Mientras en Rosario se volvió a instalar la discusión ante la posibilidad de habilitar el autódromo local para correr picadas de autos y motos, localidades santafesinas cercanas como Fuentes, Bouquet y Chapuy organizan eventos con masiva concurrencia que pueden congregar hasta 150 vehículos por jornada, con corredores profesionales, aunque en pistas de tierra que no reúnen las condiciones de seguridad. Cada evento llega a reunir hasta 6.000 espectadores.
Este diario dio cuenta en su edición de hoy de la iniciativa que impulsó el titular del autódromo local, Claudio Díaz, de instalar en el circuito un picódromo, regulado y controlado.
Discrepancias
Para ello sugirió que se trabaje en la sanción de una ordenanza que le permita ofrecer la infraestuctura del Juan Manuel Fangio para ese tipo de competencias. Sin embargo, desde la Municipalidad le bajaron el tono a esa alternativa.
“No hay ninguna intención del departamento Ejecutivo de poner un picódromo para que se hagan esas carreras en el autódromo”, replicó el coordinador de Gabinete de la Municipalidad, Rogelio Biazzi.
Otra problemática
Lo cierto al mismo tiempo se dispara una problemática que tiene cierto contacto. Jóvenes y adolescentes en moto que se congregan periódicamente en distintos sectores de la ciudad donde organizan masivas picas clandestinas, arriesgadas pruebas de destreza y velocidad, con usuarios, en algunos casos menores de edad, sin cascos y en rodados sin patente ni la documentación reglamentaria para circular.
Ejemplos sobran, pero el más reciente fue lo ocurrido el martes en San José de Calazans al 9300, donde debieron intervenir las autoridades municipales de la secretaría de Control y Convivencia porque un pedido de autorización rechazado para grabar un videoclip se desmadró, con un centenar de motos, familias, niños. Finalmente todo terminó con las personas dispersadas, varias motos remitidas al corralón y el inicio de una causa penal para determinar si se cometieron delitos.
Profesionales y responsables
Mientras eso ocurre, el mundo fierrero profesional de Rosario toma distancia de esos hechos. Se trata de deportistas que tienen vehículos preparados, autos y motos, donde intervienen una cadena de actividades, como mecánicos o repuesteros, que generan un gran movimiento económico.
Tras la muerte en 2012 de Maximiliano Primucci, de 19 años, que perdió la vida en una pista ilegal de la zona sudoeste, se aprobó la ordenanza municipal 9.072 que reglamentó la figura legal del picódromo para la creación de pistas para carreras de velocidad, pero nunca se reglamentó, la actividad decayó y los competidores comenzaron a emigrar a localidades cercanas.
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En redes sociales se viralizan las convocatorias a las pistas, todas de tierra y por lo tanto inseguras, en Fuentes (departamento San Lorenzo), a 65 kilómetros de Rosario; Bouquet (departamento Belgrano), a 165 kilómetros de Rosario; Chapuy (departamento General López), a 140 kilómetros de Rosario; o en la cordobesa Marcos Juárez, a 144 kilómetros de la Cuna de la Bandera.
El autódromo, recta de pavimento segura
“Pistas no hay muchas, y ninguna de pavimento en toda la provincia. Las que hay son todas de tierra e inseguras. Para autos y motos lo que más se necesita es de pavimento, una recta de no más de 400 o 500 metros largo, como en el autódromo, que es el único lugar seguro que tenemos para correr”, expresó a este diario Diego Sarasibar, corredor de motos con 25 años de trayectoria.
El hombre, también comerciante del rubro repuestos para motocicletas, observa que la actividad en Rosario decayó notablemente debido a la falta de espacio para practica “el deporte”, como lo denomina. “Hace 25 años que corro con todos los medios de seguridad, y toda la gente que conozco hace lo mismo, son profesionales”, aseguró.
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Igualmente Sarasibar hace una distinción entre las personas como él, que se dedican a competir, y los adolescentes o jóvenes que “no tiene nada de seriedad” y se autoconvocan en cualquier lugar de la ciudad para acelerar.
Los corredores no tiene donde ir
Sobre las carreras formales, indicó que “hay muchos eventos en la zona. Si están bien organizados y promocionados puede atraer de 2.000 a 6.000 personas de público. Pero en Rosario mucha gente dejó la actividad, desarmó proyectos porque no hay carreras, es una lástima. Se podría generar una apertura, la ciudad tiene un parque enorme de corredores que no tiene donde ir”, aseguró.
Para el piloto, si Rosario contara con un picódromo, sería beneficiosos desde varios aspectos. “En una jornada de competencia se pueden reunir 150 vehículos, tanto autos como motos, divididos en cuatro o cinco categorías. Si se lograra tener un lugar seguro y con servicios, ayudaría a mucha gente, se movilizaría la economía en el rubro de los mecánicos, los repuesteros, porque es un deporte que genera roturas, desgastes, reposiciones, pero si no hay donde correr, hay personas que lamentablemente se alejan de la actividad”.