El turista rosarino de 71 años que el 5 de enero pasado tuvo un accidente cuando se encontraba de vacaciones en la localidad de Ostende (golpeó su cabeza fuertemente contra el piso de arena tras caer bajo el peso de una enorme ola), murió este sábado tras permanecer diez días en estado delicado en el hospital municipal Pepe Olaechea de Pinamar.
Carlos Alberto Mackena, quien residía en la vecina ciudad de Funes, no pudo recuperarse de las lesiones que le produjo el traumatismo y falleció a causa de una falla multiorgánica, según confirmó el secretario de Salud de Pinamar, Eduardo D’Agostino.
Al momento del deceso, este sábado por la mañana, Mackena estaba alojado en la unidad de terapia intensiva, donde había ingresado con pronóstico reservado tras el desafortunado incidente en la zona del Balneario Barlovento de Ostende, en la costa atlántica.
El día del accidente las aguas presentaban un fuerte oleaje y si bien estaba permitido el ingreso de los bañistas, en algunos sitios había bandera de mar dudoso. Al parecer, el hombre cayó en un banco de arena, casi sin profundidad, y se fracturó la columna.
Fue sometido a un operativo de salvataje y primeros auxilios por parte de guardavidas y un bombero voluntario. Una vez fuera del mar, rescatistas lo sacaron del paro cardíaco que había hecho por la ingesta de agua y la conmoción del golpe. Pudieron reanimarlo y de allí se montó un dispositivo para trasladarlo al hospital local, donde ingresó con una fractura con compromiso medular y fue sedado y estabilizado en coma inducido, relataron oportunamente fuentes sanitarias.
El jefe del operativo de Seguridad en playa, Esteban Maggi, explicó a La Capital cómo sucedieron los hechos.
“Este hombre se estaba bañando en el mar y lo tumbó una ola, perdió el equilibrio y se golpeó la cabeza contra el fondo del mar, a 30 centímetros de profundidad. Se había desvanecido y en unos treinta segundos los guardavidas lo sacaron. Había tragado agua y estaba broncoaspirado. Lo drenaron, le aplicaron adrenalina. Se le hizo Resucitación Cardio Pulmonar (RCP) y después personal médico pudo regresarle el pulso”, indicó Maggi.
El funcionario aclaró que en la jornada del jueves pasado no hubo hechos por fuera de lo normal en la zona de playa. “Lo tiró de golpe al piso y rozó contra la arena, no había olas descontroladas, lamentablemente perdió el equilibrio por el golpe de la ola pero no era un oleaje fuerte. Para que eso suceda debe existir viento pampero o sudestada y no pasó ninguna de ambas. Ese mismo día un hombre de 50 años agarró una tabla para barrenar y también se accidentó”, remarcó para insistir: “Pero no había superolas”.
Las tareas de reanimación al hombre de 71 años se extendieron media hora. “Tuvo mala suerte, en el golpe. Allí no estaba prohibido el baño y en algunos lugares había bandera de mar dudoso, pero la gente se podía bañar”, indicó.
Consultar, siempre
Pinamar cuenta con casi 14 kilómetros autorizados para los veraneantes que quieran sumergirse en el mar. Hay en esta franja más de 100 guardavidas, que están en servicio entre las 10 y las 19. Pero existen otros 250 que contratan los balnearios con carpas y servicios que también son parte de las tareas de rescate.
A ellos se les suman otros 250 contratados por los balnearios privados (están de 9 a 19 pero con rotación, lo que implica dos guardavidas en cada puesto) camionetas, cuatriciclos, dos embarcaciones y 70 desfibriladores externos. “Consulten siempre al personal a cargo de la seguridad en el lugar”, subrayó Maggi como recomendación.