Rosario estuvo otra vez al horno. Una agobiante jornada de calor —con una sensación térmica
de 37,2 grados a las 19— dejó un saldo de cientos de hogares sin el suministro de energía
eléctrica por la sobrecarga del servicio. Las zonas más afectadas fueron el sur, norte y noroeste
con cientos de desperfectos en la red aérea de baja tensión que no fueron resueltos en su
totalidad. El centro también sufrió los cortes en el tendido subterráneo y recién hacia las 17.30
los vecinos del área de Melián, Alvear, Comodoro Rivadavia y Riccheri pudieron respirar con algo de
alivio. Allí se pudo reparar un problema en media tensión tras casi 24 horas sin luz.
Casi como una regla matemática, cuando el termómetro supera los 30
grados estallan los cables de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). El Servicio Meteorológico
Nacional (SMN) registró una temperatura de 36 grados a las 18 y la sensación térmica superó los 37
grados. Hubo descenso de presión y la humedad rondó el 40 por ciento, baja para Rosario. Los
equipos acondicionadores de aire estuvieron a full y los resultados fueron previsibles. Ayer, hacia
las 14.35, se produjo un nuevo récord histórico de demanda energética de 1.608 megavatios,
superando la máxima de 1.565 del 19 de abril pasado.
Los cortes de luz se multiplicaron por doquier. Durante toda la mañana
la zona de Forest, Ecuador, Provincias Unidas y Río Negro estuvo a oscuras y con los ánimos de los
vecinos crispados. Un corte en un cable subterráneo de media tensión que comenzó de madrugada
afectó el radio de Melián, Alvear, Rivadavia y Riccheri. Recién a las 17.30 las cuadrillas de la
EPE pudieron repararlo. En presidente Quintana y Ovidio Lagos estalló un cable de baja tensión
provocando zozobra en la cuadra.
Unas 10 cuadrillas de la EPE trabajaron ayer para solucionar los cortes
en baja tensión. Incluso se contrataron técnicos de empresas privadas.