La Justicia de Entre Ríos volvió a desconocer la aspiración de un empresario ganadero que le disputa a la Municipalidad de Rosario los derechos de propiedad sobre 807 hectáreas de tierras en la isla frente a la ciudad que son parte del llamado legado Deliot, una superficie de 2.204 hectáreas de alta biodiversidad, que un filántropo rosarino había legado en los años 40 a la ciudad, de las cuales este hacendado demanda como propias una tercera parte.
En marzo del año pasado un juez de primera instancia había rechazado la adquisición de dominio por usucapión, es decir de propiedad reconocida por el paso del tiempo, del empresario Enzo Rómulo Mariani sobre esas extensiones. Ahora un fallo de la Sala III de la Cámara Civil de Paraná declara no admisible el planteo del empresario, que lleva 19 años ocupando esas tierras, un inmueble de 807 hectáreas de superficie en la isla El Charigüé, que es jurisdicción entrerriana, por lo que la Justicia de esa provincia es sede del litigio.
Cuando el magistrado de Victoria rechazó las intenciones del Mariani sus abogados apelaron. Con una resolución de 22 páginas fechadas este martes los camaristas Andrés Manuel Marfil, Virgilio Alejandro Galanti y Valentina Ramírez Amable también cuestionaron la aspiración. Eso robustece el planteo de la Municipalidad de Rosario que dice ser la única sucesora universal de los bienes de Carlos Deliot, un contador rosarino que murió en 1944, y que dejó la mayor parte de su patrimonio a la ciudad. Hace 23 años el entonces intendente Hermes Binner anunció la escrituración en favor del municipio y tras ello la pretensión de establecer en una fracción de esa superficie una reserva ecológica, con el nombre de Reserva Los Tres Cerros.
Mariani, que es propietario en Rosario de la guardería náutica Henry Morgan, inició trámites para lograr los títulos definitivos de las tierras que compró mediante boletos a personas establecidas en ellas. Para el momento en que surgió la acción judicial, la ex intendenta Mónica Fein contrató un estudio jurídico de Paraná para postular en la Justicia civil de Victoria los derechos del municipio sobre las tierras que el ganadero, rosarino de 70 años, reclama como propias. La Intendencia consideró entonces y ahora una avivada lisa y llana de parte de Mariani la compra de esas tierras a pobladores que tampoco eran dueños. Pero por dos veces la Municipalidad perdió el pleito para demostrar su dominio sobre esas tierras.
Eso empezó a cambiar el año pasado con el fallo del juez de Victoria primero y ahora con la ratificación del tribunal superior. Mariani afirma que le compró las tierras a un poblador islero llamado Ambrosio Flores que tenía derechos sobre las mismas por habitarlas por mucho tiempo. La Cámara de Paraná le llama fuertemente la atención a Mariani señalándole que faltó a la verdad cuando manifestó, por declaración jurada, que no existían otras personas que pretendieran esos terrenos. Primero cuando la Municipalidad de Rosario tenía una declaratoria de herederos en favor del propio Deliot. Pero además cuando había una sentencia que le negaba posesión de esas tierras a Ambrosio Flores en oposición a lo expuesto por el empresario. "Estamos ante un litigante que comienza con una versión falsa de los hechos", indican los camaristas.
La Cámara destaca que el poblador que había vendido a Mariani, al perder un juicio por usucapión de los terrenos donde vivía, "terminó cediendo un derecho que no tenía", lo que invalida la pretensión del empresario rosarino, que además estaba en conocimiento del trámite. Pero hay algo adicional según los camaristas: no hay prueba que acredite, más allá del simple papel de la escritura pública, que Flores haya estado en posesión real de las tierras que le cedió a Mariani.
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Otra cosa que subrayan los jueces de segunda instancia es un problema de medio ambiente. Indican que Mariani presenta como prueba corroborante un "estudio de impacto ambiental" de junio de 2014 para dos estancias suyas en la isla, La Catalina y Las Moras, que más allá de no estar firmado demuestra que no contaba antes de esa fecha con la certificación ambiental para explotar la actividad ganadera en las islas.
Esto para la Cámara de Paraná no es un dato menor dado que la usucapión implica que la propiedad reconocida cumpla una función social lo que no puede suceder "cuando los actos de hecho o las vías para mantener la posesión se sustentan en actos ilícitos". Lo que indican los jueces es que la ocupación de un campo que que se encuentra ambientalmente protegido, como son los de las islas, pueden ser motivo de posesión por usucapión siempre y cuando sean lícitos. "Es decir no deterioren el medio ambiente y la actividad agroganadera, como ocurre en este caso, debe estar previamente autorizada".
En la Municipalidad de Rosario se mostraron satisfechos con el fallo al que consideran un aval en favor de la aspiración de fondo que es una sentencia que le reconozca al municipio la posesión plena y definitiva de esas tierras. También valoraron que en el fallo los camaristas de Entre Ríos indican que uno de los principales basamentos de un fallo para quedarse tierras por usucapión, es decir por el derecho adquirido por el paso de los años, es la buena fe. Según dicen desde la asesoría letrada del intendente Pablo Javkin en este caso, de parte del empresario demandante, la Justicia indica que no la hubo.