguida. Como el estudio debía ser inédito y no estar presentado en ninguna revista o paper académico, aún no es de acceso libre. Sin embargo, recientemente se contactó con una publicación científica a nivel internacional para ver si les interesa darlo a conocer, aguardando una respuesta de parte de la misma.
A su vez, Gimena decidió incursionar en el camino emprendedor lanzando Sanno, una línea de productos saludables. El negocio lo lleva a cabo con una amiga, armando los rótulos de los alimentos y combinando sus conocimientos en la elaboración de fórmulas ricas en vitaminas, proteínas y otros nutrientes esenciales en una dieta equilibrada. “Esto de cocinar siempre fue un hobbie, entonces al producir comidas saludables para la población siento que hago algo que me gusta a través de una impronta positiva”, consideró Salas y agregó que vende de forma online, en redes sociales como Instagram. Todavía no llegó a dietéticas de la ciudad, pero podría ser un paso clave a futuro.